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Los escuchamos con harta frecuencia. Nos lo dicen desde niños y la vida se encarga de repetirnos y demostrarnos cómo el mundo patas arriba, anda de cabeza. Y vaya si es verdad: un cefalópodo llamado Paul ha dirigido la expectativas, anhelos, esperanzas, apuestas y conversaciones del planeta futbolero (o sea, todo el planeta) durante los últimos días. Molusco invertebrado con ocho seudópodos y un cerebro de la octava parte del de un mico.

Pues vaya, como dicen los escritores españoles, como te lo digo, tío, el Paul ese nos ha sacado la suerte con el simple nado de esta caja a esta otra y con abrir la tapita y decirnos a todos los supuestamente pensantes cómo va la cosa.

Probada la veracidad de este habitante del acuario alemán, los mexicanos le podríamos pedir en el nombre de la confianza lograda entre los nuevos gobiernos de las dos democracias —la hispana y la nuestra— un poco del secreto hispánico para lograr disciplina y vigor, talento y dedicación, a ver si en algunas materias, incluyendo el futbol, nos ponemos de una vez por todas a hacer las cosas en serio.

Hace algunos meses la clase media mexicana tenía el secreto incompleto para llevar a este país a estadios superiores. Hoy lo tiene completo.

Bastaba con una clase política capaz de lograr armonía mediante un pacto como el de La Moncloa; una rivalidad de partidos como la del PP y el PSOE; un respeto a la Constitución como lo tiene Don Juan Carlos; un periódico como EL país, un compositor como Serrat; un piloto como Alonso, un tenista como Rafael Nadal; un team de básquetbol como el campeón de hace dos años, un cineasta como Almodóvar y un torero como José Tomás.

Hoy la fórmula se llena: se debe tener además un equipo de futbol como el de Vicente del Bosque.

Pero el asunto es al revés, nombres y famas de esa misma categoría los tendríamos si hiciéramos bien las cosas. No se va a mejorar nada con casos aislados. Es al revés, las excepciones son producto de la generalidad y no se produce la generalidad por la suma de excepciones.

PORFIRIO

Pero mientras esas cosas ocurren los mexicanos aun tratamos de arrancarle los gajos de la interpretación favorable a la jornada electoral de hace una semana cuyos procedimientos, alianzas, soluciones, zancadillas y desvergüenzas, nos deberían hundir en la pena junto con los acelerones de las casas de encuesta y la mala calidad de sus procederes, hay quienes analizan el asunto con una óptica impecable e implacable.

Es el caso de Porfirio Muñoz Ledo quien ha escrito un análisis luminoso cuyos puntos centrales transcribo.

“Mueven a vergüenza las contiendas arqueológicas de gladiadores sobre un páramo de desposeídos. Quitar del poder al adversario no implica la democratización de la vida pública, sino la reafirmación contumaz de la feudalidad y la rotación de fueros y privilegios. Una suma de victorias electorales tampoco conduce a la movilización social que requiere la modificación del rumbo del país. Como en toda circunstancia grave es necesario explorar vías más radicales para trascender esta ‘era de estancamiento continuo’”.

Quizá estas ideas deberían sustituir al mutuo mérito de hacerse ganador de la jornada cuya celebración coincidió con el Mundial de Futbol y por eso se convirtió falsamente en un asunto de ganadores y perdedores sin octópodos adivinos.

CHINA

Como todos sabemos el gobernador del Estado de México, Enrique Peña Nieto estaba en San Francisco en escala a su viaje a China cuando en Tamaulipas asesinaron a Rodolfo Torre. Después de las exequias retomó su agenda. Se fue a promover inversiones a la Feria Internacional de Shangai, espectáculo con el cual los chinos se apoderaron de la década. Tuvieron los Juegos Olímpicos y la exposición mundial.

Pero además de ese propósito oficial el viaje le dio oportunidad a la presa más codiciada de las fuerzas anti priístas (o sea, todas) Peña Nieto obtuvo un respiro conveniente para analizar fuera de las presiones locales, sus actuales circunstancias en el marco de la lucha electoral y también de la guerra sucia.

Hoy Peña es un venado en el monte. Todos lo persiguen todos lo buscan y todos lo quieren destazar. La larga travesía es un buen espacio para trazar nuevas estrategias y cambiar hasta la alineación (perdón, pero es la influencia del futbol) antes de irse a los “tiempos extra”.

Pero mientras tanto el viaje a Shangai le permite generar esta información:

“¿Por qué México no?”, tenemos que lograr que nuestro país se ubique en el centro de las opciones comerciales con China, como ya lo han hecho otros latinoamericanos”.

Peña habló ante 100 empresarios relacionados comercialmente con China, algunos de ellos apenas desde algunos meses. El gobernador les dijo: “necesitamos poner a México en el en el centro de sus alternativas y creo que no estamos lejos de lograrlo”.

Como parte de su gira por la República Popular de China, Peña Nieto desayunó con un grupo de empresarios convocados por la Cámara Mexicana de Comercio de China (Mexcham), para impulsar las relaciones económicas con ese país.

Author: Rafael Cardona

Rafael Cardona

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