Respeto a los órganos autónomos, dice el presidente Enrique Peña Nieto en cuanto comenta de manera superficial y hasta evasiva la recomendación de la CNDH en cuyo sustento hay una grave censura a quienes avisaron de la fuerza e incurrieron en , al menos, una ejecución “extrajudicial” (como si las hubiera “judiciales”) en los célebres días de Apatzingán y las fuerzas irregulares malamente regularizadas.

Así lo da a conocer la prensa:

“El Presidente Enrique Peña Nieto afirmó que su Gobierno ha sido respetuoso de las decisiones de organismos autónomos como la Comisión Nacional Derechos Humanos (CNDH).

“El pronunciamiento del Primer Mandatario se da a dos días de que esa instancia determinara que policías federales remataron a tiros a civiles desarmados en Apatzingán, un hecho en el que el entonces comisionado de seguridad en la entidad, Alfredo Castillo, afirmó que las víctimas murieron por disparos de sus propios compañeros.

«Hemos sido totalmente respetuosos de estos órganos y de otros tan importantes como la Comisión Nacional de Derechos Humanos, del Banco de México y del Instituto Nacional de Estadística y Geografía.

«El Gobierno de la República es el primer interesado en que instituciones tan valiosas para el desarrollo nacional sigan siendo referentes de profesionalismo, seriedad e imparcialidad. Que sigan contando con la absoluta confianza de la sociedad», afirmó sin mencionar el informe de la CNDH”.

Pero no era, al menos así lo considera esta humilde columna, momento para exaltar la autonomía de lo autónomo; la respetabilidad fe lo respetable y lo democrático de la división democrática  funciones sino de expresar si la recomendación cuenta con la conciencia de justicia del gobierno federal; si esa dictaminación altera conductas y corrige errores.

Pero desgraciadamente cuando se habla del continente y no del contenido, las palabras siguen el destino del viento: se van, se dispersan se pierden, terminan por no servir para nada, como las promesas de enamorados románticos en la penumbra del cine o el conocido recurso del profesor Ollendorff.

Como todos sabemos el maestro de idiomas, Heinrich Gottfried Ollendorff descubrió un  sistema de asociaciones libres para construir frases en inglés, vengan o no a cuento de las preguntas hechas por un interlocutor, siempre y cuando están lógica y gramaticalmente bien construidas.

Pero esa desconexión entre preguntas y respuestas le dio lugar a una frase un tanto peyorativa similar al “cantinflismo” ya incluido en los dicción arios de la lengua española. En aquel caso se hablaba del “olendorfismo” o lo “olendorfiano”.

–¿Me quieres, gordo?, pregunta la muchacha embelesada.

Y el novio le responde, “este domingo gana el América, sin duda.

Así pues las recomendaciones de la CNDH generan el reconocimiento presidencial a la utilidad democrática de los órganos autónomos como la UNAM, el Banco de México o el INEGI.

Pero todo esto en un año particularmente aciago en el cual sobre el gobierno cayeron los peores y más graves señalamientos tanto del interior como de los grupos externos e instituciones aparentemente objetivas y de alta severidad crítica como los “expertos” internacionales, los forenses argentinos; la Comisión Intermericana de Derechos Humanos, los Altos Comisionados de la ONU y cuanto santón haya querido meter el dedo en la herida y echar la sal en la llaga.

Y habrá más, mucho más de esto…

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Cuando este gobierno le apostó todo su capital presente y futuro a las Reformas posibles tras la construcción de un “Pacto por México”, obra maestra de la arquitectura política del colaboracionismo casi co-gubernamental, la “joya de la corona” era la materia energética. Ya no.

Hoy la reforma de todas las reformas, la madre de todas ellas, es la Educativa. Es la única para cuya concreción se ha necesitado al auxilio de la fuerza pública. Diez mil maestros en Oaxaca, armados hasta los molares, para evaluar a cuatro mil maestros. Suena como un despropósito o al menos una desproporción.

