Por demanda de la Academia Mexicana de Derecho Ambiental, el juzgado octavo de Distrito en Materia Administrativa, bajo la responsabilidad de Fernando Silva (”el mismo de las foto multas”, dice Manuel Granados, consejero jurídico del GCDMX) suspendió la obra del séptimo tramo del Metrobús en la ciudad de México. Eso es insólito.
Pero al mismo tiempo le permitió continuar con la obra.
En un sentido estricto si el GCDM decidiera cumplir a rajatabla con la orden judicial dejaría las cosas como están. O sea, el tiradero; pero como en la suspensión se obliga al gobierno urbano a garantizar la vialidad, entonces puede seguir con las obras del carril confinado.
–El Paseo de la Reforma, me dijo ayer Manuel Granados, consejero jurídico del GCDMX no es un monumento en si mismo. No tiene tal condición de acuerdo con un documento del Instituto Nacional de Bellas Artes, del cual si quieres te mando copia. La copia jamás llegó a esta columna en in cumplimiento de la promesa del señor licenciado Granados.
“El gobierno de la ciudad ha intervenido cientos de veces el Paseo de la Reforma y no ha sido necesario el dictamen ni de Antropología ni de Bellas Artes. La suspensión puede ser recurrida y eso vamos a hacer. Tenemos hasta el día 4 y eso haremos, sin duda”, me dijo.
El gobierno de la ciudad –le dijo a esta columna Ramón Ojeda Mestre mientras asistía en Baja California a un seminario de Paleontología— ha respondido como un abogado huizachero. Se van a buscar las rendijas de todo esto en lugar de atender el interés de la ciudad”.
Pero estén las cosas como se quieran hoy la obra está suspendida pero la actividad sigue y sigue. La suspensión no suspende ni impide. El proceso puede seguir de manera indefinida pues en la documentación judicial no se dicen ni fechas ni plazos. Se detiene una obra pero no se detienen los pasos previos de la obra misma.
–La suspensión, dice Granados nos impide actuar contra el Bosque de Chapultepec, cosa no visible en el proyecto, como tampoco se prevé el daño a los árboles. Por ahora solo estamos alzando el concreto hidráulico paran poner la superficie de rodamiento de los nuevos autobuses, más pesados de mayor capacidad.
En los prolegómenos de su demanda, la Academia citada publicó esto:
“La Academia Mexicana de Derecho Ambiental (AMDA) interpuso una demanda de amparo ante el juzgado octavo de Distrito en Materia Administrativa contra la Línea 7 del Metrobús, debido a que, acusan, el proyecto viola los derechos reconocidos tanto por la Constitución como por varios tratados internacionales en materia ambiental.
“Los especialistas mencionaron que el objetivo de la estrategia legal es suspender definitivamente la obra. Además, buscarán que el caso sea atraído por la Suprema Corte de Justicia de la Nación.
“En conferencia de prensa, Ramón Ojeda, fundador de la AMDA, comentó que contrario a lo que dicen las autoridades, la introducción de Metrobuses contribuye a la emisión de óxido de azufre, lo cual contribuye a la contaminación del aire.
“Rolando Cañas, presidente de la AMDA, aseveró que el proyecto aún no cuenta con los permisos correspondientes del INAH y del INBA, además de que desincorporó una parte del Bosque de Chapultepec”.
Hace algunos años (La jornada) hubo un litigio similar. Recordemos:
“Mientras se resuelve este asunto en el ámbito judicial, puntualizó, la construcción del sistema debe detenerse (AMDA) para evitar que la constructora sea apercibida y multada; y las autoridades capitalinas corran el riesgo de entrar en otro juicio.
“Recordó que en 2005 se logró echar atrás el Reforma-Bús, porque el gobierno de la capital no tenía facultades para aprobar un corredor en Paseo de la Reforma, que es un bien de dominio público federal”.
Sin embargo lo suspendido hasta ahora sí es del pleno dominio del gobierno de la ciudad: alzar el concreto de un carril confinado.
“No se trata que ahora nos digan, no; si no vamos a tirar el Ángel. Lo que nosotros decimos ( Ojeda Mestre) es que la obra completa es un despropósito; que tiene riesgos ecológicos porque genera más contaminación, más ruido, más congestionamiento vial; daña el ambiente y hasta el paisaje. ¿Quien determinó autobuses de dos pisos? ¿Por qué?
Pero mientras Arturo Balandrano, coordinador de Monumentos Históricos del INAH, les otorga a los accesorios del Paseo de la Reforma –jarrones, bancas, esculturas, etc–, condición de monumentalidad y obvio resguardo, Bellas Artes mete el cucharón para decir, no, la avenida no es un patrimonio artísticos. Obviamente el INA interviene del siglo XX para acá, el INAH, con el pasado más lejano. Del “art nouveau” al tepalcate.
Y así, entre el arte, la suspensión, la revisión, la chicana, la obra, la maniobra, la Ruta 7, hasta ahora sigue como si fuera Johnny Walker: tan campante…