Ebrard se queja porque no hay piso parejo y de juego sucio; Adán Augusto, el paisano que cumple órdenes y lleva el mensaje del presidente en sus mítines, y Sheinbaum, quien ya descubrió su don de imitadora al querer ser una copia fiel, hasta en la risa del propio López Obrador
Avanzan los días de peregrinaje de las seis “corcholatas” de la 4T de donde saldrá el afortunado presidenciable que buscará dar continuidad a la obra del populista mandatario Andrés Manuel López Obrador, pero en esta competencia se acrecentaron las divergencias y quejas entre ellos. Principalmente entre los tres punteros, el excanciller, Marcelo Ebrard, quien no ha dejado de quejarse de ser víctima; la exjefa de Gobierno de la CDMX, Claudia Sheinbaum, quien es una copia fiel y disco rayado con las palabras de López Obrador, y el extitular de Gobernación, Adán Augusto López, el paisano obediente que pregona y hace eco de todas las quejas que desde Palacio Nacional presenta el huésped de Palacio Nacional. De los otros tres, Ricardo Monreal, Manuel Velasco y Gerardo Fernández Noroña son como el negrito en el arroz, solo estorban.
EBRARD, LA VÍCTIMA
Desde que comenzó hace más de dos semanas la precampaña de las “corcholatas”, el excaciller no ha dejado de expresar su molestia y decirse víctima por la falta de apoyo en sus eventos, ya que considera que hay mano negra por parte de sus adversarios, principalmente de gente allegada a Sheinbaum, quien ha llegado a hacer mala obra en sus mítines y foros.
Marcelo Ebrard ha tratado de invitar a sus adversarios a debatir, a que expongan algunas cosas de sus proyectos de gobierno, pero nadie ha aceptado y le argumentan que él acepto realizar esta precampaña sin salirse del guion ordenado por López Obrador, lo que ha puesto al exsecretario de Exteriores como el malo de la película y a decir de él, como la víctima de entre las “corcholatas”.
ADÁN, EL PAISANO OBEDIENTE
Tabasqueño como el presidente López Obrador, amigo entrañable desde la infancia, en ese marco el extitular de la Segob está en camino de ser un fiel y ciego discípulo del mandatario, obediente, al grado de pregonar en cada sitio que visita en sus recorridos el nombre del presidente, de ensalzar las obras que ha hecho, de reclamar los altos sueldos de los ministros, de las canalladas y corruptelas añejas que como herencia dejaron otros gobiernos. Su gratitud con AMLO es tan grande que rechazó, por austeridad, los 5 millones de pesos que el partido entregó a cada “corcholata” para sus gastos de precampaña. Adán Augusto dice que no ha tocado ni un centavo de ese dinero, que todo ha salido de su bolsillo para recorrer más de 58 municipios en 18 estados del país, lo que tiene su mérito, ya que no cualquiera pagaría los gastos del equipo que lo acompaña y que es de más de 35 personas y que incluye hospedaje, comidas y salarios.
Además de quererse granjear con la militancia guinda, el exsecretario de Gobernación en cada mitin actúa como si estuviera acompañado de AMLO, quejándose de todo lo opuesto a la 4T y criticando a los conservadores y clasistas, eso sí es cumplir y ser obediente con las órdenes encomendadas.
SHEINBAUM; LA IMITADORA
Carente de ángel, sin simpatía y sin discurso propio que la identifique con el acarreo morenista, la exjefa de Gobierno de la Ciudad de México se siente todavía la consentida del profesor de Palacio Nacional, ya que desde que López Obrador le dio su bendición y la hizo creer que era la elegida para ser la abanderada de la 4T, en agradecimiento no sólo ha optado por repetir los discurso del populista mandatario, sino que ya se ha aventado la puntada de copiar su risa.
Claudia no ha sido agraciada por ningún ángulo por el que se le mire, ya que no tiene un sello, algo que la identifique con los morenistas y ante esa carencia la exmandataria capitalina ha recurrido al don de la imitación, quiere emular al presidente, con quien está más que agradecida por tenerla en su equipo, por guiarla por el sendero anticorrupción y por mostrarle que la austeridad lo quede todo.
La exjefa de gobernó de la CDMX quiere ser como el mismo presidente y por eso lo imita, ya se aprendió sus discursos, la forma como los dice, los reclamos y ataques a sus opositores y es más, ya hasta en algunos eventos en busca del apoyo guinda ya trata de copiar hasta la forma de reír de López Obrador, ya solo le falta vestir con guayabera y poner canciones en sus eventos, como hace el mandatario, aunque viole los derechos de autor.
LOS MARGINADOS
Los frijolitos negros entre las “corcholatas” están más que identificados, ya que son los menos favorecidos con el apoyo de la 4T. Los exsenadores de Morena, Ricardo Monreal, el Verde, Manuel Velasco y el exdiputado del Partido del Trabajo, Gerardo Fernández Noroña, que solo entraron a la contienda para causar lástima y no para otra cosa, se han quejado desde que inició este peregrinar de las desventajas al no tener bardas de campaña con sus nombres, sin espectaculares sin sus mensajes ni fotografías y que quejan de que no hay piso parejo, son los marginados de los que no vale la pena hablar más.