Los maestros rejegos, adversos a la evaluación, celosos de sus privilegios, cobijados  en una sección sindical cuyo solo nombre acarrea temores incendiarios (la 22) serán impedido de sabotear la aplicación de los ex

Pero ¿hay algún antecedente de imponer una política educativa con la fuerza de las tropas? Quizá haya muchos, yo sólo quiero recordar uno, significativo, ejemplar y distante. A partir de ese episodio en los Estados Unidos se amplió el panorama de los Derechos Civiles. Es algo tan significativo como la historia del autobús donde viajaba Rosa Parks quien tuvo la osadía de sentarse donde la vino en gana.

Y de ahí  pues todo cuanto ya sabemos.

En 1957 la Suprema Corte de Justicia determinó la inconstitucionalidad (“hijoputez”, le dirían otros) de esta situación y forzó a los racistas a admitir a los estudiantes afroamericanos.

En Arkansas fue necesario meter a nueve jóvenes al “Central High School” con la custodia del Ejército, cuya contundencia; ordenada por el Presidente Dwight D. Eisenhower (si mandó  el desembarco de Normandía no le iba a temblar la mano frente a los KKK y similares), sirvió de escolta y acompañamiento a los jóvenes. A quienes amenazaban, escupía y trataban de linchar por querer ir a la escuela.

Hoy una de ellas recuerda:

“(USIS).- Hace cincuenta años Minnijean Brown ignoró las amenazas de muerte, a las multitudes violentas e incluso a la Guardia Nacional del estado de Arkansas para entrar a la escuela secundaria Central High School, cuyo alumnado era todo blanco, en la ciudad de Little Rock, en Arkansas. Desde entonces no deja de recibir galardones por su acto de valentía.

“El 21 de marzo, en una ceremonia en Washington patrocinada por el Proyecto Nacional de Historia de la Mujer, el congresista Vic Snyder, de Arkansas, recordó a la Minnijean de 1957, de la que dijo que era “una increíble joven de dieciséis años que desafiaba cualquier tipo de estereotipo racista”.

“También dijo al público presente que si visitaban hoy en día el lugar histórico donde se encuentra la escuela Central High School conocerían a otra mujer extraordinaria: la guardabosques Spirit Trickey, hija de Minnijean, experta en el papel histórico que desempeñó su madre en la lucha por los derechos civiles.

“Minnijean Brown Trickey, que hoy tiene 65 años, estaba a punto de comenzar su tercer año en el colegio secundario cuando se convirtió en una figura histórica.

“Ella, junto a otros ocho alumnos, todos conocidos como “Los Nueve de Little Rock”, o Little Rock Nine, en inglés– fueron los primeros estudiantes negros en matricularse en Central High School, de conformidad con el plan local para cumplir la decisión del Tribunal Supremo que asignaba carácter ilegal a la segregación racial en las escuelas”.

Pero en este caso no se trata nada más de reivindicar los derechos de los profesores ni extenderlos a los derechos de los alumnos en cuanto a recibir una educación de calidad. Se trata tambien de observar un  fenómeno político raro: poco frecuente.

La omnipresencia del secretario  de Educación Aurelio Nuño (ya capaz de disponer de la fuerza pública) en todos los noticiarios y diarios del país con una frecuencia antes reservada sólo al Presidente de la República, sugiere en algunos la estrategia  anticipada de construir una sólida presencia pública necesaria para una campaña presidencial para la cual ya se preparan Margarita Zavala, Andrés Manuel y hasta “El bronco”·

Se podría decir, Enrique Peña ha decidido sacrificar espacios personas para dejarle en estos días todos los reflectores toda la atención  al nuevo “joven maravilla”, el firme, elocuente, legalista, decidido, audaz y valiente secretario Nuño.

No tiene reparo el Jefe del Estado en hacerse a un lado y prestarle por un tiempo la varita mágica de los medios de comunicación a su protegido a su “tapado” quien ahora se destapa un día sí y otro también.

El presidente dibuja, así se desdibuje él mismo.

Author: Rafael Cardona

Rafael Cardona

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