Como si fuera una mala copia de las series de espionaje (ahora tenemos una muy de moda con Felipillo en el papel de “Mato-Hari”) algún inteligente sicario vestido de payaso, se ofreció para hacer el trabajo sucio y sorprendió al jefe mafioso, Francisco Rafael Arellano Félix en una fiesta. Le metió varios tiros con una pavorosa “Barrett” y se fue a bordo de una motocicleta y después de una lancha como si fuera James Bond en veneciana escapatoria. Todo un thriller.

Pero eso no es lo importante a estas alturas. Finalmente un asesinato más o uno menos en la in terminable contabilidad de la violencia, no es para espantar a nadie. Y si se trata de un evidente ajuste entre pandilleros –diría alguien–, pues tampoco.

Pero ha habido quien se ha sentido lastimado por el crimen. Y como sucede en este país, por una razón o por otra; con un pretexto o una sinrazón cualquiera, ya hubo una manifestación, no en contra del crimen, sino por la denigrante utilización de la figura del payaso.

Bastante ha sufrido este gremio con la caricaturización de sus potenciales maldades al estilo de “The Joker” y su afán vengativo contra Batman, como para ahora vestir con sus guangos, coloridos y rotos ropajes a una encarnación del mal profundo. Yo soy Garrick, cambiadme la pistola.

En las películas los “clowns” disparan con una escuadra de cuyo cañón emerge una graciosa banderita con la onomatopeya ¡PUM!, mientras el de la cara pintada se muere de risa por su chiste repetido una y mil veces cada función.

Como algunos de los lectores de esta columna sabe, una vez a la semana yo comparto el tiempo de un programa muy matutino de TV con un payaso cuya tenebrosidad esta por verse. El inteligente y siempre responsable Brozo quien no se ha sumado a esta manifestación (ha hecho otros comentarios) pero en cuyo nombre y sin su autorización, yo me adhiero a la protesta.

Esta es parte de la información ya divulgada:

“Líderes de payasos reunidos en una convención en la ciudad de México, lamentaron este miércoles que un asesino se disfrazara como uno de ellos para matar a un capo del narcotráfico.

“También rechazaron que el asesino fuera un verdadero payaso y aseguraron que están seguros de que ninguno de sus colegas haría algo así.

“Francisco Rafael Arellano Félix, el mayor de los hermanos del otrora temido cartel de las drogas de Tijuana, fue asesinado el viernes en el balneario turístico mexicano de Los Cabos por un hombre disfrazado de payaso.

“Arellano Félix fue sentenciado por cargos de narcotráfico en Estados Unidos y tras varios años preso fue dejado en libertad y deportado a México en 2008.

“Tomás Morales, organizador de la convención de payasos que se realiza en la ciudad de México, dijo que varios de sus compañeros han sufrido asaltos y robos de sus vehículos, trajes y maquillaje, los cuales llegan a ser utilizados por ladrones para cometer atracos.

“Los que hacen eso no son payasos, dijo Morales, cuyo personaje es “Llantón” y tiene 21 años de hacerlo. Puedo meter las manos al fuego de que no fue un payaso, añadió sobre el asesino de Arellano Félix.

“Eso no lo hace un payaso; nosotros no queremos ninguna violencia, afirmó”.

PIE DE FOTO

“Maestros de la CNTE se manifestaron ayer frente a las instalaciones del INEGI, en avenida Bucareli, para externar su rechazo al censo de maestros que levanta el organismo, al considerar que no busca medir, por primera vez, cuántos profesores trabajan en la escuelas publicas , sino ubicar a la disidencia… etc”.

Y esta bien el origen regiomontano de esa editorial. Se comprende su dificultad para distinguir Gonzalitos de Reforma, pero ¿no podrían ser más cuidados con los errores propios y menos severos con los dislates ajenos? Toral, el respeto al gazapo ajeno, es la paz…

¡Ah! Y, como dicen ellos, es pregunta con mapa, ¿podrían distinguir entre Balderas y Bucareli?

*Poema de León Felipe.

Author: Rafael Cardona

Rafael Cardona

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