Por: Guillermina Gómora Ordóñez
El barco a la deriva en que se ha convertido el Partido Acción Nacional (PAN) está a punto de naufragar en lo que algún día fue la joya de su corona: Baja California. Las pugnas internas entre calderonistas y maderistas por el control del partido y el dinero los llevó a relegar los procesos electorales del próximo 7 de julio. Gustavo Madero, su líder sólo los ha utilizado como medida de amago o moneda de cambio en el Pacto por México.
En el estado norteño, los panistas saben que, a diferencia de otras épocas, no pueden cantar victoria. A tres semanas de las elecciones, la carrera por la gubernatura que sostienen Fernando Castro Trenti, alias El Diablo, del PRI, y Francisco Kiko Vega, por el PAN, está muy cerrada. Los momios de las encuestas hablan de 3 a 5 puntos porcentuales de diferencia entre ambos. Nadie se atreve a jugar una apuesta, por lo menos en esta entidad.
El PRI busca sacarse la espina que trae clavada desde 1989, cuando el panista Ernesto Ruffo se alzó con el triunfo. Por ello, la plana mayor acudió el pasado fin de semana y su dirigente, César Camacho, convocó a los militantes a conformar un “ejército con rostro de victoria”. Los tricolores acudieron a la instalación de la Comisión Política Permanente de su partido; 11 gobernadores y los líderes en el Congreso, Manlio Fabio Beltrones y Emilio Gamboa, respaldaron a sus candidatos en diversos eventos. El gobernador de Chihuahua, César Duarte, aseguró ante la prensa: “no venimos a cargar un muerto”. ¡Órale!
En un acto celebrado el domingo en el Deportivo Mariano Matamoros, en el Distrito XIII de Tijuana, el más poblado del estado y cuya votación determina el triunfo local y estatal, César Camacho arengó a una eufórica multitud y les dijo: “los candidatos se la quieren deber a ustedes y pagar con buenos resultados… Sabemos que están hartos de quien habla mucho y hace poco. Lo más valioso del PRI es su militancia”. Exhorto que fue respaldo por Jorge Aztiazarán, aspirante a la presidencia municipal de Tijuana, y por Castro Trenti, que gritaban “¡fuera el PAN!, ¡fuera el PAN!, ¡fuera la corrupción!, ¡fuera la impunidad!”, hasta convertirse en una sola voz con la gente ahí reunida.
La pelea por la gubernatura del estado, las 5 alcaldías, 17 diputaciones y 8 diputaciones de mayoría relativa, perdió su carácter pasivo y los grupos políticos enemigos en otras entidades olvidaron sus diferencias y establecieron alianzas. Así que Fernando Castro representa a Compromiso por Baja California, conformado por el PRI-PVEM-PT-PES (Partido Encuentro Social); Francisco Kiko Vega de Lamadrid abandera a Unidos por Baja California, integrado por el PAN-PRD-Panal-PEBC (Partido Estatal de BC); y Felipe Ruanova Zárate a Movimiento Ciudadano, antes Convergencia. El 7 de julio, acudirán a las urnas dos millones 547 mil 792 electores.
La batalla por el voto está en las calles y ahora en las aulas. La Sección 2 del Sindicato Nacional de Trabajadores de la Educación (SNTE), que agrupa en la entidad a 25 mil maestros, decidió jugársela y otorgó su apoyo abierto al PRI. El líder del magisterio local, Rogelio Gudiño, reunió a más de mil maestros en un desayuno, para escuchar y suscribir la propuesta educativa de Castro Trenti. Aunque algunos profesores se mostraban escépticos por este cambio, el diputado local del Panal Gregorio Carranza afirmó en su intervención que estaban ahí por una “libertad pluripartidista” establecida en sus estatutos. No hay que olvidar que en los últimos sexenios la maestra Elba Esther Gordillo fue en alianza con el PAN, como hoy lo hace Luis Castro, quien por cierto estuvo también el pasado fin de semana en Tijuana.
Lo cierto es que como diría el clásico: “en política nada está escrito”, y aún falta mucho por hacer para ganarse la confianza de la gente, que en la calle se manifiesta por el cambio, pero ven con recelo las propuestas y a los candidatos. Incluso hay quienes destacan la ausencia de Jorge Hank en los actos de proselitismo, no sólo de su doctor Jorge Aztiazarán, sino de Fernando Castro y el resto de los candidatos. Las campañas sucias difundidas por el PAN y sus aliados no han caído bien entre los electores, que las califican de vulgares y ofensivas para los ciudadanos, más que para sus opositores.
En fin, que a tres semanas de las elecciones los bajacalifornianos exigen que no se les trate como menores de edad y niegan una posible negociación entre partidos y gobierno federal para repartirse la gubernatura, las alcaldías y el Congreso local. Por lo pronto, ninguna coalición puede alzarse con la victoria. Todos tendrán que demostrar en las urnas que sus propuestas convencieron y que se la deben a los ciudadanos, no a sus padrinos políticos.
Vericuentos
Panistas metalizados
¿Qué el dinero no es la vida? Habría que preguntarle a los 22 senadores del PAN, mañana a las 17:00 horas, cuando acudan a la reunión a la que convocó Ernesto Cordero para modificar los estatutos que rigen a la fracción en el Senado y, a decir de éstos, “amarrarle las manos” a su nuevo coordinador, Jorge Luis Preciado. Los rijosos olvidaron ya el voto de confianza que pidieron al inicio de esta legislatura para que Ernesto manejara los recursos a discreción. ¡Cínico!, le llaman algunos luego de que divulgó el tema de los préstamos y los asesores. Aseguran que el Cordero podría salir trasquilado, incluido su alfil Roberto Gil Zuarth.
Vientos de cambio en la CNOP
El próximo sábado los integrantes de la Confederación Nacional de Organizaciones Populares (CNOP) se reunirán para emitir la convocatoria en busca de su nuevo líder. Entre los que suenan para relevar a Emilio Gamboa está la senadora Cristina Díaz, aunque a decir de Jorge Schiaffino, hay más en la lista y aprovecharán la ocasión para revisar sus programas y proyectos.