La familia del jurista lo sepultó en Saltillo y rechaza la versión de la Fiscalía de Aguascalientes, que apunta que se trató de un homicidio y suicidio

La familia del magistrade Jesús Ociel Baena, primer jurista de género no binario en México, le sepultó este miércoles en su natal Coahuila, entre cuestionamientos en los que rechaza la versión de la Fiscalía General de Aguascalientes, que apunta a que el exfuncionario del Tribunal Electoral fue asesinado por su pareja Dorian Daniel Nieves, quien posteriormente se habría suicidado.

Al recibir el cuerpo en su natal Saltillo, la hermana de Baena expresó su «consternación» por la investigación de la Fiscalía de Aguascalientes, que ha despertado indignación entre el movimiento LGBTI nacional.

«No creemos que la muerte de mi hermano haya sido un hecho pasional. Queremos, exigimos al estado de Aguascalientes, a la gobernadora (Teresa Jiménez), que nos apoye, a que este caso se aclare», declaró Dulce Baena a periodistas.

La familia cuestionó la versión del fiscal de Aguascalientes, Jesús Figueroa, quien el martes dijo a la prensa que el cuerpo de Baena presentaba 20 heridas causadas por una navaja para afeitar en su domicilio y que su novio, Dorian, dio positivo a metanfetaminas.

El padre de la víctima denunció que la hipótesis del fiscal «es una falta de respeto a la inteligencia».

«No es cierto lo que ellos están manejando y sería una vergüenza dejar a esa justicia que emita un juicio que no es correcto y que la mayoría no cree. Ojalá y esto pueda tener eco. Estas luchas, estos movimientos, no se ganan de la noche a la mañana», manifestó Juan Baena.

La muerte de Ociel Baena, quien fue la primera persona de género no binario en ocupar una magistratura en un tribunal y en obtener un pasaporte mexicano con su identidad, causó una movilización nacional y condenas de organizaciones internacionales como Human Rights Watch (HRW) y Amnistía Internacional (AI).

Apenas horas después del fallecimiento, organizaciones LGBTI realizaron una inédita movilización con vigilias y protestas en más de 30 ciudades, donde entre las principales consignas gritaron «crimen pasional, mentira nacional» para acusar a la Fiscalía de Aguascalientes de buscar dar «carpetazo» al asunto.

El Gobierno Federal exigió a la Fiscalía de Aguascalientes indagar el caso con perspectiva LGBTI, mientras que la Comisión Nacional de los Derechos Humanos (CNDH) acusó a las autoridades de un «tratamiento poco adecuado» de la investigación, al recordar que Baena había denunciado amenazas previas por su identidad de género.

La familia de la víctima realizó una misa de cuerpo presente en Saltillo, donde nació el 9 de diciembre de 1984, para después sepultarle en el panteón Santo Cristo. Su carrera estuvo marcada por buscar la participación de personas LGBTI en la política en México, el segundo país con más crímenes de odio de Latinoamérica con 305 hechos violentos de 2019 a 2022, incluyendo asesinatos y desapariciones, según el Observatorio Nacional de Crímenes de Odio contra Personas LGBTI+ en México.