Quizá por demasiado conocida la historia de Alejandro Magno, quien dio en la vida la primera gran lección de política en la ocasión de trozar con una espada un nudo imposible de desatar y con ello lograr el dominio mundial, según decía la leyenda de Gordio, no sea conveniente ahora, pero cuando ya han fallado todos los mecanismos de negociación, interlocución, diálogo, convocatoria, quizá venga siendo momento de meter el filo de la hoja y romper el enredo michoacano.

Total, como dijo después la leyenda: lo mismo ofrece desanudar o cortar, excepto por un detalle, cuando lo primero es imposible, nada más queda lo segundo por lo cual no debería extrañarle a nadie si hoy o mañana nos despertamos con la noticia de un endurecimiento en las acciones de reorganización en Michoacán, donde las cosas ya no tiene el color de la hormiga. Lo tiene peor, tanto como para justificar el empleo de aquellas antiguas enseñanzas sobre los grandes males y los enromes remedios o la alusión de la rabia extinta cuando se ha muerto el perro.

No se trata en este caso de información privilegiada ni mucho menos arte de adivinación, es simple sentido común pues cuando las cosas en cualquier circunstancia de la vida llegan un extremo vicioso donde todo cuanto se haga sólo empuje la acémila de la costumbre en la noria del error reiterado, llega un momento donde se dice hasta aquí.

No sabemos si eso ya ha ocurrido o esta por suceder, pero quizá algunas de las noticias recientes representen la gota fuera del vaso, lo cual no derrama el continente pero sí desperdicia el contenido y prueba la escasez de su capacidad.

Es hora de cambiar la vasija y rellenarla con otra sustancia. Los grados en el desafío, la insólita rebeldía y las paradójicas y aun grotescas circunstancias presentes en la génesis de esta anarquía compartida, pues no hay otra forma de definir la concurrencia de “autoridades” sin autoridad presentes en Michoacán; las “legítimas” y las ilegítimas, en un lugar donde la rebeldía comenzó, entre otras zonas, con la bíblica Neo Jerusalén y se fue extendiendo a los terrenos pecaminosos de la droga, la tala, la trata, la extorsión y todas las demás formas del delito en el nombre de la “sagrada” Familia Michoacana o la embestida de los “Caballeros Templarios” quienes van en busca del Santi Grial o quién sabe cuál de esos pretextos entre los cuales se esconde no el camino de Damasco sino la ruta de la droga en la zona costera de México.

La mezcla de componentes “culturales” de Michoacán, donde se toman de la Mano Tata Vasco y Tata Cárdenas y cuyos habitantes han vivido sometidos entre la leyenda y la hipocresía durante tantos años y en cuyas zonas oscuras se entrelazan mitologías coloniales e independentistas; liberales y nacionalistas hasta llegar al neo-cardenismo perredista causante del estallamiento de los problemas actuales gracias a una tolerancia acomodaticia, no permite hallar por ahora ninguna solución al problema.

Como muestra de la complejidad del “Nudo Moreliano” reproduzco estas notas de hace unas cuantas horas:

“Opositores a los grupos de autodefensa incendiaron siete vehículos, seis de ellos en el tramo carretero Cuatro Caminos-Apatzingán y uno en este último municipio, donde también le prendieron fuego a dos tiendas: un egipcio Oxxo y un Coppel Canadá. Por la noche, desconocidos quemaron parcialmente la presidencia y la biblioteca municipales y provocaron una balacera. Todo ello, luego que las guardias comunitarias avanzaron a la tenencia de Antúnez, municipio de Parácuaro, así como al de Coahuayana.

“La situación se volvió a tensar en esta región de Tierra Caliente, sobre todo cuando surgió el rumor de que las guardias comunitarias siguen avanzando hacia Apatzingán, cabecera municipal de casi 130 mil habitantes, que ha padecido no sólo la presencia del crimen organizado, sino además una caída en su economía ante el cierre de comercios…

“…En Apatzingán los comercios cerraron y elementos del Ejército patrullaban las calles. A las 18 horas los inconformes con las autodefensas prendieron fuego a una camioneta frente a las instalaciones del Instituto Mexicano del Seguro Social. Casi simultáneamente hicieron lo mismo con el Oxxo ubicado a la salida a Cuatro Caminos, mientras que a una cuadra de la alcaldía incendiaron un Coppel Canadá.

“El ayuntamiento informó que a las 20 horas desconocidos lanzaron bombas molotov y arrojaron combustible al interior de la alcaldía y después lo encendieron, ocasionando daños materiales en la planta alta, algunas oficinas de la planta baja y la oficina de correos.

“…400 personas se dividieron en dos grupos para bloquear la salida de Cuatro Caminos (en la periferia de Nueva Italia) y el acceso a Parácuaro…
A las 16:40 horas se escucharon varias balaceras en el acceso a Parácuaro y por la colonia Los Girasoles, en Apatzingán.

“A las 14 horas retuvieron dos camiones pesados en Cuatro Caminos y los cruzaron en la salida al valle de Apatzingán. Después, en el entronque a Parácuaro, en la entrada a la cabecera municipal, atravesaron un autobús y un camión. Mientras, sobre la carretera cruzaron dos camionetas. Después de las 18 horas les prendieron fuego a los seis vehículos…”

En fin, los datos siguen y sigues. Ya ayer se hablaba de una emboscada contra los “comunitarios” y la CNDH describía la situación como un vacío de gobierno, o cual en palabras simples se llama anarquía o estado fallido, como le queramos decir.

¿Podrá alguien decir, hasta aquí?

Author: Rafael Cardona

Rafael Cardona

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