Obviamente se trata de una lógica impecable: darle gusto a las mujeres como una forma de concordar con la novedad, con la inercia de una actitud en cuya condición va implícita –en sentido contrario– la injusticia por cuya eliminación se lucha: igualdad de oportunidades entre hombres y mujeres, pero a base de imposiciones poco iguales.
Las mujeres quieren, exigen y logran la mitad de la representación nacional. ¿Es esa la forma de lograr el respeto, la igualdad y el buen trato al cual indudablemente tienen derecho? ¿Podrá la ley (cuya utilidad es bastante relativa) otorgarle a las mujeres dignidad a través de la oportunidad? No lo se.
Alguna de la más conspicuas feministas de México me declaró alguna vez: el mecanismo de cuotas es insuficiente y hasta injusto, pero es necesario hasta en tanto no se modifiquen los patrones culturales de marginación y descalcificación. Quizá así sea.
Por lo pronto ya hay beneficiarias de este reparto obligatorio: las mujeres cuya intención sea la política, ya como vocación real, ya como ruta de escape al desempleo rampante. No se trata ya de ser secretaria bilingüe (sin chistes “lewinskianos”, por favor) sino secretaria de Estado. Llevan, nada más por ser mujeres, el cincuenta por ciento en favor, cuando antes (dicen) tenían el 100 por ciento en contra.
Bendito sea Dios, si hasta en el Vaticano el Papa Francisco ya mira por cuál rendija podrá colar mujeres en el servicio eclesiástico, no como sacerdotisas ni dóciles monjas fabricantes de hostias y rompope, sino como algo más, pero siempre algo menos. ¿Veremos algún a día a la Papisa? No lo creo, pero quizá veamos a la presidenta.
Por cierto, ¿será Angela Merkel beneficiaria de una política teutona de reparto de cuotas por género? ¿Habrán escrito y editado Gabriela Mistral, Doris Lessing y Alice Munro y otras diez Premios Nobel por cuota de género?
*****************
Difícilmente se podrá culpar a este gobierno de la originalidad de sus pecados . El presidente Enrique Peña Nieto arrastra consigo un carromato lleno de plomo. No es posible gobernar satisfaciendo compromisos adquiridos desde hace tiempo, tanto como para haber convertido antiguas concesiones y prebendas en elementos inamovibles de la maquinaria de un sistema imposible de cambiar.
Hay varios ejemplos de esa presencia “supragubernamental” cuya vigencia maniata al gobierno. Una es la forma como se conducen las relaciones con el magisterio oaxaqueño, cuyos privilegios se originan en la entidad pero se expresan y endurecen hasta el extremo en la capital; se originan en Oaxaca pero se resuelven (si se resolvieran) en Bucareli con todo y la imposibilidad de fincar responsabilidades más allá de lo meramente sindical cuando se cometen actos de violencia o sabotaje en la ciudad de México.
No por bien guardado es menos sabido el secreto de Gobernación: los plantones se acabaron cuando se abrieron las alforjas y se distribuyeron las monedas. Una tras otra. Sin dinero imposible ver bailar al perro.
Hay quien habla de una cifra en torno de los cien millones; otros son más conservadores, la ubican en 60 y tantos. Pero sea como sea el fenómeno se reproduce y el vicio se repite. Por eso es vicio. Los “movimientos sociales” se convierten poco a poco en mecanismos alejados de la redención de clase y se tornan en recursos de chantaje vil, de delito prefabricado, de dorada oportunidad.
Pero no se puede hacer nada para evitarlo porque las exigencias provienen de compromisos aceptados, pactados y firmados de tiempo atrás, ya sea en contratos colectivos o mediante arreglos marginales, como ese de consultar con el sindicato el nombramiento de cualquier agente del Ministerio Público por cuyas manos pase un solo caso de un maestro complicado o al menos acusado de un delito, o dotar a las sedes sindicales de equipamiento a veces inexistente hasta en el propio instituto educativo, segunda y verdadera tesorería del Estado de Oaxaca, por decir un caso grave.
Pero lo peor de todo: la negociación con los disidentes y opositores a la reforma educativa (pretexto de hoy) no ha resuelto el problema. Ha soltado la billetiza, pero ha dejado un piquete de inconformes en la ciudad de México, lo suficientemente grande como para proseguir con la política de bloqueos y sabotajes urbanos como ya lo vimos y padecimos.
Ni modo, les han tomado la medida y eso hará imposible la negociación cuyo primer error es precisamente negociar, en este caso las consecuencias del texto constitucional y las leyes jurídica y políticamente aprobadas.
