No se trata del mismo caso, es cierto. pero sí hay un antecedente entre los muchos posibles. Políticos cuya actuación de comparsas electorales termina siendo la dádiva de una mina de oro con la cual podrán educar a sus hijos e hijas en la escuela, obviamente del amor a la patria y los altos valores de la democracia.
Hagamos un recuerdo y vayamos luego a la pequeña historia cotidiana.
“Hablar del General Juan Andreu Almazán (Guadalupe Ángeles) es referirse también a uno de los momentos más frustrantes de la historia de México: las elecciones del domingo 7 de julio de 1940, cuando él mismo fue uno de los protagonistas de los comicios que fueron usurpadas por el gobierno de Lázaro Cárdenas, en las que fue declarado victorioso Manuel Ávila Camacho.
“A partir de ese momento, Almazán fue duramente criticado por sus partidarios como cobarde y traidor, pues le recriminaron su decisión de no encabezar un levantamiento armado tras el fraude, por lo que debió pasar el resto de sus días intentando justificar sus acciones, argumentando que había salvado a México de un inútil derramamiento de sangre”.
Pero mientras eso hacía gozaba de los amplísimos beneficios económicos de su derrota y su “chaquetazo”: media bahía de Acapulco (el actual Parque Papagayo y terrenos anexos) y el pueblo entero de Xoco, vecino de Coyoacán, además de contratos vitalicios para empresas constructoras de todo tipo. Perder, para Almazán fue el mejor negocio de su vida.
Un poco le ha ocurrido lo mismo a Josefina Vásquez Mota cuya fofa candidatura a la presidencia de la República fue saboteada desde el Partido Acción Nacional en la más grande de las concertaciones de los últimos años. El pacto inicial entre el PAN y el PRI para no realizar ninguna alianza electoral en el estado de México y mantener así limpio el expediente de triunfador de Enrique Peña Nieto, causó entre otras cosas la caída de Fernando Gómez Mont. El actual secretario de Sedesol, Luis Miranda (por cierto sucesor de Josefina Vásquez Mota) , firmó por los intereses de Peña.
Josefina, inflada y desinflada al gusto y necesidad de Felipe Calderón, rechazó la candidatura del estado de México (y ahora por ella se desgañita) y se presentó como una candidata derrotada de antemano. Después compungida y con pucheros, se fue del pañis a recorrer el mundo, tan ancho y tan ajeno; en compañía de su familia. Su siempre apegado esposo (ahora debe estarlo más) y sus hermosas hijas.
Después Josefina se presentó como una redentora de los emigrantes mexicanos a los Estados Unidos. “Juntos podemos” (¿Juntos?, ¿a ti cuando te ha apañado la “migra”?) llamó a una fundación piadosa y solidaria, humanística compungida por el destino humano y se fue a la tlapalería más cercana.
–¿Cuándo vale una pala?
–¿La quiere para tierra de jardín o para labores de albañilería?
–La quiero para levantar billetes. Necesito cargar 900 millones de pesos. Devaluados o no, son un montón de billetes”. Y mientras eso decía, hundía la pala en la pila y decía, uno para acá, uno para allá. Manos le faltaban para recoger el cargamento. Esos son negocios, no venta de jícamas con chile”.
El fabuloso pago (nadie puede ser tan ingenuo de creer en la solidaria cooperación del gobierno mexicano pues fundaciones de esas hay mil y ninguna recibe tales montos) fue descubierto por una organización llamada “Mexicanos contra la corrupción y la impunidad”.
Pues es una pena, en este caso no podrán ni contra lo primero ni mucho menos contra lo segundo. Josefina va camino a las listas de Forbes. Y se lo merece. Su sinceridad, su estoica honestidad, su honradez a toda prueba, la hacen merecedora de eso y más.
Esta columna; por lo pronto, conmovida por la bondad de su proyecto, ya ha gestionado lo necesario para donar dinero a “Juntos podemos”. Le voy a regalar un dólar.
AHUED
Llega el doctor Armando Ahued, secretario de Salud del GDF, a la Asamblea del DFG como si fuera a un día de campo. No en balde es el mejor funcionario del gobierno de la ciudad. Saca los datos duros y comprobados y todos le aplauden.
Dos y medio millones de visitas del “médico en tu casa”; atención a 250 mil personas vulnerables (ancianos postrados; personas en la calle, discapacitados); acceso gratuito a 3 millones ochocientas mil personas carentes de seguridad social, servicios gratuitos para todos en emergencias, etc.
Todo un éxito sobre el cual se debe abundar en otras entregas.