Contaba el periodista Ricardo Urioste un viejo chiste acuñado durante la dictadura militar en Uruguay cuando la ascensión de Bordaberry. El exilio comenzó y para las dimensiones de ese país sería como si de México se fueran en un corto lapso diez o doce millones de habitantes.
–En el aeropuerto de Montevideo y en la terminal marítima se colgaron letreritos muy educados: el último en salir, apague la luz.
Pero eso, aun en las circunstancias del militarismo, era un chiste., Cruel, pero un chiste.
Hoy en México, se dice algo peor: diez ayuntamientos del estado de Veracruz han cerrado sus puertas y si no reciben auxilio financiero inmediato, otros 40 harán lo mismo. No tienen dinero ni para colgar en los palacios municipales el infame letrerito de “cerrado por falta de fondos”.
Por eso medio centenar de presidentes municipales, le han enviado una carta urgente, abierta, pública, desplegada en los diarios (para eso si hubo dinerito) al Presidente de la República a quien le piden auxilio desesperado.
“Hoy presidentes municipales –dice su texto de náufragos del presupuesto–, de diversos partidos cumplimos once días en el Palacio de Gobierno, en espera de que nos devuelva el gobernador interino para exigirle que nos devuelvan los recursos federales que fueron robados por Javier Duarte y que son propiedad del pueblo de Veracruz a través de sus Ayuntamientos.”
No se sabe si esta infame condición significa simbólicamente el cierre de un círculo (todo en la vida es un ciclo, dicen los románticos) entre la fundación del primer ayuntamiento de América en el siglo XVI, por Hernán Cortés y la destrucción del municipio libre por Javier Duarte y el sistema de coordinación fiscal y todos sus derivados, pero el asunto es entre otras cosas, patético.
Por ahora valdría solamente preguntarse cuándo se dieron cuenta los indignados alcaldes del dinero no entregado: ¿hace apenas once días cuando ocuparon la sede el Ejecutivo local, como si él tuviera la lana debajo del tapete?
Los alcaldes acusan a la secretaría de Hacienda de tratar este asunto con la frialdad del análisis de los números mientras ellos lo perciben y padecen como un desastre social de enormes dimensiones, frente al cual rechazan la salida espiral de más deuda para agar los faltantes. Y obviamente exigen consecuencias penales para los ladrones.
Pues van a esperar sentaditos.
Si la secretaría de Hacienda nos ha dicho, en las muchas entrevistas concedida por José Antonio Meade, los plazos para entregar “el recurso”, no se comprende claramente cómo no se habían dado cuenta de la forma tan ruin como bolsearon a Chuchita o a Doña Chuy o a la tía de las muchachas.
Es un poco lo ocurrido con el indignado auditor Portal quien apenas ahora se da cuenta de las dimensiones del quebranto cuando la Auditoría bajo su cargo debe realizar trabajos periódicos para no hallarse, se supone, con este tipo de sorpresas.
Por eso vale analizar lo dicho por el senador, José Yunes (ya sabe usted, en Veracruz hay muchos Yunes, muchos) :
“Hay que buscar respuestas para la coyuntura y el mediano plazo en el Gobierno del estado (…) Hay voluntad de parte del Gobierno de la República, es un tema de estabilidad financiera, económica y social para Veracruz, no puede haber mezquindades”.
“Entrevistado a su llegada a la Sesión Solemne de toma de protesta a los nuevos diputados, consideró que en el tema de la exigencia de los alcaldes para la entrega de recursos federales no se debe generar divisiones.
“Lo fundamental es que se pueda resolver para los 212 Ayuntamientos, algo que les compete en función legal”.
“Consideró las declaraciones del auditor superior de la Federación, José Manuel del Portal, en el sentido de que la administración de Javier Duarte ha sido la peor en la historia de Veracruz, dijo que se debe castigar a los responsables y presentarlos ante la ley”.
FBI
Si fue una jugada resultó magistral.
Abrirle a Hillary Clinton una investigación desde el FBI por correos tóxicos a pocos días de las elecciones para lograr la atención focalizada de su rival en este punto, y después con destreza quitarle la muleta de los belfos para estrellarlo en el burladero de la inocencia, un día antes del proceso final, resulta dejarlo sin materia para sus diatribas.
Si el FBI se prestó a esa maniobra genial, su director será recompensado largamente. Lo veremos.
–0–