********************************
Otra herencia podrida tiene relación con el Sindicato Mexicano de Electricistas a cuyos “resistentes” se les ha pagado un potosí después de haber tolerado por años sus desmanes en la ciudad de México. Pero la presión dio resultados.
“(Reforma) Y se hizo la luz para mil 400 ex trabajadores de Luz y Fuerza del Centro (LyF) que recibirán una “superpensión” con dinero público.
“El Sindicato Mexicano de Electricistas (SME) y Gobernación firmaron ayer un convenio que beneficia a estos ex empleados que se negaron a recibir su liquidación y que reunían los requisitos de jubilación. Los sindicalizados percibirán de manera vitalicia, en promedio, 500 pesos diarios, es decir, unos 15 mil pesos mensuales…”
“…El memorándum de entendimiento entre el SME y Gobernación señala que se crearán instrumentos financieros para proveer el pago de pensiones vitalicias.
«Fondeadas a partir de aportaciones hechas a los interesados, las cuales derivan sustancialmente de los recursos procedentes de las liquidaciones que conforme a derecho corresponde», menciona…
“…Este esquema de pensiones, indica el memorándum firmado por Miranda y Esparza, fue diseñado por el Gobierno y se logró tras un «intenso» proceso de diálogo…
“…Al ser entrevistado, el Secretario del Trabajo del sexenio pasado, Javier Lozano, criticó el acuerdo.
«…No tienen vergüenza. Ante su incapacidad, el Gobierno resuelve los problemas a billetazos, pero con dinero de los contribuyentes. Es como ir a Las Vegas a apostar con dinero ajeno. No se vale», expresó”.
Pero esta evidente consecuencia de las torpezas acumuladas, las peores de las cuales fueron cometidas por el difunto secretario de Gobernación Francisco Blake, fueron publicadas como acto redentor por otro diario de la ciudad de México; La Jornada:
Vea:
“…Si la asamblea sindical aprueba el punto de las jubilaciones, estarían cubiertas dos de las tres demandas de esta organización: la liberación de sus compañeros presos y un esquema de retiro; quedaría pendiente la reinstalación de los empleados en resistencia. Aún no hay plazo para la eventual recontratación de los 16 mil 599 trabajadores que permanecen en esa condición, pero si se descuentan los mil 400 jubilados, la siguiente fase de negociación sería para dar empleo (¿dónde no se les necesita como la prestación del servicio sin ellos prueba?) a poco más de 15 mil electricistas”.
De acuerdo con esta información tenemos algo sensacional.
Había una vez una empresa ineficiente por la carga laboral (salarios, pensiones, prestaciones) cuyo futuro económico era inviable. De acuerdo con la ley se liquidó el elefante blanco, costoso oneroso, gravoso y se les dio categoría de damnificados perpetuos a los parásitos cuya voracidad la había sangrado. Tiraron el agua de la tina, pero con el niño adentro. Otro fracaso, otra herencia podrida.
Los dejaron avanzar y avanzar hasta verse rebasados por un movimiento radical asociado con otros movimientos radicales.
El radicalismo del dinero.
***********************
Cuando era Director General de Pemex, Adrián Lajous decía:
“…El desempeño de Petróleos Mexicanos en los últimos años, es producto del esfuerzo colectivo de trabajadores, técnicos y empleados del cuerpo directivo y de la dirigencia sindical.”
Hoy cuando busca un acomodo en la corriente de moda, dice en los foros petroleros del PRD: el peor lastre para modernizar PEMEX es el sindicato.
Vaya forma de perder la memoria.
***********************
Murió el periodista Luis Gutiérrez Esparza de quien guardo muchos recuerdos personales, pero por encima de ellos, casi de tono privado, uno de índole profesional. Casi un año antes del episodio de las Torres Gemelas de Nueva York, Luis (por aquel tiempo director del suplemento “Página Uno” del diario “unomasuno”) escribió un texto en el cual revelaba a un personaje desconocido hasta entonces: Osama Ben (con “e”) Laden y lo señalaba como peligroso jefe de una organización desconocida entonces para muchos, Al Qaeda.
Luis fue el primero en México en hablar de algo de lo cual todos, muy sabihondos hablarían después a toro pasado. Eso y su trabajo incesante en el Círculo de Estudios Latinoamericanos, le ganó no solo mi aprecio personal sino mi reconocimiento editorial.
Un beso a su hija Margot y mi solidaridad a todos sus familiares.