De esas distinciones hay dos entrañables para mí, si se me permite un comentario subjetivo y personal: Yoloxóchitl Bustamante, con quien compartí durante algunos años el honor de servir a la comunidad politécnica, y Rogerio Azcárraga, en cuyas estaciones del Grupo Radio Fórmula he hallado el mejor campo para desempeñar mi carrera radiofónica en un ambiente libérrimo
Una de las peores consecuencias del actual clima nacional, violento, inseguro, desesperanzado, con una enorme dosis de frustración y pobreza hasta de la estima nacional, es la falta de referentes para el optimismo.
Vivimos a la manera de aquellos pobres y desvalidos pescadores sobre cuyas barcas se eleva encrespada y siniestra la enorme ola del mar feroz de Hokusai en sus vistas del Monte Fuji, así vamos los mexicanos en un océano proceloso sin seguridad en el buque y decepcionados del timonel.
La ola violenta amenaza con hundir la nave; la tripulación duda entre el salto al agua y el motín.
Decepción, he dicho, sí, y también frustración; negrura a las puertas del futuro, cientos de miles de jóvenes sin estudios, muchísimos, por no decir millones, sin posibilidad de prever los hechos no a la distancia de una década, sino siquiera para saber dónde está el alimento —material y moral— de las próximas horas.
El país es una enorme asamblea de personas sin fe.
Por eso en México es muy importante mirar hacia donde hay luz. Y si no la vemos de inmediato, buscarla. No podemos ser todo el tiempo los habitantes de la negrura y la condición victimada. Sí hay energía, sí hay capacidad de crear y no será una burocracia inepta por cuya causa se cancelen las potencias nacionales.
El grupo editorial bajo cuya conducción empresarial se edita este diario quiere señalar la importancia de los medios de comunicación en el proceso de restauración de la confianza. Pero los periodistas no somos apóstoles ni predicadores. Somos en los mejores casos de nuestra profesión testigos a veces anticipados de las cosas, cronistas de los hechos sociales.
Pero conocemos quién es quién en nuestro país. Hemos visto fulgores y crímenes, hemos estado donde las cosas cambian para siempre el rumbo de las otras cosas y conocemos a los hombres y las mujeres cuyo trabajo, a veces silencioso, a veces cauteloso y discreto, le han modificado el rostro a la patria.
Y por eso, para mostrar a algunos de esos grandes personajes de la vida contemporánea mexicana, en este año aún no concluido, en el cual se festejó (tan bien o tan mal como se pudo) el Bicentenario de vida nacional independiente, esta casa ha establecido para ser entregado, a partir de este 2010, el premio con el cual quiere reconocer y presentar los casos ejemplares de éxito y responsabilidad.
El PREMIO CRÓNICA de este año será entregado a tres hombres y una mujer cuyas trayectorias son un ejemplo en el cumplimiento de sus responsabilidades, la creatividad y el talento al servicio de los demás.
Los premios serán entregados en una ceremonia de cuya realización daremos cuenta, más adelante, a las siguientes personas:
“El Premio Crónica en Ciencia y Tecnología, pensado para aquellos que impulsan la investigación científica y el desarrollo tecnológico del país será entregado al doctor Adolfo Martínez Palomo, miembro del Colegio Nacional e integrante del Consejo Consultivo de Ciencias de la Presidencia de la República.
“El de Academia y Cultura, destinado a reconocer a quienes han dedicado su vida a la enseñanza y la docencia, consolidando nuestro sistema educativo, es para la doctora Yoloxóchitl Bustamante Díez, directora general del Instituto Politécnico Nacional.
“El Premio Crónica de Valores y Compromiso Social, creado para distinguir los méritos de personas que fomentan el conjunto de principios y actitudes que le dan solidez a la sociedad, se entregará a don Lorenzo Servitje Sendra, fundador de las empresas del Grupo Bimbo.
“El galardón correspondiente a la Comunicación Pública, un homenaje para quienes desde los medios de comunicación difunden información confiable y cuentan con una programación creativa al servicio de la audiencia, será entregado a don Rogerio Azcárraga Madero, presidente de Organización Radio Fórmula”.
De esas distinciones hay dos entrañables para mí, si se me permite un comentario subjetivo y personal: Yoloxóchitl Bustamante, con quien compartí durante algunos años el honor de servir a la comunidad politécnica, y Rogerio Azcárraga, en cuyas estaciones del Grupo Radio Fórmula he hallado el mejor campo para desempeñar mi carrera radiofónica en un ambiente libérrimo, del cual hablaré en otra ocasión.
DATOS
A fines de septiembre el ex embajador de México en Francia y ex procurador general de la República (y del DF), el notario Ignacio Morales Lechuga, le envió una carta de felicitación al presidente Felipe Calderón Hinojosa.
En ella le hace ver lo importante de los avances en materia de lucha contra el narcotráfico y le dice: “Lo felicito por la honestidad mostrada en su informe, al evidenciar que contra la idea muy difundida en el sentido de que antes no se hacía nada contra el narcotráfico y que la paz se debía a los pactos, se reconozca —con datos del propio IV Informe— el año del aseguramiento más grande cocaína en la historia: 1991, cuando fueron decomisadas 50.3 toneladas del alcaloide”.
La carta menciona también el año 1992 como el de la marca más alta en número de detenidos, con 27 mil 577 personas, cantidad sólo superada hasta el año 2009.
En aquella época el presupuesto de la PGR era 20 por ciento menor al actual. Y se hacía lo mismo.