El presidente de la American Society of México, Larry Rubin, advirtió que de avanzar la reforma judicial y eliminar los órganos autónomos derivaría en disputas comerciales y afectarían la confianza construida en conjunto
“Ante las circunstancias actuales (por la imposición de llevar a cabo una polémica reforma judicial y la desaparición de órganos autónomos), hemos decidido no anunciar la enorme inversión estadounidense programada para México, porque estamos analizando el impacto a la certeza jurídica que el avance de estas iniciativas provocará”, subrayó Larry Rubín, presidente de la American Society of México (Amsoc).
En el marco de la “Tercera Convención Bilateral: un nuevo futuro compartido” que se llevó a cabo en la Ciudad de México, Larry Rubín dijo a periodistas, entre ellos la agencia EFE, que los temas de inversión programados para México cada año se revisan al interior de la Amsoc, que representa los intereses del capital privado estadounidense, de la mano de un grupo de expertos estadounidenses, aunque no precisó cifras de inversión.
El líder empresarial estadounidense incluso mencionó que una de las dos candidaturas presidenciales en Estados Unidos se ha acercado a la Amsoc para expresar su preocupación respecto del impacto de reformas tan importantes para la política interna del país.
“Una de las dos campañas presidenciales de Estados Unidos nos ha expresado gran preocupación por el impacto de una reforma tan importante como la judicial y la de órganos autónomos”, comentó.
En la misma línea, Larry Rubín hizo un llamado respetuoso al Congreso en México a no legislar “al vapor” estas reformas, ya que dijo, podría ocasionar daños a la relación bilateral con Estados Unidos y traer repercusiones económicas para México.
“Es esencial que cualquier reforma de esta magnitud se lleve a cabo con sumo cuidado, se estudie en profundidad, no se haga legislación al vapor y verdaderamente se involucre a todos los actores”, expresó.
El dirigente empresarial y representante de iniciativa privada de EU en México, resaltó que este es un punto a discutir en “un momento crucial” para la relación bilateral con su principal socio comercial y en el que se inscribe la revisión del Tratado México, Estados Unidos y Canadá (T-MEC).
“Por eso solicitamos al Congreso que tomen consideración la voz de la inversión más importante de este país, que es la inversión de Estados Unidos en México”, expresó.
Larry Rubín dijo a los congresistas mexicanos que es “imperativo” que se aborden estas reformas en el Congreso mexicano con “la seriedad y la reflexión que merecen”.
En este contexto, advirtió que los estadounidenses y los mexicanos no son ajenos a los cambios jurídicos y políticos que ocurren en las políticas internas de ambos países, al tiempo que sostuvo que estos cambios legales “no son reformas menores”, sino que se trata de “cambios vitales” que afectan la política interna y la relación comercial con su socio en Norteamérica.
Asimismo, Larry Rubín coincidió con el embajador estadounidense en México, Ken Salazar, en apoyar una reforma judicial en el país, pero que sea buena y apegada a la realidad democrática en el país.
Sin embargo, manifestó también su preocupación por la elección de juzgadores por el voto popular, ya que dijo, esto podría no abordar problemas como la corrupción o impulsar su fortalecimiento institucional, pues estarían al servicio del poder político en turno.
Respecto de la intención de eliminar los órganos autónomos, señaló que cualquier cambio que socave la independencia de estos, podría derivar en disputas comerciales que afectarían a ambas economías, así como la confianza construida en conjunto.
Por ello, insistió al Congreso a que se tarden en vez de dos o cuatro días, hasta seis meses, de ser necesario para que este proceso legislativo no “sea apresurado” y “se desarrolle con la seriedad que demanda una reforma de esta envergadura”.