En un país dominado por la pobreza siempre resulta sospechosa la instalación de un sistema de comunicaciones tan complejo como el de Yoani Sánchez, una crítica sistemática del gobierno de Fidel Castro, cuyo “blog” –entre otras opulencias–, tiene una batería de traductores cuya amplitud le causaría envidia a la ONU o cualquier otra organización internacional.

No se trata, ahora, de decidir si las críticas de la señora Yoani son verídicas, justas o serias. Nada más causa extrañeza su capacidad desplazamiento y su bien ensayada condición de víctima y mártir de la libre expresión, bajo cuyo manto se acoge para ir por el mundo a dar conferencias donde su discurso es idéntico al anterior, reiterativo y machacón: en Cuba, más allá de su célebre caso, no se conoce la libertad.

Por desgracia eso mismo se ha escuchado durante medio siglo.

Y la irrupción en el senado anteayer de un grupito de inconformes con la conferencia de esta dama, no hace sino confirmar los tintes de intolerancia habanera contra la cual ella trabaja con la devoción de una mártir. Y si los quejosos ayudan, pues el efecto se duplica a favor suyo, no de quienes la acosan y acusan.

Por ejemplo, en la red circulan docenas de preguntas hacia esta mujer. Esta es una de ellas, y vaya nada más como ejemplo:

–“Usted creó su blog “Generación Y” en 2007. En 2008 consiguió el Premio de Periodismo Ortega y Gasset, dotado con 15.000 euros, el 4 de abril de 2008, otorgado por el diario español El País.

“De costumbre, este premio se otorga a prestigiosos periodistas o escritores con una larga carrera literaria. Es la primera vez que una persona con su perfil lo obtiene. Usted fue también seleccionada entre las 100 personas más influyentes del mundo por la revista Time (2008).

“Su blog fue incluido en la lista de los 25 mejores blogs del mundo de la cadena CNN y la revista Time (2008) y también logró el premio español Bitacoras.com, así como The Bob’s (2008). “El País” la incluyó en su lista de las 100 personalidades hispanoamericanas más influyentes del año 2008.

“La revista Foreign Policy hizo todavía más en diciembre de 2008, al incluirla entre los 10 intelectuales más importantes del año. La revista mexicana (¿) Gato Pardo hizo lo mismo en 2008. La prestigiosa universidad estadounidense de Columbia le concedió el premio María Moors Cabot. ¿Cómo explica usted esta avalancha de premios, acompañados de importantes dotaciones financieras, en apenas un año de existencia?
”

La suspicacia lleva implícita la respuesta: los medios citados son todos, unos más o unos menos, defensores del liberalismo democrático cuya misión, entre otras, consiste en abatir la dictadura sangrienta de los Hermanos Castro, cuya pesada bota mantiene subyugado al pueblo cubano desde 1959.

La visita de Yoani al Senado fue promovida, como todo mundo sabe, por Roberto Gil, cuya filiación política y pasado burocrático hace innecesaria cualquier otra consideración. El verbo encarnado.

Hace algunos años, en este mismo orden de cosas, fui invitado a una presentación libresca a la casa Lamm. Huber Matos, uno de los comandantes de las fuerzas rebeldes del siglo pasado cuyo triunfo permitió el ascenso de Fidel Castro al poder, mostraba su obra definitiva: “Cómo llegó la noche” y Carlos Monsivais (cuyo sólo nombre garantizaba la pureza de la tarde) y el historiador Jean Meyer acompañaban al autor cuya larga vida (94) cuenta con mucho tiempo en la ergástula.

Más allá de lo disparejo del combate, Matos fue increpado groseramente aquella tarde. No fueron dos señoras con gritos como las de anteayer en el senado sino un grupito de porros (parecían de la UACM) quienes le gritaban otra frase tan gastada como las suyas: ¡Cuba sí; yanquis, no!

A estas alturas esa doble insistencia me parece absurda.

La derecha continental –se ha dicho muchas veces–, ya tiene el dedo achatado como decían de los Republicanos españoles, de tanto golpear el índice en la mesa mientras repiten como un mantra, “este año cae Fidel”.

Hace mucho tiempo se cantan los funerales de Castro, como dice por ejemplo el título de uno de sus más notables críticos y censores, el escritor Andrés Oppenheimer quien se ganó el “Premio Internacional de la Clarividencia” cuando público en el año de la canica (1993) su profética obra “Castro’s final hour” cuyo fin, por cierto –hasta hoy–, no llega.

El mismo Huber Matos, tanto como Yoani, tiene su blog desde Miami. Y en él se lee en estos días bajo la firma de Germán Acero:

“A sus 94 años el comandante Huber Matos advirtió que “esta llegando el final de Fidel porque el pueblo se hastió de esa obsoleta revolución comunista…”

Puses sí, con la simple suma de los años y aun si no existiera el hastió del pueblo ante la obsoleta revolución, las cosas estarían legando a su fin. Con Yoani o sin ella, pero obviamente no por ella.

Author: Rafael Cardona

Rafael Cardona

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