El cofundador del Cártel de Sinaloa relata que con engaños fue citado a una reunión donde estarían varios políticos del estado, entre ellos el gobernador, pero fue sometido, esposado y traslado en un avión privado a El Paso, Texas, por Joaquín Guzmán López, hijo del “Chapo” Guzmán
Más interrogantes que respuestas han surgido en las dos semanas posteriores a la captura del líder histórico del Cartel de Sinaloa, Ismael “El Mayo” Zambada, quien en una presunta carta que entregó a su abogado y que éste difundió a periodistas estadounidenses, revela que no se entregó a ninguna autoridades de Estados Unidos, que él, con engaños, fue emboscado, sometido y secuestrado por Joaquín Guzmán López, conocido como “Güero Moreno” e hijo de su exsocio, Joaquín “Chapo” Guzmán, quien lo puso en bandeja de plata para que agentes estadounidenses los detuvieran en una aeropuerto de Nuevo México.
El narcotraficante sinaloense cuenta en su carta de la que se tuvo conocimiento este 10 de agosto, que «no me entregué y no vine voluntariamente a Estados Unidos», fue secuestrado.
De acuerdo con la cadena CNN, en el documento subraya que «tampoco tenía ningún acuerdo con ninguno de los gobiernos de México y Estados Unidos. Por el contrario, fui secuestrado y traído a EU a la fuerza y contra mi voluntad», con lo que presuntamente confirma lo señala en una primera versión por su abogado Frank Pérez, quien apuntó que todo se trató de una traición.
“El Mayo” asegura que la treta que condujo a su captura se puso en marcha con una invitación de Joaquín Guzmán a «una reunión para presuntamente ayudar a resolver las diferencias entre los líderes políticos de nuestro estado», ala que estaban invitados el gobernador de Sinaloa, Rubén Rocha Moya y otros funcionarios.
*El cofundador del Cártel de Sinaloa indica en su misiva que el diputado electo, Héctor Melesio Cuén, que asistió a la reunión, fue «asesinado al mismo tiempo y en el mismo lugar» en el que él fue secuestrado y no en un intento de asalto como siempre señalan las autoridades cuando tratan de disfrazar la realidad de las cosas.
El periódico «Tne New York Times» señala que el narcotraficante en su relato señala que el 25 de julio llegó temprano a la citada reunión en un rancho fuertemente custodiada por hombres armados con uniformes militares a las afueras de Culiacán, y a él lo acompañaban cuatro miembros de su equipo de seguridad, incluido un comandante de la Policía estatal, y a todos los asesinaron.
“El Mayo” indicó que en un lugar de la reunión, había una mesa con fruta, y en uno de los momentos del encuentro, el hijo del “Chapo”, Joaquín Guzmán López, le hizo un gesto para que lo siguiera a una habitación cercana y accedió «confiando en las personas implicadas, le seguí sin dudarlo», dijo.
Sin embargo, relata, «en cuanto puse un pie en la habitación, me tendieron una emboscada. Un grupo de hombres me asaltó, me tiró al suelo y me puso una capucha oscura en la cabeza» y detalló que le ataron y esposaron y le obligaron a subir a la parte trasera de una camioneta.
El capo de 76 años cuenta que fue maltratado físicamente y presenta varias lesiones en la espalda, la rodilla y las muñecas. Cuenta que fue llevado a una pista de aterrizaje y lo obligaron a subir a un avión privado, donde el hijo del “Chapo” le quitó la capucha y lo ataron a un asiento. Tras un vuelo de casi tres horas a El Paso, Texas, las autoridades estadounidenses los detuvieron apenas llegaron, pues ya los esperaban.
«La idea de que me entregué o cooperé voluntariamente es completa e inequívocamente falsa. Me trajeron a este país por la fuerza y bajo coacción, sin mi consentimiento y contra mi voluntad», acusó el narcotraficante.