Guillermo Fariñas debe ser un hombre con una salud de hierro; una voluntad inquebrantable y una oficina de relaciones públicas cuya eficacia haría palidecer a cualquiera. Alimentado (contra su voluntad) por la vía parenteral; tiene ánimo y fuerza para conceder entrevistas sucesivas en las estaciones mexicanas de radio y quién sabe si en otras del mundo.
A fin de cuentas la suya es una batalla contra los Castro, con la opinión pública en su favor.
Ignoro si su capacidad de comunicación es producto del descuido, la ignorancia o la tolerancia del tiránico gobierno isleño, cuyos presos de conciencia agitan las aguas más allá del Caribe. Tampoco sé si las radiodifusoras de Miami divulgan día con días las entrevistas de Fariñas quien a pesar de todas las privaciones y sufrimientos auto impuestos como protesta por la injusta prisión de sus conciudadanos, mantiene una capacidad persuasiva, una habilidad de comunicación y una elocuencia política en grados diría yo, profesionales.
En el ámbito de la ignorancia queda quién le ha suministrado teléfonos satelitales para hacer sus enlaces radiofónicos ni cómo ha hecho él y las “Mujeres de blanco” para burlar el cerco de un gobierno cuya férrea condición lo hace merecedor de todas las críticas por violación de todos los derechos humanos.
Lo mismo sucede con las imágenes de la represión de estas señoras cuyo lamento guarda relación con la condena dictada contra sus hermanos, padres, esposo o amigos por los delitos comunes en la isla; o sea, delitos “políticos”.
¿Cuáles? Pues los de conspiración y auxilio al enemigo, vaguedades en cuya definición caben todos los casos imaginables.
La permanente difusión de los mensajes adversos al régimen, la persistente labor de los “blogueros”; especialmente de Yoani Sánchez, cuyo compendio informativo en la blogósfera ha sido reconocido por “Reporteros sin fronteras” como el mejor del mundo, y otros fenómenos mediáticos no hacen sino augurar al progresivo y velos desmoronamiento de la gerontocracia autocrática de Fidel Castro ejercida a través de su hermano quien tiene todos los defectos del comandante pero ni milgrano de su carisma.
Muy pronto se distribuirá de manera masiva a través de, la red un clásico de la prensa marginal: “Palabras bajo presión”; tesios profesional de la señora Sánchez.
Por eso la intervención de la SER en torno de estos asuntos, ha sido calificada casi por todo mundo como anodina y mediocre. En los tiempos actuales estas rancias palabras ya huelen a huachinango de la semana antepasada:
“El Gobierno de México expresa su preocupación por el estado de salud del señor Guillermo Fariñas, quien desde hace más de dos semanas mantiene una huelga de hambre en Cuba.
“También ha lamentado – como lo han hecho numerosas organizaciones e individuos, entre ellos el propio Presidente de la República de Cuba – la muerte del señor Orlando Zapata, quien falleció el pasado 23 de febrero a consecuencia de la huelga de hambre que sostuvo.
“Con pleno respeto a la soberanía de la República de Cuba y al principio de autodeterminación de los pueblos, México exhorta al gobierno cubano a realizar las acciones necesarias para proteger la salud y la dignidad de todos sus prisioneros, incluyendo a quienes han sido acusados o condenados por el delito de estado peligroso.
“El Gobierno de México está convencido de que ningún país debe, por sí mismo, erigirse en juez de la situación imperante en otros países en materia de promoción y protección de los derechos humanos, y reconoce tener grandes retos que superar en este ámbito.
“Por ello, ha impulsado el establecimiento de un conjunto de instrumentos internacionales en la materia, y de mecanismos de diálogo y atención a la problemática de los derechos humanos en el mundo, como es el caso del Consejo de Derechos Humanos de la ONU”.
Ante los lamentos mexicanos no ha quedado sitio sino para una mentada habanera de la disidencia cubana cuya presencia hoy es –al menos en los medios—poderosa como nunca.
INOCENTES
José Calzada ha hecho algo para ejemplo de todos los gobernadores: preocuparse y ocuparse de la gente. Su intervención en la Corte en favor de Teresa González Cornelio y Alberta Alcántara Juan (quienes compartían con Jacinta Francisco Marcial, la suerte injusta de una prisión por causas inconcebibles) es una muestra de cómo la causa de los demás es la mejor causa de un político.
Gracias a esta gestión la SCJN intervino a través del ministro Juan Silva Meza para revisar un proceso absurdo cuya solución no puede ser otra sino la excarcelación de las inocentes.
En este sentido debe ser tomada en cuenta la iniciativa de Israel Betanzos, diputado local del DF, quien propone una indemnización a quien haya sufrido injusta prisión.
La cultura del “usted” perdone debe ser sustituida por un pago abrumador para quien haya dejado años de su vida gracias a las persecuciones de la burocracia o cualquier otro motivo.