“Esta vez la fábrica de dios ha sido más laboriosa. Diríase que, ante los fracasos, el hacedor pone todo su arte, toda su maestría. ” Así nos cuenta Francisco Rojas González en “El diosero” la labor de aquel Kai Lan ante cuya habilidad como fabricante de la divinidad y posteriores invocaciones y magias primitivas, se suspendían las tormentas y las arriadas; paralizada quedaba la corriente de los ríos, Jacinta se salvaba, se paraban los vientos y el arco iris brillaba en la copa de una ceiba inmemorial y eterna.
Pero eso ocurría en Chiapas; en la antropología, en la literatura y el mundo de los lacandones. Lejos de ahí, en San Juan Chamula, los hombres y los dioses y los magos y lo santos, tiene otra forma de relacionarse entre ellos. Una forma infructuosa donde la fe, el alcohol y la miseria colectiva e irremediable no permiten nada sino la fe en el más allá y la búsqueda de favores en el ropaje de los santos de madera.
Quien vaya a San Juan, en la iglesia siempre hundida en el vaho de la tierra y la penumbra neblinosa de su envoltorio, verá al entrar a la rústica nave los millones de agujas de pinto, secas, pisoteadas en el ámbito común, sin bancas ni sillas donde los fieles encienden ceras delgadísimas y se postran a murmurar oraciones interminables y –como dijo Santa teresa, plegarias nunca respondidas.
Aribe, en torno suyo, los santos gordos forrados por sucesivos ropajes de penitencia y manda, los miran con sus ojos de vidrio. En 1996 Enrique Marroquín documentó en su ensayo “Lo religioso en el conflicto de Chiapas”, cómo “en los últimos 20 años en México, la membrecía protestante total ha crecidio (entre la población indígena en Chiapas), un 174 por ciento, pasando del1.8 al 4.8 por ciento de la población. Una característica de este crecimiento es su desplazamiento de las zona súrbanas del norte del país a las zonas rurales del sureste estados que concentran casi 30 por ciento del total de feligreses, especialmente en el medio indígena”. En Chiapas uno de cada cuatro es protestante.
Obviamente estos movimientos en la fe son evidencia de otros acomodos socio cultural y político y han dado lugar a un fenómeno soslayado pro los sucesivos gobiernos: los desplazadas, hombres y mujeres a quienes se expulsa de sus tierras y comunidades por diferencias religiosas.
En la década de los setenta ya llegaba la cifra de expulsados a más de 30 mil cuyo destino fue formar “cinturones de miseria campesinos” a la manera de los “ciudades perdidas” de las periferias urbanas.
Por eso en Chiapas los pronunciamientos de carácter religioso son riesgosos, cuando no inoportunas y a veces imprudentes. También por eso sorprende la invocación n teológico política hecha por el Presidente de la República, el señor licenciado Calderón, quien nunca ha ocultado su fidelidad a la iglesia católica tradiciones y de quien se han vistió expresiones públicas quizá en demasía relacionadas con la ufanía con la cual proclama y recalca sus creencias.
Creencias muy respetables y respetadas, por otra parte, pero no por eso compartidas por todos. Por la mayoría, pero no por la totalidad. Hay quienes ni creen en su iglesia y ni siquiera en su Dios. Y ellos también son parte del “México Bicentenario”, así lleven tatuada a la Santa Muerte o acudan al templo judío.
El periodista Marco Lara Klahr ha hecho un intersante trabajo en el cual se prueba còmo en la zona de Choapas los asuntos religiosos han permitido intromisiones de todo tipo y hasta las más estrambóticas mezclas. Una de estas expresiones es la “islamizaciópn” de los ijndígenmas a trav´ñes de un m,ovim,ienmto llamado “Murabitun”.
Esto dice Lara:
La historia sobre los orígenes del Movimiento Mundial Murabitun revela que se trata de un grupo extremista asentado en España… Así la refiere un destacado líder islámico que solicita confidencialidad: “Los murabitun toman tal denominación de un movimiento que surgió en el Maghreb durante las Cruzadas, para apoyar a los musulmanes contra la reconquista española.
“Los murabitun de ahora, surgen de un movimiento fundado por un escocés, cuyo nombre islámico es Abdul Qader as Sufi, y que empezó en Inglaterra, entre los años sesenta y setenta, atrayendo a gente de la calle y a skinheads; desde su origen fue más político que religioso; es nacionalista y hasta fascista…
“…En el muro frontal de la Unión Islámica de México, en San
Cristóbal, Chiapas, aparece escrito: “Sheikh Hamdan bin Rashid Al
Maktoun”. El entrevistado aclara el dato: “Es clásico en ellos buscar lugares donde hay conflictos sociales o étnicos. Ya están en Chechenia, por ejemplo.
