No es la cuestión taurina tema frecuente de esta columna.
Cada y cuando incursiono en ese campo recibo quejas, dicterios y censura por la atención a esa barbarie cruel y anacrónica. Sin embargo, en escasas ocasiones ocurren cosas notables, dignas de ser observadas con los ojos de un crítico no habitual.
Ver el regreso de la verdad a una plaza de toros tan decadente y falta de seriedad como el México es hasta noticioso. Parece mentira hasta donde han llegado las cosas, ahora la bravura de un toro, el pundonor de un torero comprometido y su cercanía con el riesgo y el peligro, se vuelven noticia.
Y eso ocurrió el domingo anterior con el diestro José Mauricio y el toro, “Malagueñito” de la ganadería de Barralva encastada con Parladé. Así pues, y siguiendo con la idea de don José Ortega y Gasset quien consideraba el tema taurino como lo mejor para dedicarle letras e ideas, procedo.
He dicho arriba, “el regreso de la verdad”.
¿Cuál es la verdad en los toros? ¿La única verdad?
Pues como dijo ¨Pero Grullo: los toros.
Su condición intacta, de bravura; su inherente peligro.
La verdad es el frágil equilibrio entre el poderío del torero (no de los picadores) y la peligrosidad del toro. Su capacidad de herir, su instinto combativo fiero y agresivo desde el primer momento.
Pero en la fiesta nueva, especialmente en México, los toros se han “aborregado” y de su instintiva fiereza hemos pasado a una condición de reses mansas y mensas. Los toros han dejado de embestir para simplemente caminar con la docilidad de un cánido o la ternura de una oveja. Y de tirar cornadas o atacar, ni hablamos. Bóvidos pastueños. Son casi como nuestros negociadores del tratado comercial con Estados Unidos, permiten todo el tiempo la muleta en los ojos.
Los toreros –algunos tan sutilmente parecidos al Zapata de Fabián Chaires –, lo quieren todo fácil, sin peligro, sin riesgo, sin exposición.
Pero ayer esas reglas de insufrible monotonía y aburrimiento, cuya moda convierte a esta fiesta en un ensayo coreográfico sangriento, sin mérito ni valor, ni siquiera en la estética de la lejanía, la distancia y la repetición sin expresión ni mérito, se rompieron felizmente.
José Mauricio, quien en su primer toro había hecho una faena como algunas otras de su carrera (estética, pausada de notable lentitud), exhibió con “Malagueñito”, su verdadera dimensión personal y taurina. Seco, firme, colocado en los terrenos de la temeridad sin perder la cabeza, se metió a la, lidia de poderío y obtuvo la mejor tarde de su carrera.
Si alguna superior ha tenido no la vi.
Más allá de sus merecimientos profesionales y del justo reconocimiento logrado con esta tarde, José Mauricio logró traspasar la barrera del torero estético y a la moda, sin mayor peligro, para madurar y comunicarse como un matador de toros capaz de enfrentar la verdad.
La verdad no es el miedo, mucho menos la impostura “estética” de calígrafos vestidos de luces, frente a reses de dócil marcha y públicos sin exigencia ni rigor, sino el peligro.
HISTORIA
Para quien la quiera guardar queda esta parrafada para la historia:
“… Jesús lo objeta (el envío de supervisores laborales estadunidenses a México) y lo da a conocer, primero, porque hemos hecho una diplomacia transparente. Alguien dice: ‘No, pero es que nos está mintiendo’. Jamás ha mentido Jesús, Jesús es una gente que todos los días nos ha dicho exactamente lo que está pasando y por eso el sábado también lo dijo. Y es el valor supremo…”
Pero si eso no fuera suficiente para la futura historia, aquí hay algo más. Ambos textos son explicaciones mañaneras de Marcelo Ebrard, el Secretario de Relaciones Exteriores:
“Todo ese sistema de implementación nos vamos también y no consultaremos, lo vamos a hacer igual en lo que tenga que ver con Estados Unidos, me estoy refiriendo, en lo interno no tendríamos por qué, pero en aquello que tiene que ver con Estados Unidos.
“Entonces, yo espero que, en las negociaciones de hoy, como siempre lo hemos hecho, den un buen fruto. Y yo les reitero a ustedes que le tenemos confianza a Seade porque nunca ha mentido, menos ahorita.
“Y el día de hoy, que va a estar en su reunión, que se sepa que cuenta con el respaldo y la confianza de México para plantear lo que estoy diciendo, porque está actuando para defender los intereses de nuestro país. Ese es el objetivo…”