No se sabe si com un tardío regalo de Reyes, pero el gobierno mexicano regresa la presa mayor a la sala de trofeos. Joaquín Guzmán ha caído nuevamente a la prisión de Almoloya y si nunca un rayo cae dos veces en el mismo sitio, se puede presumir una fuga imposible.
Pero esta captura permite algunos puntos positivos, en especial si se logra la captura de todo cuanto el “Chapo” se llevó en sus dos anteriores escapatorias: la confianza, la exhibición de las complicidades, lo extenso de la trama criminal, la metástasis de la actividad narcótica, el peligro empleo del dinero para comprar el funcionamiento reversible de las instituciones de seguridad y en especial el sistema penitenciario.
Planteemos algunas consideraciones mientras los celadores vigilan la nueva regadera donde Guzmán tratará de exterminar su hediondez de drenaje sinaloense. Se fue por un túnel y se evadió por un drenaje, como en su tiempo hizo Fidel Corvera Ríos, recursos de la alcantarilla como ruta de libertad.
Para los fines que el Gobierno persigue, en especial de recuperación de imagen y eficacia, esto le retira una dosis muy alta de presión al Presidente de la República poco antes de emprender un nuevo viaje internacional.
Hace unos cuantos días, en esa actitud permanente del Gobierno de Estados Unidos a través de los medios americanos los cuales, en este tipo de asuntos, dependen mucho del Departamento de Estado, el «New York Times» marcaba los momentos oscuros de la administración del presidente Peña y sentenciaba -de manera equivocada, ahora nos damos cuenta- la fuga de «El Chapo», como agravio, estigma, oprobio y definición histórica, junto con la Caca Blanca y el caso Iguala.
Pues ese estigma y ese oprobio ya no los tiene, al menos en uno de los “capítulos negros”, porque «El Chapo» fue recapturado en muy poco tiempo si tomamos en cuenta el lapso entre su primera fuga y su primera reaprehensión. Me refiero a los doce años prácticamente de los dos gobiernos del Partido Acción Nacional. Se le fue a Fox y Calderón no lo pudo agarrar. En ese lapso el imperio de la droga y sus elementos asociados, creció y creció. En fin.
Perro eso resulta grotesco el cinismo de Felipe Calderón cuyo tuiteo oportunista para felicitar como foca aplaudidora a las fuerzas armadas por esta detención casi no tiene nombre ni diez de mayo.
Hay un dato muy interesante en el mensaje a los medios del Presidente de la República desde del Palacio Nacional, en el cual habla sobre el trabajo realizado: “ durante meses se registró un intenso y cuidadoso trabajo de inteligencia e investigación criminal que permitió identificar, detener y desarticular la red de influencia y protección de este delincuente”.
Y aquí tomaríamos unas pinzas, sacaríamos estos conceptos y bajo el microscopio o, por lo menos, bajo la lupa si no tenemos aparato de mayor potencia amplificadora, porque la red de influencia y protección de este delincuente no nada más le permitió sobrevivir y saltar la mata durante estos meses en relativa libertad, sino aquella por la cual pudo evadirse de la prisión en dos ocasiones.
Porque no viene siendo muy difícil desarticular una red de protección de campesinos de Badiraguato o de gente de los pequeños poblados del Triángulo Dorado, porque esa es una labor sencilla, porque es una labor de ocupación militar como ya estamos viendo.
Es tan fácil como para hacerlo en pocos meses si solamente fuera eso.
Pero la otra red, cuya trama le importa conocer a la sociedad, es la red de influencia y protección tan amplia como para poderse escapar.
Porque no podemos suponerla completa con los siete u ocho detenidos desde el “tunelazo” , doña Celina y los constructores del agujero, compradores del terreno y fabricantes del silencio hasta sido posible tan compleja operación en cuyo desarrollo hubo aviones, traslados carreteros, elección de casas de seguridad por todo el oasis y fabricación de rutas de escape, entre otras cosas.
Entonces, el éxito de este Presidente en el asunto de «El Chapo» no depende únicamente de haberlo re capturado, lo cual se le debe reconocer, no se le debe agradecer tampoco, simplemente se le debe reconocer el cumplimiento de una misión y un trabajo innecesario si no hubiera sido porque una red de influencia y protección abrió el túnel, tapó los oídos y los ojos de muchas personas, permitió obras a la luz del día y dejó a este señor salir a un kilómetro y medio más allá de las puertas del penal de seguridad el cual debería, si es de veras de seguridad, estar rodeado por un foso lleno de caimanes y tiburones y cocodrilos y cosas de esas, como un inexpugnable castillo así lo digamos en sentido literario.
Pero en fin, el hecho es una buena noticia para el Presidente, quizá se empaña un poco esa buena noticia porque ya los 18 y tantos centavos del dólar son un fenómeno, al parecer, más perdurable. No como el efímero éxito de un día de haber capturado a un señor previamente escapado.
Pero, como sea, el Presidente cumple con una promesa; lo vamos a recapturar; ya lo recapturaron y ahora es muy importante saber cómo fue posible la escapatoria.
Ahora está ahí y ahora que se le puede interrogar con la presencia de 200 visitadores de los derechos humanos de todo el planeta si quieren, pero el señor Guzmán debe informarlo todo cuanto sabe, y sabe mucho, quizá demasiado.
Esa debería ser su verdadera condena.
No importa cuánto tiempo este privado de la libertad, lo importante sería la cantidad de información que puede proporcionar no de las operaciones internacionales del narcotráfico, porque ese no es asunto de los mexicanos, es asunto de la DEA; a nosotros lo que nos debe preocupar es cuánto, de la estructura del Gobierno Federal y de los Gobiernos estatales y municipales está penetrado y corrompido por el narcotráfico.
Ese hombre tiene aquí en la cabeza —el redactor se toca la sesera con el índice mientras escribe estas líneas con un solo dedo de la otra mano—, la enciclopedia de la corrupción en esta materia en México y hoy está a disposición de las autoridades.
Deben hacer algo útil, no nada más encerrarlo, eso no le sirve a nadie. LO deben exprimir por medios legítimos, pero le deben extraer, como si fuera una muela o la identidad de una amante (como en la Crónica de una muerte anunciada) o la ubicación de un cadáver, toda la información por la cual lo anhela la DEA cuya insistencia de extradición ya ha comenzado con furia inusitada.
Y aquí viene otra discusión, dice un amigo experto en la suspicacia: el Gobierno mexicano es muy bueno para detener, pero es muy malo para retener. Vamos a ver si es cierto.
Ya si se les volviera a escapar, entonces todos haríamos una película de los hermanos Cohen, por no seguir con otra de los Hermanos Marx.
—¿O no?
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A pocas horas del debate electoral, el candidato de la coalición PRI-PVEM-PANAL-PT al gobierno de Colima, José Ignacio Peralta Sánchez respaldó el proyecto de la planta regasificadora debido a su profundo impacto para el estado, pues además de su beneficio en el empleo, convertirá la planta en la más grande de generación de energía eléctrica en toda Latino América con muchos beneficios colaterales.
En un encuentro con miembros del Sindicato Único de Trabajadores Electricistas de la República Mexicana (Suterm), Nacho Peralta comentó la garantía directa de bienestar laboral para más de 500 familias colimenses, la disminución del precio de la energía eléctrica y la protección del medio ambiente.
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