Estudian bien y van a donde hay revuelta. Por lo visto, esto
les da resultado, porque así consiguen patrocinadores, uno de los cuales es justo el sheikh Hamdan bin Rashid Maktoun, Emir de Dubai”.
En estas condiciones donde el sincretismo se conveirte en mescolanza, el Presidente de México, debidamente investido de los poderes rituales de los chamulas (el bastón, el chamarro y las cintas del sombrero) ha dicho algo significativo:
«Que el cielo y Dios que cuida a San Juan Chamula pueda iluminar a los Gobernantes en favor de los más pobres (…) tienen un Gobernante que quiere servir, que cumple con su palabra y tienen en mí a un hermano y a un amigo».
Y en cuanto al Dios “que cuida “ a San Juan Chamula pues quién sabe cuál será en todo este politeísmo chiapaneco de iluminados de ocasión, pues su habilidad protectora y vigilante resulta, a la vista simple de la espantosa miseria de los indígenas chamulas (y para esto no se necesita un ser Ricardo Pozas ni sentirse Juan Pérez Jolote), un desastre.
La iluminación es algo muy complejo en materia teológica. Solicitar la luz divina y el amparo celestial, más parece cosa de predicadores cuya finalidad es gritarle al pueblo: “¡pare de sufrir!”.
Y en cuanto a los iluminados, dos fuentes de información (el Diccionario Webster y La Enciclopedia Británica) nos dicen:
“(W) Alguien que por intervención divina pretende tener conocimiento o habilidades extraordinarias”.
La Enciclopedia, por su parte habla del movimiento. “Los Iluminados: Un movimiento de corta duración… fundado el primero de mayo de 1776 por Adam Weishaupt… un ex-jesuita. Los miembros de esta sociedad secreta se llamaban a sí mismos ‘Perfectibilistas’…
“…Desde 1778 en adelante, ellos comenzaron a hacer contacto con varias logias masónicas, en donde bajo el impulso de A. Knigge, uno de sus principales convertidos, a menudo se las ingeniaban para obtener posiciones de poder. La membresía total nunca excedió a 2.000″.
Pero esa es historia. En México ya casi no hay iluminados, si alguna vez los hubo. Uno de ellos fue Martín Esparza, el líder de los sindicalistas de Luz y Fuerza y vea usted ahora cómo se ha extinguido la luz con cuyo voltaje daban calor a sus vidas quienes ahora están metidos en una huelga de hambre en el Zócalo de la ciudad de México, entre la simulación y la farsa.
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Finalmente fue registrado Emilio Gamboa para encabezar la Confederación Nacional de Organizaciones Populares desde donde se le presume seguro sucesor de Beatriz Paredes en la presidencia del Comité Ejecutivo Nacional del PRI.
En estos tiempos desde ese cargo muy fácil le será coordinar la campaña presidencial de quien resulte candidato del tricolor y (si ya estamos suponiendo, supongamos más) ocupar seguramente la secretaría de Gobernación.
Gamboa es un hombre cuya habilidad política no permite discusión ninguna. Les cae bien a muchos y muy mal a otros. Pero como se dice en política, lo importante es la suma, no la resta. Y en este páramo de ineptos, Gamboa es un hombre insustituible para el PRI.
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Como todos sabemos los panistas se despeñaron en un zafarrancho la noche del jueves en Aguascalientes tras un debate por televisión. A la salida de la estación agredieron a Carlos Lozano, candidato del PRI, quien calificó las protestas y los empellones como parte de la desesperación por ver cómo el estado se les va de las manos de manera tan irremediable como el Necaxa se enfila a la Primera División.
“El candidato señaló que la manifestación estuvo totalmente fuera de lugar y da idea de la desesperación que se está viviendo en el PAN; narró que fue objeto de empellones de parte de los simpatizantes de Orozco Sandoval, le arrojaron líquidos (se cree que era agua), les tiraron patadas y a uno de sus acompañantes (dice El Heraldo de Aguascalientes) le pegaron en la cabeza con una bandera.
“No obstante lo anterior, Lozano de la Torre dijo que seguirá realizando su campaña tal como la tiene trazada presentando sus propuestas y buscando el respaldo de la sociedad, que es lo más importante, haciendo énfasis en que el reto de la coalición “Aliados por tu Bienestar” es precisamente convencer a la ciudadanía de que son la mejor opción de gobierno”.