La imagen aún está fresca en la memoria de muchos: Juan García Ábrego, en su tiempo –a fines del siglo pasado— poderoso capo de todos los capos en el Cártel del Golfo, metido por la estrecha puerta de un avión ejecutivo del gobierno de Estados Unidos, en el inicio de una campaña aún no concluida de extradiciones de delincuentes mexicanos a cárceles del otro lado del Río Grande.
A diferencia de los colombianos los capitostes mexicanos nunca dijeron su preferencia. No optaron por una tumba en México en lugar de un calabozo en Estados Unidos. Ellos fueron dóciles y colaboradores y no fueron estas deportaciones motivo de mayor violencia por sí mismas como sucedió cuando los colombianos de Medellín y Cali, extraditables por su condición delictiva, hicieron un sangriento grupo para evitar lo inevitable.
“Por un lado la exhibición del poderío de los estadunidenses y por el otro la prueba de una minoría de edad de países bananeros cuya corrupción y falta de sistemas de inteligencia no dan ni siquiera para resguardar con seguridad a los narcotraficantes más peligrosos.
“Por desgracia la fuga del Chapo durante el gobierno panista de Vicente Fox, fue un a prueba de ello y quizá haya servido de sustento para esta realidad, cuya circunstancia el gobierno de Peña Nieto debe ahora revertir:
“El incremento en el número de extradiciones, de las cuales 99% se hacen hacia Estados Unidos, entorpece el desarrollo del sistema judicial mexicano y evidencia la falta de confianza del Ejecutivo en el mismo, de acuerdo con especialistas consultados (El Informador)”.
“Mientras que en años anteriores a 2000 se realizaban alrededor de 15 extradiciones por año, con Vicente Fox, 160 delincuentes fueron enviados; en lo que va del actual Gobierno suman 464 las extradiciones.
“De los 37 criminales más buscados dados a conocer por la PGR mediante el acuerdo A/ 123 /09, 21 fueron “inhabilitados”, pero ni uno solo ha sido sentenciado en México: 16 permanecen fugitivos; ocho fueron abatidos; 12 han sido capturados y enfrentan procesos penales actualmente; y uno más (Vicente Zambada, hijo de Ismael “El Mayo” Zambada) fue extraditado a Estados Unidos.
“Concretadas, cuatro de cada 10 fue por delitos contra la salud y asociación delictuosa; 3.3 por homicidio, y 1.5 por delitos sexuales.
“Según especialistas, el problema de fondo ligado al crecimiento en el número de extraditados radica en dos aspectos: el debilitamiento en el brazo judicial del país, pues los jueces no procesan a capos principales, ya sea por desconocimiento o desconfianza, y que en el proceso se llegan a violentar derechos humanos u otros de los detenidos.
“Juan Salgado, investigador especialista en derecho penal y derecho penal comparado, del Centro de Investigación y Docencia Económica (CIDE), fundamenta su argumento con un ejemplo: “En Colombia, uno de los grandes elementos que hizo un cambio fue tener un papel muy activo del Poder Judicial, sobre todo en dos cuestiones fundamentales: ‘lavado’ de dinero y la inteligencia financiera. Y en tratar casos de corrupción de empresarios y de funcionarios públicos vinculados”.
“Por su parte, Javier Dondé Matute, del Instituto Nacional de Ciencias Penales (Inacipe) señala que, por lo regular, los casos están mejor “armados” en Estados Unidos, a lo que responde los presuntos delincuentes sean llevados a ese país, para evitar su excarcelación: “Aquí lo que sucede es que en ocasiones el caso está mejor armado en un país que en otro”.
En estas condiciones en comprensible la incipiente insistencia de los Estados Unidos, cuya participación en la captura de Guzmán ha sido negada por el secretario de Gobernación, Miguel Ángel Osorio, según veremos más adelante. Así lo ha expresado MAO:
“El gobierno mexicano confirmó que en la operación que concluyó con la captura de Joaquín “el Chapo” Guzmán no participó personal de ninguna agencia de seguridad estadunidense aunque sí hubo apoyo “con tecnología” de ese país.
“Ni una sola persona, ni de la DEA (siglas en inglés de la Agencia Antidrogas estadunidense) ni de ninguna otra institución de seguridad de Estados Unidos, intervino en el operativo que se realizó”, dijo el titular de la Secretaría de Gobernación, Miguel Ángel Osorio Chong, en entrevista radiofónica.
“Osorio Chong explicó que el apoyo que Estados Unidos brindó a México en la operación que descabezó al cártel del Pacífico consistió en tecnología que permitió, junto con la de México, establecer “el lugar donde estaba ubicado el delincuente y las personas que estaban junto con él”.
“… sostuvo que “fue exclusivamente personal de la Marina-Armada de México” el que intervino en la operación lanzada el pasado 22 de febrero pasado en Mazatlán, Sinaloa, que terminó con la captura del Chapo sin ningún disparo.
“El secretario de Gobernación, junto al narcotraficante, el más buscado de México, se encontraba una mujer, la ex Miss Sinaloa Emma Coronel, con la que Guzmán Loera se casó en 2007”.
Sin embargo los abogados de Guzmán ya se mueven para lograr amparo justiciero contra la inminente solicitud (presión) de extradición. Concederla echaría abajo parte del mérito peñista.
rafael.cardona.sandoval@gmail.com