La inauguración de esta la vialidad que no tendrá costo para los usuarios que la utilicen, como es costumbre en la presentación de obras de este calibre, se hizo con bombo y platillos, se permitió el acercamiento de curiosos y no faltó el tradicional acarreo del partido guinda
Menos de 10 minutos efectivos duró la apertura del Viaducto Ecatepec-Tonanitla-AIFA, conocido también como ampliación paralela del Circuito Exterior Mexiquense (CEM), ya que la inauguración de esta vialidad de poco más de 14,1 kilómetros fue simbólica y apta para la foto del Presidente Andrés Manuel López Obrador y del gobernador del Estado de México, Alfredo del Mazo Maza, y que sirvió para el traslado del mandatario hasta la base militar de Santa Lucía, desde donde finalmente y a 33 días para que se cumpla un año de la puesta en marcha de la terminal aérea, se dignó a utilizarla para viajar a Sonora.
El acceso al Viaducto es sobre la Vía Morelos, en el municipio de Ecatepec, y la rampa para el enlace con el circuito elevado inicia a la altura del Puente de Fierro, cerca de la Casa de Morelos y desde ese punto la vialidad atraviesa los municipios de Tecámac, Tonanitla, Nextlalpan y Zumpango, punto final de la carretera que entronca con la glorieta que da acceso a la base militar de Santa Lucía.
La inauguración de esta vialidad que no tendrá costo alguno en su trayecto, como es costumbre en la presentación de obras de este calibre se hizo con bombo y platillos, se permitió el acercamiento de curiosos y no faltó el tradicional acarreo del partido guinda al suceso, donde se presumió que esta vialidad que cuenta con tres carriles en sus dos sentidos, permitirá la circulación de 40 mil vehículos por día y que beneficiará en los traslados a 2.5 millones de personas.
Después del acto protocolario donde hubo intercambio de halagos por la obra concluida y supuestamente entregada llegó la hora del estreno, y cientos de automovilistas que ansiaban darle el remojo a esta supercarretera se quedaron con las ganas, ya que por instrucciones del Gobierno Federal, a través de la Secretaría de Infraestructura, Comunicaciones y Transportes (SICT), se ordenó cerrar con una retroexcavadora el acceso al Viaducto, ya que el recorrido desde ese sitio hasta el AIFA, como si fuera una soladora quinceañera, lo haría el presidente López Obrador con el mandatario mexiquense y otros invitados.
Trabajadores que aún realizan algunos ajustes de pintura y limpieza en las cuentas de esta vialidad, dijeron a El Cristalazo que “se abrió este circuito sólo porque llegaría el presidente López Obrador y el gobernador del Mazo, de su apertura en forma normal, aún no nos dan fecha, pero creo fue solo para la foto”, señaló Benjamín, uno de los trabajadores que se encarga de la limpieza en las cunetas del Viaducto y quien a su vez la hace de vigilante para impedir que curiosos o ciclistas quieran subirse a esta vialidad elevada.
En el evento acompañaron al mandatario los gobernadores del Estado de México, Alfredo Del Mazo; de Hidalgo, Julio Menchaca y la jefa de Gobierno de la Ciudad de México, Claudia Sheinbaum Pardo, así como los titulares de la SICT, Jorge Nuño Lara; de la Defensa Nacional, Luis Cresencio Sandoval y de la Función Pública, Roberto Salcedo Aquino, entre otros funcionarios.
FINALMENTE USÓ EL AIFA
El presidente López Obrador presumió que el traslado desde el Puente de Fierro al AIFA se hace en sólo 10 minutos y él constató el tiempo, ya que viajó sólo y con sus acompañantes sin que hubiera otros vehículos ni en hora pico.
El mandatario aprovechó esta inauguración simbólica, tal y como ha ocurrido con obras entregadas por su administración, como la Refinería de Dos Bocas y el mismo Aeropuerto Internacional Felipe Ángeles, para al fin, después de 11 meses de inaugurado el aeropuerto de Santa Lucía, se dignó a viajar desde esta terminal, aunque no fue en un vuelo comercial, sino en el avión Gulfstream G550 de la Fuerza Aérea Mexicana (FAM) que arribó al Aeropuerto Internacional de Hermosillo, en Sonora, a las 16:40 horas.
Ahora sí podrá decir el mandatario que ya utilizó el AIFA, para que no le siga lloviendo la presión de sus críticos por no usar la terminal aérea que él ha pregonado que es de las más modernas del mundo, aunque por la escasez de viajeros siga como pueblo fantasma.
Imagen/Cuartoscuro