El derribo del avión ruso por la aviación turca de combate es una noticia grave. El gobierno de Ankara, literalmente le ha tirado los bigotes al tigre, pero Vladimir Putin, entre cuyas características no se encuentra el humorismo, simplemente ha dicho, “fue una puñalada por la espalda”.

Usted se puede preguntar, ¿a quién se le ocurre en estas circunstancias internacionales, con el incendio islámico y la guerra civil siria provocar a uno de los más rudos protagonistas del frágil equilibrio internacional?

Pues al gobierno turco, por lo pronto.

Veamos:

“El Estado Mayor de Turquía ha anunciado el derribo de un avión militar ruso al sur del país, el martes por la mañana, por haber violado su espacio aéreo.

“El Ministerio de Defensa ruso ha confirmado que uno de sus cazas ‘SU-24’ ha sido abatido, si bien matiza que «el avión volaba a 6.000 metros de altitud» y jamás cruzó a territorio turco. El incidente ocurrió en la frontera turcosiria que separa el distrito turco de Yayladag y el de Lataquía, que sufre combates desde hace una semana.

“Las informaciones sobre el estado de los dos piltos del ‘SU-24’ son muy confusas. En un primer momento, la cadena CNN Türk informó de que uno de los pilotos fue capturado vivo, mientras que otro murió. Poco después, una milicia opositora conocida como 10ª Brigada Costera publicó imágenes de un individuo de aspecto y uniforme ruso aparentemente sin vida y, posteriormente, un comandante de dicha brigada ha asegurado a Reuters que «ambos pilotos están muertos. Nuestro camaradas abrieron fuego y murieron en el aire», ha asegurado Aspaslan Celik…

“…El presidente ruso, Vladimir Putin, quien ha advertido a Turquía de «serias consecuencias» en sus relaciones bilaterales, ha asegurado posteriormente que el avión fue derribado a cuatro kilómetros de la frontera”.

En esas condiciones el elástico se estira y se estira. ¿Cuándo reventará? Pues por ese camino pronto, con muy indeseables consecuencias.

Pero mientras eso sucede en el Asia Menor, en América Latina vemos un ensayo más en la clase de tango de la política argentina. Un empresario exitoso, señalado en varias ocasiones de relacionarse con grupos de manos sucias, como ocurrió con el consorcio italiano Fiat, el señor Mauricio Macri, quien además oficia en una de las catedrales argentinas de la mayor religión de ese país, el futbol (el estadio del Boca), representa el corrimiento a la derecha de un pañis cuya identidad ideológica ha sido un misterio perpetuo.

Argentina ha oscilado entre el caudillismo militar con el teniente coronel Juan Domingo Perón y sus mujeres (una en el poder, otra en el alma nacional); el golpismo gorilesco de los espadones de la segunda mitad del siglo XX; los ensayos democráticos, los presidentes de una semana o menos y los juegos peligrosos del kirchnerismo frente al cual surgen en Latinoamérica los ejemplos de reelección ejecutiva por la vía conyugal tal se intentó en Guatemala o como se pretende en México con Margarita y Felipe.

Por lo pronto Macri se orienta al ejercicio hacendario y financiero. El gobierno tiene atención especial hacia los asuntos económicos y se deslinda de los interés regionales alentados en cierto tiempo por el empuje de la agónica Venezuela de Hugo Chávez.

Mientras tanto en México ocurren cosas de menor importancia pero de utilidad para señalar cómo en cualquier cosa brota la corrupción, hasta en los llamados “centros de estudios filosóficos” (de alguna manera se debe llamar a esos mitos engañabobos) como el “Kabbalah” de Tecamachalco, cuyas aperturas y clausuras son cosa de cada rato.

Ahora los vecinos de esa zona se quejan una vez más por el funcionamiento irregular de ese centro “pirata”:

Así envían su información:

“La Asociación de Colonos de Tecamachalco, A. C. denunció una vez más ante las autoridades del municipio de Naucalpan que, desde el pasado 25 de septiembre, el denominado “Centro Kabbalah” reinició sus actos de culto comunitarios en el número 218 de Avenida de las Fuentes, en Lomas de Tecamachalco, a pesar de estar vigente la clausura y suspensión de actividades”.

Author: Rafael Cardona

Rafael Cardona

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