Poco valen las palabras del recientemente elegido presidente del Partido de la Revolución Democrática, Carlos Navarrete, quien ofrece una tímida disculpa por haber alojado en su partido a quien hoy se sabe es promotor de un múltiple asesinato.
Iguala, con sus talleres de orfebrería y sus parques de tamarindos, ha sido sitio para invocar la bandera nacional. Hoy esa ciudad (de las Tres Garantías a las Mil Porquerías) simboliza y significa otra bandería: en el relato de los años corrientes, ese nombre será invocación y ejemplo imborrable de hasta dónde ha llegado la pudrición del “tejido político” mexicano.
La corrupción se ha extendido más allá de la coima y el soborno simples. Todo comienza por el principio y hasta los enanos empezaron desde chicos. La degradación moral de la política —y por consecuencia de todo lo demás— no podría ser más amplia ni más profunda, ni más cruel, ni menos horrible.
La tentacular extensión de los lazos y nexos entre grupos de narcotraficantes y criminales de diversa laya con las familias Abarca, Pineda Villa y —se quiera o no— Aguirre y cuantas ahora se sumen, muestra muchas de las razones por las cuales los cárteles crecen, se multiplican y se amplían: la protección desde las distintas esferas del poder público. No hay más.
Hoy, con motivo de la fuga de José Luis Abarca Velásquez, quien ha pasado de presuntuoso alcalde igualteco a forajido cuya suerte podría acabar en otra fosa clandestina, si sus socios lo dejan de la mano, comienzan a aparecer las evidencias de tantas y tantas sociedades podridas entre los delincuentes y los funcionarios gubernamentales, sean del ayuntamiento, del gobierno estatal o de otros estamentos.
El dominio de María de los Ángeles Pineda Villa sobre su fugitivo esposo ya no es solo útil para los chismes locales de “mandilonismo” del alcalde.
En esas condiciones poco valen las palabras del recientemente elegido presidente del Partido de la Revolución Democrática, Carlos Navarrete, quien ofrece una tímida disculpa por haber alojado en su partido a quien hoy se sabe es promotor de un múltiple asesinato.
IPN
Pues el gozo se está yendo por el pozo.
Los estudiantes del Instituto Politécnico Nacional, quizá ensoberbecidos por la actitud del gobierno federal, acusaron con simpleza: la solución propuesta fue completa e imprecisa; tuvo intención mediática para desmovilizar a los participantes en la protesta y ofreció respuestas sin sustento y sin compromiso.
Además faltó la nieve de limón.
En esas condiciones los promotores del paro anuncian su indefinida prolongación. Mientras el cuerpo aguante, diría alguien.
Y así, mientras la asamblea se desarrollaba, el secretario de Educación, Emilio Chuayffet, comparecía en la Cámara de Diputados y decía:
“…En relación a la pregunta del tema de la autonomía (del IPN) y de si este es el mejor momento, le tendría que decir con toda veracidad que este es el mejor momento para sentarnos a establecer las bases de la normalización de las actividades” del instituto.
CREEL
Una esquela con motivo de la muerte de la madre de Santiago Creel, publicada por Ezcorp Inc, nos remite a la actividad más reciente del ex secretario de Gobernación y perpetuo aspirante a la candidatura presidencial del PAN: el negocio internacional de la usura. Ezcorp controla casas de empeño (y lavado, dicen algunos), en México, Estados Unidos y Gran Bretaña.
Inescrutables los caminos de Dios…