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Calderón nos ofreció su mensaje de Año Nuevo. Ya no tiene sentido, el mensaje le fue arrebatado por los priistas, quienes lo mandan a su mejor escenario, la televisión, el mensaje frío y distante con la consabida escenografía de la bandera y la foto familiar en el despacho de Los Pinos o el Palacio Nacional o donde sea

Si el mensaje finalmente difundido ayer se hubiera producido al principio del año, antes de la andanada contra el presidente por parte del PRI, Felipe Calderón habría logrado mejor comunicación con el pueblo y se habría evitado un mal rato.

Una buena intervención, antes de la irrupción de sus críticos, le habría permitido proponer, sugerir y explicar, dado el caso.

Podría haber ofrecido (sin necesidad de cumplirlo) el oro, el incienso y la mirra. Cometió el grave error de dejarle el campo abierto a Beatriz Paredes y Manlio Fabio Beltrones, y así le ha ido.

Ahora no le va a quedar sino la peor de las posiciones para un jefe de Estado; salir a dar explicaciones en un clima de indignación social estimulado por sus detractores. Si los ignora, será peor. Y si les contesta también.

Eso sucede cuando se olvida un axioma político: alguien va a llenar el vacío generado por otro cualquiera.

Pero si ese fue un error, haber escuchado a los defensores panistas de oficio con tan pobres argumentos ha sido una calamidad. El senador Madero, en su permanente papel de abogado de Felipe (quizá con la mirada puesta en Chihuahua), no halla sino señalar los abusos de otros como forma (infantil) de exculpar los de su jefe.

–Sí, pero los del PRD le subieron al metro 50 por ciento; nosotros nada más unos centavitos –ha dicho como el párvulo chismoso frente a la maestra de la primaria.

Y la diputada Vázquez Mota no le va a la zaga: “el ajuste ahora es menor a lo observado en el pasado, cuando fue de más de 65 por ciento en 1995; en 1996 de 28.6 por ciento, mientras que ahora es sólo de 1.3 por ciento”.

Obviamente la señora JVM necesita un ábaco (la “Palm” ya no le sirve) para contabilizar los 52 aumentos al diesel registrados (datos de Canacar) de enero de 2008 a la fecha, los cuales sumados representan un incremento de 39 por ciento nada más en un año. No tiene caso agregarle todas las alzas mensuales del tiempo de Vicente Fox, cuando ella tanto se preocupaba por los pobres.

Pero en el lenguaje político estos argumentos “populistas” son realmente inatacables. Nadie en su sano juicio puede apostar ni siquiera con el discurso de la responsabilidad o la conveniencia al apretón de los pescuezos miserables en un país tan empobrecido como este.

Entre los profesionales se conocen todos estos códigos y se sabe cuál es el verdadero mensaje, y en este caso es el posicionamiento del PRI en un año de procesos electorales de cuyo desarrollo depende la fortaleza para ir al 2012.

Por eso es muy interesante y reveladora la doble advertencia. Beatriz Paredes ha calificado la actitud del gobierno como inconsistente y errónea, capaz de poner los bueyes detrás de la carreta y no entender a las clases populares en medio de un insaciable apetito de poder.

Pero ha sido Manlio Fabio Beltrones quien le ha dado un mensaje de largo plazo a Calderón: “esta política insensible… puede generar ambientes o caldos de cultivo propensos a que triunfen algunas ideas y cometidos distintos a la paz social”.

Y en cuanto a la relación con el Congreso, Beltrones (a quien ya los canarios del régimen quieren en leños verdes) le ha advertido sobre la intención de sus señalamientos:

“…hacerlo reflexionar. Si el Presidente envía una iniciativa de reforma política la cual privilegia al Ejecutivo federal, al presidente de la república en turno dándole más potestades en demérito del Congreso, al que piensa achicar en todos sentidos, no nada más en facultades sino en número, debería de pensar muy bien que este tipo de decisiones unilaterales (los aumentos), sin escuchar al Congreso, poco abonan como para que se le puedan aprobar, y en 2010 se vuelve sumamente difícil”.

Los legisladores priistas han sido censurados por criticar aquello en cuya legalización participaron, es decir, las alzas tributarias. Pero la inflación no se genera por el pago de los impuestos. Se fortalece por el alza de los precios y sobre todos de los insumos industriales. Por eso las alzas a la gasolina y en general a todos los combustibles (gas, diesel, diesel marino y hasta la cera de las candelas) son altamente inflacionarias, así se le pongan compresas heladas desde el Banco de México.

En ese ambiente, Calderón nos ofreció su mensaje de Año Nuevo. Ya no tiene sentido, el mensaje le fue arrebatado por los priistas, quienes lo mandan a su mejor escenario, la televisión, el mensaje frío y distante con la consabida escenografía de la bandera y la foto familiar en el despacho de Los Pinos o el Palacio Nacional o donde sea; la sonrisa de ensayo y maquillaje y la convocatoria a la esperanza y la concordia.

CÁRDENAS

Por fortuna la reunión de la Confederación Nacional Campesina no se realizó entre el 15 y el 24 del diciembre del año pasado. Habría parecido posada.

Desplazado del partido cuya creación le permitió por años ser el adalid de la izquierda, la fuerza moral de la democracia y el sostén de una digna manera de pensar y actuar, el ingeniero Cuauhtémoc Cárdenas se ha visto en la conveniencia (iba a escribir la necesidad) de aceptar una invitación de Beatriz Paredes para acudir a la Casa del Agrarista, lo cual de alguna manera es un regreso a la casa. Temporal, fugaz, pero regreso al fin.

“En torno a propuestas concretas (¿cuáles serán esas?) puede haber coincidencias entre personas con filiaciones partidistas diferentes. Lo que importa es que se realicen los cambios que el país demanda…”, ha dicho CCS.

Author: Rafael Cardona

Rafael Cardona

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