José Ramón López Beltrán, el primogénito del populista mandatario, dijo que su número personal circula en redes sociales y señala que es una venganza porque su padre exhibió los datos de la reportera estadounidense Natalie Kitroeff

Primero aplaude las acciones reprobables de papi y cuando él vive en carne propia que exhiban en redes sociales su número personal del teléfono móvil entonces si lloriquea. En esta situación con acusaciones infantiles esperando el rescate de Papá, se encuentra el Trivago mayor, o sea, José Ramón López Beltrán, el primogénito del populista presidente Andrés Manuel López Obrador, quien se quejó amargamente este sábado, al percatarse que su número del celular se había hecho público.

El Trivago mayor, quien se ha escudado detrás de papi cada que es acorralado por asuntos en los que se ve en aprietos, dijo que esto es una venganza luego de que su padre irresponsablemente exhibió los datos personales de Natalie Kitroeff, la corresponsal del The New York Times en México.

«En las últimas horas he sido objeto de un acto de invasión a mi privacidad, a través de la filtración de mi número de teléfono”, denunció José Ramón en su cuenta de la red social X.

El vástago del populista mandatario calificó la filtración de su número telefónico como “una forma de venganza y un intento de hacer daño” que no sólo lo afectaba a él sino que también ponía en peligro a su familia y su seguridad.

El hijo de López Obrador señaló que esta situación comenzó luego de la carta que la periodista del NYT envió a su padre, la cual, argumentó, contenía “amenazas y mentiras” dirigidas al presidente y señaló que lo que ocurrió después fue consecuencia de la decisión de la periodista de exponer en la misiva su número telefónico pensando que López Obrador respondería sus “calumnias” llamándola.

Además, dijo que el número de teléfono de la periodista ya era público en internet. “Le insto a verificar y confirmar este hecho”.

José Ramón aplaudió la actuación de su padre  y señaló que el presidente le respondió directamente a la comunicadora, sin involucrar a sus familiares y cuestionó por qué buscaban vengarse al divulgar su número de teléfono.

Luego de apoyar la irresponsable actitud de su padre, quien se escuda en la investidura presidencial para ignorar las leyes y no respetar tampoco la privacidad de la gente, el Trivago mayor adoptó la posición de víctima y como una Magdalena en espera de ayuda cuestionó: “¿Qué tengo qué ver yo con todo eso?”.

Este polémico asunto surgió el pasado jueves, cuando el populista mandatario exhibió una carta de Kitroeff con su teléfono y un cuestionario sobre una investigación de Estados Unidos, cerrada ahora, de supuestos sobornos del Cártel de Sinaloa y del Cártel de los Zetas que recibió la campaña de López Obrador en 2018 y que involucraba también a sus hijos.

La difusión de la información privada de la periodista desató una investigación del Instituto Nacional de Transparencia, Acceso a la Información y Protección de Datos Personales (Inai), además de un pronunciamiento de The New York Times y críticas de organizaciones como el Comité de Protección a Periodistas (CPJ), que coincidieron en el riesgo que esto representa en México, uno de los países con más asesinatos de comunicadores.

Sin embargo, este viernes, el populista López Obrador desestimó la investigación del INAI y defendió haber divulgado los datos de la periodista pues aseguró que no puede haber ningún reglamento, “no puede haber ninguna ley por encima del principio sublime que es la libertad».

«¿Y mi derecho? ¿Y el derecho a la calumnia? ¿Ella tiene derecho a la calumnia?”, remarcó.

El Trivago mayor recordó que esta es la segunda vez que se filtraba su número telefónico, y que no le molestaba cambiarlo de nuevo, pero se preguntó hasta cuándo planeaban seguirlos acosando a él y a su familia.

“No trabajo como periodista ni mucho menos en el sector público. Por lo tanto, deseo seguir manteniendo la privacidad de mi familia y la mía propia hasta que decida lo contrario”, concluyó en su publicación.