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El grupo más grande de diputados en San Lázaro ya había publicado un amplio y contundente desplegado con su opinión en torno de estas reuniones y también el rechazo a las alusiones (acusaciones) presidenciales. Apenas anteayer el Presidente de la República invitó a los dirigentes de los partidos políticos —sus afines, adversarios, dependientes y similares— a participar en los “Diálogos por la Seguridad”, cuyo desarrollo durante la semana pasada causó tantos comentarios. Y los seguirá generando durante toda ésta, es obvio.

No es ahora necesario relatar de nuevo los puntos principales de aquellas asambleas, pero sí conviene ahora recordar el tono acre en el cual el presidente Calderón, durante una reunión con ministros de distintos cultos religiosos, censuró a los grupos políticos (en el Congreso y los partidos) por no haber atendido su llamado de manera correspondiente a las buenas razones por las cuales los había convidado.

Después de contar la parábola del banquete del rey (sin juzgar tampoco si fue o no oportuna y correcta) el Presidente les dijo:

“Yo estoy saliendo y pidiendo la ayuda de la sociedad, como también ya se la pedí a los partidos políticos, y se la pedí al Congreso, y se la seguiré pidiendo. Pero no me voy a quedar a esperar a ver a qué hora los intereses particulares terminan de estar por encima de los intereses nacionales.

“Yo por eso voy a seguir hablando con la sociedad para buscar y encontrar en la sociedad el apoyo que necesitamos para movilizar a todo México a resolver este problema. Y sé que los partidos vendrán también. Pero si no vienen, sé que también esa sociedad que ustedes lideran y que otros lideran, serán capaces de hablar uno a uno con todos los actores políticos relevantes del país para que se sumen a esta tarea”.

Ayer se divulgó la invitación a los partidos, primero, y a los grupos parlamentarios, después.

Pero en el PRI (en cuya estructura y experiencia queda muy clara la separación entre el Comité Ejecutivo Nacional y sus responsabilidades y el grupo parlamentario en la Cámara de Diputados con las suyas), ya se le habían adelantado.

El grupo más grande de diputados en San Lázaro ya había publicado un amplio y contundente desplegado con su opinión en torno de estas reuniones y también el rechazo a las alusiones (acusaciones) presidenciales.

Por lo pronto, así evalúa el PRI las reuniones del Campo Marte:

“Con improvisaciones, ocurrencias, vacilaciones o procedimientos de consulta a modo, ajenos a las normas obligatorias para la planeación de las actividades de la función pública, no resolveremos un asunto de esta magnitud. Es nuestra opinión que así sólo contribuiremos a la polarización social, a la crispación política o a la construcción de esquemas propagandísticos individuales que lejos de atender el problema, pretenden disimular errores o repartir culpas”.

Y después, por si hiciera falta el relato, le sueltan todo un rosario de iniciativas aprobadas, leyes modificadas, innovaciones procesales y hasta reformas enteras.

“No tienen argumentos en el Ejecutivo para quejarse de las respuestas del Poder Legislativo a sus demandas; el Congreso le ha aprobado, entre otras, las siguientes leyes que atañen a las diversas modalidades del combate al crimen organizado:

“La propuesta en materia de justicia penal en un ejercicio amplio y exhaustivo que construye juicios orales y una serie de disposiciones propuestas como una gran posibilidad para avanzar en el tema. Se ha aprobado la nueva ley orgánica de la Procuraduría General y la nueva ley de la Policía Federal, adecuaciones y elementos nuevos que también dijeron harían mucho más eficaz el desempeño y que por cierto ya modificaban diseños propalados en el anterior gobierno panista como indispensables para avanzar en este tema.

“…las disposiciones para regular el arraigo, que ha ejercido la autoridad hasta el nivel del abuso, el nuevo régimen para los testigos protegidos, las nuevas disposiciones en materia de extinción de dominio, la reforma a la nueva ley aduanera y aquellas otras de naturaleza financiera para incidir en el problema de lavado de dinero.

“También se ha reformado el Código Penal Federal, y el de Procedimientos penales… Existe ya un régimen en materia de pederastia que impacta distintas disposiciones legales y que incomprensiblemente el EJECUTIVO NO HA PUBLICADO en el Diario Oficial de la Federación; se han aprobado distintas disposiciones en materia de delitos por derechos de autor y en materia de tráfico de personas, así como el nuevo Régimen Legal para el Sistema de Justicia Integral para Adolescentes.

“…reformas a la Ley de Amparo para hacerla consecuente con las leyes orgánicas de la PGR y de la Policía Federal, así como todas las reformas para distintos ordenamientos secundarios para concretar la reforma constitucional relativa al Sistema de Justicia Penal mexicano y al Sistema Penitenciario Nacional. Se aprobaron las reformas a la Ley General de Salud, (el) Código Federal y de Procedimientos Penales y de Combate al Narcomenudeo. Capítulo aparte merecen las leyes aprobadas en materia de Seguridad para Instalaciones Estratégicas, Aeropuertos, Estaciones de Transporte Terrestre y Recintos Portuarios.

“Se ha aprobado el régimen para regular adecuadamente intervenciones telefónicas y varias disposiciones en materia de readaptación social de la delincuencia…

“…La Legislatura ha debatido y acordado una gran cantidad de puntos de acuerdo, que van desde la solidaridad con las víctimas del delito hasta la exigencia para que la PGR concrete investigaciones de hechos proditorios, que parecen olvidarse ante la aparición de un nuevo suceso delictivo que por sus características supera a los anteriores.

“Si el Ejecutivo requiriese de promociones para piezas legislativas nuevas, el Legislativo está siempre dispuesto a discutirlas con prontitud…”.

¿Así o más claro?

Author: Rafael Cardona

Rafael Cardona

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