Si todo lo revelado por el presidente Felipe Calderón durante su fiesta de cumpleaños, con la cual celebró medio siglo de vida, es cierto, entonces nos deberíamos preguntar si las muertes de Juan Camilo Mouriño y Francisco Blake fueron en verdad sólo azarosos y trágicos accidentes de aviación.

Las investigaciones oficiales de esos dos siniestros, nunca dejaron satisfecha la curiosidad de buen parte de la sociedad nacional. Por desgracia en México –y quizá en el resto del mundo–, las verdades oficiales casi siempre son las menos confiables.

Pero también vale la pena analizar un poco acerca del sustrato personal de la anécdota contada por el propio presidente cuando refirió la advertencia sobre un posible atentado; su renuncia a viajar del modo supuestamente riesgoso en extremo y la serenidad heróica con la cual dispuso una grabación póstuma para sus hijos en caso de un éxito terrorista para privarlo de la vida.

Yo en lo personal no me creo toda esa historia. Creo en un complot desactivado a tiempo, pero no en la insistencia de viajar si la travesía no garantizaba la seguridad a la cual están obligados quienes custodian al jefe del Estado. Pero mi escepticismo es mío. La verdad presidencial es suya y cada quien puede analizar.

A lo largo de este gobierno la propaganda oficial se ha empeñado en presentarnos al Presidente Calderón como un hombre valiente. Fuerte, audaz y valiente quizá para balancear la impopularidad de las consecuencias de una guerra declarada de forma “sui generis”. Hasta sus aliados extranjeros han cedido a esta exaltación.

Incapaz de arredrarse ante las amenazas del crimen organizado, renuente absoluto a arriar las banderas y buscar la retirada en una batalla tan encomiable como infecunda; obligado por su propia conciencia a darlo todo por el bien de la patria amenazada por quienes violan la ley y siembran la muerte. Estóico hasta el fin.

Esa ha sido la imagen tras la cual se han esforzado Max Cortazar y Alejandra Sota. Y esa es la figura a la cual él mismo busca enaltecer con esta confidencia del fin de semana. Frente a sus amigos dijo:

“Un día, antes de emprender una gira, me buscó el general (Jesús Javier) Castillo (jefe del Estado Mayor Presidencial) para decirme que se había recogido información de que querían atentar contra el avión presidencial. Me dijo que no era la primera vez que había amenazas contra el Presidente, pero que esta vez eran creíbles y por eso me las comunicaba”.

“Calderón relató que pidió que un equipo de Cepropie abordara la aeronave oficial para grabar un video dirigido a sus familiares, a fin de que lo vieran en caso de que fuera asesinado.

“No sé dónde habrá quedado ese video, pero les dije que pensaran que yo ya había vivido una vida plena, llena de realizaciones, y que si algo malo me pasaba se valía extrañarme pero no con tristeza sino con alegría y buenos recuerdos”, compartió.

“El Presidente de la República dijo que aquella gira contó con un operativo especial por parte de las Fuerzas Armadas y que todas las actividades transcurrieron con normalidad”.

Aquí hay algo muy extraño. Si el Presidente quería un documento grabado para la memoria de los mexicanos; de su familia y los demás, ¿cómo pidió hacerlo a bordeo de una nave supuestamente condenada al derribo? Excepto si lo hubieran grabado con la “Caja negra”, lo cual es poco probable.

Pero haciendo a un lado ese detalle técnico, ¿cómo puede el Presidente decir no se dónde habrá quedado ese video?

De acuerdo con eso en Los Pinos se puede perder un documento sobre seguridad (/o inseguridad) nacional y nada sucede.

No es la primera vez que el mandatario reconoce que ha sido blanco de amenazas por su decisión de combatir frontalmente al crimen organizado, como lo hizo durante una entrevista con la agencia Reuters en 2007.

CHIHUAHUA

Importante la precisión del líder de los senadores priístas durante la reunión plenaria de su grupo parlamentario iniciada ayer en Chihuahua: sumisión ante el Ejecutivo, nunca. Colaboración para fines de desarrollo, toda.

“México, está ante la gran oportunidad de pasar a una situación mucho mejor que la actual, ya que contamos con los recursos para salir adelante, especialmente su gente.

“No es posible continuar con políticas públicas que vergonzosamente tienen a 52 millones de mexicanos en la pobreza. Sin embargo, para resolver esta lastimosa situación, tenemos que actuar todos, no sólo el Gobierno”.

La selección de Chihuahua para efectuar ahí esta primera plenaria de los senadores del PRI es un doble reconocimiento por parte de Gamboa. Primero, al gobernador César Duarte y después a Lilia Merodio, quien fue sub coordinadora suya en San Lázaro cuando Gamboa lideraba a los tricolores y ahora llega al Senado después de arrasar electoralmente en su estado.

Author: Rafael Cardona

Rafael Cardona

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