Por: Guillermina Gómora

“Bipolaridad política”, así califica Manlio Fabio Beltrones, coordinador del PRI en la Cámara de Diputados la conducta de los legisladores del bloque de las izquierdas y algunos despistados de la derecha, que vuelven con su desprestigiada y desgastada lucha de espurios contra legítimos. Antes fue contra el PAN hoy es contra el PRI. Regularizar la vida pública del país no importa. Sólo interesa cumplirle al mesías del trópico.

Desperdician la oportunidad histórica de dignificar al Congreso de la Unión, a través del establecimiento de la normalidad democrática vía el diálogo y la negociación. El pleno de la Cámara de Diputados aprobó el formato para la sesión solemne y civilizada del Congreso General en la que Enrique Peña Nieto rendirá protesta como Presidente de la República, el uno de diciembre próximo. Se eliminó el término respetuosa, a petición de los “amorosos”. Se trata así de un acuerdo endeble.

Jesús Murillo Karam, presidente de la Mesa Directiva de la Cámara de Diputados, había intentado antes suscribir un pacto de civilidad para evitar sorpresitas el próximo sábado, pero nadie quiso firmar. El redoble de los tambores de guerra es música para los rijosos. Ricardo Monreal, coordinador de la bancada del Movimiento Ciudadano, advirtió que su partido -cobijado por Andrés Manuel López Obrador-, toma esta etapa del país “como una doble pesadilla: La que está por concluir, llena de violencia, corrupción, impunidad e injusticia, y la que está por comenzar, permeada por la restauración del viejo régimen autoritario, corrupto y de desprecio por la gente”.

Después de esto, queda claro que no le interesa negociar ni respetar los derechos de los demás y que su frase favorita es: “estamos en contra”. Así que a prepararnos para todo, dentro y fuera del recinto parlamentario. Pues entre 40 y 60 violentos “con fuero”, lo secundan en sus desvaríos, entre ellos los legisladores del PT, liderados por Alberto Anaya y las adelitas del perredismo, Aleida Alavez y Karen Quiroga. Quienes por cierto le pusieron hace unos días un estate quieto a su coordinador (todavía) Silvano Aureoles, que se había manifestado en contra de tomar la tribuna.

Las recordará usted, son las damas que arrancaron los micrófonos de la mesa directiva durante la discusión de la reforma laboral. Aquellas que en un acto democrático y civilizado se le fueron encima a Murillo Karam. Hoy soterradamente preparan sus estrategias de protesta para el próximo uno de diciembre. Confirmando así la definición de Manlio Fabio: “los grupos que se llaman amorosos y civilizados, son los mismos que posteriormente se vuelven violentos e irreductibles”.

El orden político, la paz social, la congruencia en el cumplimiento de sus responsabilidades constitucionales como representantes del pueblo no les importa, todo es violencia y gritos por la defensa de sus cotos de poder. Lo que corrobora que a estos grupos no les interesa privilegiar el diálogo y la negociación, materia prima de la política para que el país avance. Nada de construir acuerdos. Paradójicamente los representantes del pueblo sólo buscan su beneficio personal. Ahí está el petista Alberto Anaya, pidiendo aumento de sueldo, no le alcanzan los 150 mil pesos mensuales que gana. ¡Vaya descaro, de este vividor y acomodaticio de la política trapecista!

Personajes como Anaya, Monreal, Camacho, Padierna, o el tránsfuga de Alfonso Durazo, que milita en el Movimiento Ciudadano (antes pasó por el PRI, junto a Colosio y después como secretario particular de Ernesto Zedillo, luego repitió en el cargo con Vicente Fox) así como Luisa María Luján, líder de las juventudes pejistas y ahora de Morena, son una muestra de la política oportunista, de la incongruencia entre el decir y hacer. ¿Con este nivel de políticos podremos dignificar el Congreso? No.

Requerimos de diputados y senadores congruentes y responsables que trabajen por mejorar la calidad de vida de millones de mexicanos, que impulsen con civilidad las reformas estructurales que requiere el país a fin de propiciar para sus representados un entorno económico de mayor crecimiento con más oportunidades de empleo y mejor remunerados. Además de establecer nuevos esquemas para nuestro sistema educativo, donde se forme a los jóvenes con una visión más allá de la manufactura y se aliente la investigación.

Lo que veremos el próximo sábado de: protestas y te vas, es vergonzante para una democracia como la nuestra. Un penoso show que busca la toma de la tribuna (como lo ordenó el mesías AMLO), durante la ceremonia solemne. Por lo menos 40 de los 104 diputados perredistas disputarán a las huestes de Monreal el honor de increpar e insultar al nuevo Presidente de la República. La senadora Layda Sansores ya confirmó que obedecerá a su líder. Así es como estos legisladores buscan inscribirse en la historia moderna de México. De pena ajena estos pseudo políticos.

El cerco de seguridad instrumentado en los alrededores de San Lázaro y en Palacio Nacional, así como el discreto dispositivo de vigilancia en el interior de la Cámara baja incluido el salón de plenos, para evitar actos violentos, sólo evidencia que cuando la violencia y la terquedad se escudan en el fuero, los resultados son funestos.

Critican todo y nada hacen para presentar un nuevo modelo que acabe con la desigualdad social. Desde sus curules senadores y diputados tienen un lugar de privilegio para cambiar el país y sus instituciones. Sólo se trata de aplicar inteligencia y sensibilidad para impulsar las reformas. Los mexicanos requieren de un Congreso fuerte, progresista, responsable, que cogobierne con el Ejecutivo. De otra forma, la historia la conocemos, llevamos 12 años de obstáculos y de rezago en este mundo globalizado.

La situación nacional es otra y hay que aprovecharla. Los priistas saben que las oportunidades son únicas en la vida y en la política todavía más. Las condiciones macroeconómicas que heredan son mejores que en los sexenios anteriores, sin embargo deberán trabajar muy duro para que los beneficios lleguen a los bolsillos de millones de mexicanos que sobreviven con el salario mínimo y en el desempleo.

Vericuentos

Gabinete EPN

Radio pasillo no para. En el PRI, su presidente, Pedro Joaquín Coldwell, hace maletas con estrellita en la frente, después del pacto político al que convocó al PAN y el PRD para apoyar al gobierno de Enrique Peña Nieto. Ivonne Ortega, se maneja como sucesora de Coldwell, y en premio a su buen desempeño en el tricolor, Pedro iría a la Secretaría del Trabajo. Vamos en cuenta regresiva.

Listo Puente Baluarte

Este martes en Mazatlán, Sinaloa, Felipe Calderón entrega la obra cumbre de su sexenio, el Puente Baluarte, a manera de broma dice que anda como mariachi en 10 de mayo: muy ocupado. En Presidencia analizan la viabilidad de que cierre el sexenio en su natal Michoacán. Es un deseo que ha expresado el mandatario y se hacen los arreglos. Consideran realizarlo el jueves. Aún se mantiene en reserva de dónde saldrá el día que deba entregar la banda presidencial, pues dicen, que es decisión de él y por lo mismo puede salir por última vez de Los Pinos o bien de la casa que habita actualmente.

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