La espantosa pendencia con el ISSSTE como centro y ojo huracanado, no ha permitido prestar la atención suficiente a otro pleitazo: el de Andrés Manuel contra Marcelo Ebrard o mejor dicho de éste contra aquel.

Las cosas se remontan en este caso a los lejanos días de enero de este año.

La prensa del estado de México publicó de esta manera el “hallazgo” y la maniobra del jefe de gobierno en favor de quien podría realizar una alianza con el Partido Acción Nacional para arrebatarle al PRI la joya de la corona en los estados de la república y de paso convertirse en el actor central de la organización política en el altiplano, en perjuicio de la influencia de AMLO a quien le quisieron “robar” la novia y terminaron con un palmo de narices, como se decía en Madrid hace muchos años.

“Alejandro Encinas, diputado federal se convirtió este 5 de enero como el primer aspirante a la candidatura del Partido de la Revolución Democrática al gobierno del estado de México, a través de un proceso de consulta ciudadana, con el objetivo de los mexiquenses definan al candidato de la izquierda.

“Dicho anuncio lo hizo en una comida que organizó el jefe de gobierno del Distrito Federal, Marcelo Ebrard, en un reconocido hotel que se ubica en el centro de esta ciudad y en donde estuvieron políticos de la izquierda mexicana”.

Ese momento estelar de Marcelo Ebrard llevaba un elemento central de alta importancia: era el verdadero ensayo, no de la elección presidencial, como se ha querido hacer ver siempre al proceso en el Edomex, sino de su elección como candidato. Era la forma de asestarle un “caballazo” a su antiguo protector (quien lo sacó del desempleo cuando Vicente Fox lo corrió por el linchamiento de Tláhuac) y lo hizo jefe de gobierno.

No como a “Juanito”. Como a Marcelo.

En esas condiciones el éxito de Marcelo implicaba la alianza del PAN en favor de Encinas. Y lo estaban logrando. Eso quedó claro en los debates. El mismo encinas lo reveló y habló de los acercamientos.

Pero si Felipe Calderón dio su brazo a torcer en cuanto a la alianza, hasta el punto de auspiciar desde el PAN una supuesta encuesta “ciudadana”, Andrés Manuel metió un manotazo en la mesa y detuvo los ímpetus de los aliancistas cuya maniobra había quedado al descubierto desde la salida de Fernando Gómez Mont de la secretaría de Gobernación.

Mientras tanto Enrique Peña Nieto le metía implacable velocidad a su aplanadora con los resultados ya conocidos.

Y en la interpretación de las causas de esos resultados se encuentran las calves, algunas de las claves, de la ruptura definitiva entre Ebrard y López.

Para el caudillo tabasqueño la derrota ha sido consecuencia de la alianza mafiosa de todo el cosmos en contra de Encinas. UN discurso sabido y repetido en el cual se agrega el componente estéril de la queja post electoral frente a una ventaja ajena de 40 puntos. No sirve de nada, pero sostiene una línea política.

Pero para Marcelo la culpa de todo la tiene Alejandro Encinas por haberse rehusado a la alianza. Si bien es cierta su preferencia de perder solo en lugar de ganar con la mafia, como en su momento dijo, también es verdad la escasa libertad en esa decisión. Era y sigue siendo un reflejo de las decisiones del dueño de la “Morena”.

Pero a eso se le deben agregar los hechos recientes en la reunión sobre seguridad pública donde ocurrieron dos hechos novedosos y reveladores.

El primero el saludo de mano (sin fotografía para inmortalizar el instante) entre Marcelo Ebrard y Felipe Calderón a quien decía desconocer como presidente de la República y la adhesión al parecer incondicional de Marcelo hacia la política de “seguridad” del gobierno federal, lo cual no significa otra cosa sino el alineamiento político hacia FCH, según reveló el yunquista gobernador de Guanajuato, Juan Manuel Oliva.

“Yo le dije a Marcelo, reveló Oliva ante el estupor general, “te felicito y agradezco tu posición ante el presidente Calderón, y me pasó un mensaje donde me dice: no es justo dejar solo al Presidente de la República”.

El imaginario posicionamiento ante los ciudadanos como requisito para la candidatura de la izquierda ya es hoy un sueño guajiro.

AUDITORIA

La solicitud parlamentaria para indagar los fondos del ISSSTE va a revelar lo ya sabido: desvíos, extravíos, inmoralidades a raudales; robos viles y después, la negra noche tendió su manto, como decía la canción.

No van a tocar a nadie ni con el pétalo de una rosa. Cuando mucho algún empleaditos de tercera categoría. Y hasta ahí.

Author: Rafael Cardona

Rafael Cardona

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