El republicano utilizó presiones como la amenaza de aranceles y algunos otros mecanismos, incluso fuera de la ley, para obtener algunas de las cosas que quería de México, señaló un experto del IMEF

Faltan cuatro meses y medio para conocer si el exmandatario estadounidense Donald Trump regresará como huésped por cuatro años en la Casa Blanca y los tratados comerciales de Estados Unidos con sus socios han entrado en una fase de incertidumbre, entre ellos el Tratado con Canadá y México (T-MEC), ya que la revisión que funcionarios del entrante gobierno de Claudia Sheinbaum estimaban como mero trámite, se tornará en pesadilla, ya que el magnate republicano ya ha puesto varios obstáculos para las exportaciones mexicanas, así como seguridad y garantías para inversionistas de EU con sus empresas en suelo mexicano.

Expertos del Instituto Mexicano de Ejecutivos de Finanzas (IMEF), advierten desde ahora que de ser electo Trump en las elecciones presidenciales de noviembre, México enfrentará una postura más dura frente a la revisión del T-MEC en 2025.

El vicepresidente del Comité Nacional de Estudio Económicos del IMEF, Mario Correa, alertó que no es nueva la relación del expresidente Trump con México, por lo que auguró habrá presiones, además acompañadas de su compañero de fórmula, James David Vance, declarado antiimigrante.

 “Algo que sí se ve venir es una posición mucho más dura en la negociación por parte de Estados Unidos, se ven venir presiones”, declaró Correa.

En este sentido, recordó que, previo a 2019, cuando se le dio vida al Tratado México, Estados Unidos y Canadá (T-MEC), Trump utilizó presiones como la amenaza de aranceles y algunos otros mecanismos, incluso fuera de la ley, para obtener algunas de las cosas que quería de México.

“Ya vimos en el pasado que Trump es una persona muy dura para negociar, le gusta negociar con mucha fuerza y, de hecho, haciendo advertencias, si no es que amenazas, muy claras para obtener lo que quiere”, dijo.

El especialista consideró que los temas que podrían generar fricción en la relación bilateral serían todos los que tengan que ver con el sector energético, luego de más de dos años en conflictos por reformas al sector doméstico que afectaba los intereses de privados nacionales y extranjeros con capital en el país.

Otro factor a tomar en cuenta será la recomposición de las cadenas de suministro globales, fenómeno también conocido como ‘nearshoring’ y la reubicación de fábricas por el conflicto comercial de Estados Unidos con China.

Correa también resaltó que el combate al narcotráfico será un “tema clave” con el que Trump podría ejercer mucha presión.

El T-MEC, que entró en vigor en el verano de 2019, obliga a los tres países a hacer una revisión del tratado cada seis años, mientras que los tres gobiernos de Norteamérica ya llevan a cabo reuniones previas de cara a este proceso, en el cual los gobiernos mexicano y estadounidense llegan con nuevos líderes al frente.

En el caso de México, la presidenta electa, Claudia Sheinbaum, será la encargada de llevar a cabo las negociaciones, mientras que aún está por definirse el resultado de las elecciones en Estados Unidos, donde Trump enfrentará al actual mandatario Joseph Biden.

En tanto, las más cercanas elecciones en Canadá se prevén para octubre de 2025.