Cinco meses y cinco días antes, el 24 de junio de este año ya casi por concluir, Manlio Fabio Beltrones publicó un texto llamado “Las reformas necesarias”, conocido también como el discurso de “Las erres (reforma, referéndum, reelección, revocación, rendición de cuentas, etc)
De pronto al niño, cuyos primeros balbuceos nadie atendía, le han salido muchos padres.
Manos extrañas lo extrajeron del cunero de la Reforma del Estado en la Torre Caballito y lo llevaron al trote a Los Pinos.
Ahí fue presentado como hijo legítimo del Presidente de la República, quien con motivo de su mensaje de medio sexenio, fiel a su costumbre de conmemorar las fechas importantes con discursos más importantes todavía nos dijo a los mexicanos:
“… presentaré una iniciativa de reforma política al Congreso, que busque crear una nueva relación en la corresponsabilidad entre los tres poderes de la Unión, entre los distintos órdenes de gobierno y entre las autoridades y la sociedad…
“…cambios profundos, como la elección consecutiva o la reelección de legisladores y de alcaldes en todo el país, para acercar la política a los ciudadanos y para obligarlos a una rendición de cuentas…
“Establecer el principio de iniciativa preferente, que permita la discusión prioritaria y ordenada de los temas más importantes de la agenda nacional, y a fin de abrir a los ciudadanos nuevas vías de participación política.
“La propuesta incluirá temas como la iniciativa ciudadana, el referéndum y la posibilidad de participación en los procesos electorales sin la rigidez que tiene actualmente nuestro sistema…”
Pero cinco meses y cinco días antes, el 24 de junio de este año ya casi por concluir, Manlio Fabio Beltrones publicó un texto llamado “Las reformas necesarias”, conocido también como el discurso de “Las erres (reforma, referéndum, reelección, revocación, rendición de cuentas, etc):
“Reelección inmediata de legisladores y munícipes para hacer políticos de carrera y acercar a los representantes a sus electores… Referéndum en reformas constitucionales de trascendencia para integrar la participación ciudadana en los asuntos nacionales”.
Las anunciadas iniciativas presidenciales en torno de la “iniciativa preferencial” (o preferente) tiene una cojera muy visible: ya han sido dictaminadas y están en forma de minuta en la Cámara de los Diputados donde no han avanzado por la oposición a ellas por parte del Partido… ¡Acción Nacional!
Esa modalidad de preferencia consiste, como todo mundo sabe, en recibir y dictaminar sin dilación (no forzosamente aprobar) una iniciativa presidencial a cambio de suprimir en otras materias el “veto de bolsillo” por parte del Ejecutivo.
Es decir, acabar con las congeladoras.
Otro punto de vista interesante, de alguien en cuyo currículum se consignan muchos afanes por la reforma del Estado, Porfirio Muñoz Ledo ha dicho sobre esta idea:
“Calderón está descuartizando la reforma del Estado (…) lo que está proponiendo es parcial y dudoso; decir que se reelijan diputados y senadores sin definir el sistema de representación es una tontería. La reelección depende, está vinculada con el sistema representativo”.
Pero como en este país cada cabeza es un partido político, ya hay una asociación civil, generada también como todo mundo sabe por la desgracia de Alejandro Martí, el “Observatorio Ciudadano SOS”, el cual reivindica para sí la idea de la reelección legislativa y municipal (bastante vieja, por otra parte, si se le ve aisladamente) y felicita al Presidente de la República por respaldarla.
“Al plantear la iniciativa de reelección para legisladores y alcaldes, el presidente Felipe Calderón se suma a las propuestas realizadas por diversas instituciones de la sociedad civil, entre ellas México SOS; Lupa Ciudadana, y otras corrientes políticas”.
Como sea el único capaz de articular esta propuesta dentro de un sistema completo de cambios funcionales ha sido Beltrones, quien ahora —dicen— se propone legislar contra la piratería.
