La inseguridad vuelve a dejar en evidencia la incapacidad del gobierno del populista Andrés Manuel López Obrador, para quien su fallida estrategia de “Abrazos, no balazos” va bien, a pesar de las cifras de homicidios van en aumento

La violencia en Michoacán sigue en aumento, a pesar de los fantasiosos discursos del populista presidente Andrés Manuel López Obrador, quien en su burbuja no pasa nada y la seguridad en el país está mejor que nunca. La realidad de lo que sucede en México quedó en evidencia cuando este 29 de febrero, hombres armados apoyados con drones cargados de explosivos y minas terrestres de fabricación casera emboscaran un convoy del Ejército Mexicano, lo que dejó cuatro militares muertos y nueve más heridos.

De acuerdo con un informante del 65 Batallón de Infantería, al que pertenecen los soldados que fueron blanco del ataque, destacó que la agresión se registró pasadas las 11:00 horas en un camino de terracería que une los municipios de Coalcomán y Tepalcatepec, en la región montañosa de la sierra madre del sur.

Mientras el convoy militar realizaba un recorrido de por la zona, un grupo de sicarios disparó contra los miliares con rifles de asalto y utilizó drones con cargas explosivas.

La situación derivó en un intercambio de fuego, pero en un instante del tiroteo explotó una mina terrestre de fabricación casera, lo que privó de la vida a tres soldados en el lugar, en tanto que otro más pereció cuando era atendido en un hospital de la zona.

La fuente militar subrayó que en este intercambio de fuego nueve militares más resultaron heridos por esquirlas de artefactos explosivos, así como por picaduras de abejas que se encontraban entre la maleza de la zona.

En esta región de Michoacán operan el Cártel Jalisco Nueva Generación (CJNG), Los Caballeros Templarios y Cártel de Tepalcatepec, éste último que encabeza el narcotraficante Juan José Farías Álvarez «El Abuelo», identificado como uno de los principales perfiles que infiltraron los civiles grupos de autodefensa que se levantaron en armas en febrero del 2013.

El pasado 20 de enero, una patrulla militar sufrió un ataque por una mina terrestre en Santa María del Oro, en Jalisco -colindante con Michoacán, con un saldo de un militar muerto y cuatro más heridos.

En Michoacán operan al menos 14 carteles del narcotráfico que mantienen una cruenta guerra que ha dejado alrededor de 300 homicidios violentos, tan solo en los primeros 60 días de este 2024.

Apenas el pasado lunes 26 de febrero, sicarios asesinaron a balazos a Armando Pérez Luna y Miguel Ángel Reyes Zavala, aspirantes de los partidos Acción Nacional (PAN) y del Movimiento de Regeneración Nacional (Morena), a la alcaldía del municipio michoacano de Maravatío. Los homicidios fueron realizados por parejas de sicarios con una diferencia de cinco horas. Hasta el momento, autoridades no han identificado a los responsables.