Los colectivos Luz de Esperanza y Madres Buscadoras de Jalisco destacan que desde el 2017 cuando se denunció la primera desaparición relacionada con un Call center y tres casos más en 2019 y 2021, las autoridades no han reportado ningún avance en las investigaciones
La desaparición y homicidio de los 8 jóvenes que trabajaban en un Call center de Zapopan, en Jalisco, caso que destapó un sistema fraudulento para robar su dinero y ahorros a turistas extranjeros mediante fraudes y presuntamente controlado por el crimen organizado y que estalló el pasado 20 de mayo, tiene como antecedente que ya había cuatro denuncias de desapariciones de jóvenes telefonistas entre 2017 y 2021, y de acuerdo con los colectivos Luz de Esperanza y Madres Buscadoras de Jalisco, organizaciones dedicadas a la búsqueda de personas desaparecidas de manera forzosa, hasta el momento las autoridades no han mostrado avances en ningunas de las investigaciones por desapariciones pasadas.
El colectivo Luz de Esperanza señala que a raíz de la reciente desaparición de los ocho jóvenes en Zapopan y cuyos restos fueron hallados dentro de 45 bolsas de color negro en una barranca de la comunidad de El Mirador, en Zapopan, existen pendientes de resolver otros cuatro carpetas de investigación de personas que trabajaron como telefonistas en estos Call center y de los que hasta la fecha no se sabe nada y cuyas investigaciones siguen empantanadas.
El grupo Madres Buscadoras de Jalisco refiere que de acuerdo con las denuncias que están en poder de la Fiscalía General de Justicia del Estado, las desapariciones de jóvenes que laboraron en uno de estos centros que ofrecían tiempos compartidos a turistas extranjeros, una tiene registro en 2017, otra en 2019 y dos más en 2021.
El colectivo refiere que el caso del 2017 es el que tiene en su expediente la desaparición de Luis Enrique Díaz Esparza, de quien nada se sabe desde el 14 de febrero de ese año y quien también ofrecía tiempos compartidos en un Call center en la colonia La Estancia, en Zapopan.
Los casos registrados en el 2019 y 2021 también tienen como situación en común que las personas desaparecidas también trabajaban como telefonistas; el caso del 2019 este joven del que no se reveló su identidad laboraba en el municipio de Tonalá y los dos del 2021 en Zapopan, según señaló Héctor Flores, cofundador del colectivo Luz de Esperanza y quien destacó que en el caso de los dos jóvenes desaparecidos en el 2021 «había una amistad entre ellos».
Ambos colectivos de búsqueda de personas desaparecidas resaltaron que las autoridades en la entidad no han mostrado avances en las investigaciones desde 2017 a la fecha, y lo único novedoso hasta el momento es que saben que un grupo del crimen organizado es el que controla estas supuestas empresas de Call center que operan de manera ilegal en varios municipios de Jalisco.
«Si la Fiscalía hubiera investigado bien, se habría prevenido de alguna manera las tragedias de estas ocho familias. Y no solo de ocho, o sea, pudiera ser que vayan animándose a denunciar más familias o vayan saliendo a la luz incluso más casos que tengan que ver con este tipo de giros», declaró Flores, cuyo propio hijo está desaparecido desde 2021 en un caso que no tiene ninguna relación con la desapariciones de los jóvenes telefonistas.