Cuando el Señor Presidente nos dijo hace meses (2.04.20) cómo aprovecharía la epidemia para fortalecer sus tesis políticas y por consecuencia su estrategia electoral, cuyo proceso –comenzando por embestir al INE–, ya se prepara a impugnar en el mejor estilo de su amigo Donald Trump, nadie se imaginaba hasta dónde llegaría la gravedad.
El Coronavirus no fue el anillo en el dedo.
La joya de su corona apenas comienza: es la vacunación, porque en la conformación de las brigadas concurren todos los elementos sobre las cuales se sustenta su creciente poder: el Ejército –o las Fuerzas Armadas, en general–; los Servidores de la Nación cuya verdadera naturaleza es de promoción del voto; encargados de la leva de conciencias; los “voluntarios”, cuya capacidad es de inteligencia, espionaje y reclutamiento, los promotores de las Becas Benito Juárez, y la tropa de “Sembrando vida”, cuya fuerza es la persuasión en zonas rurales. Al final los médicos.
Además se han colocado puntos de aplicación de las vacunas en los sitios controlados por las brigadas, fuera de los sitios tradicionales de atención a la salud como clínicas de la Ssa o el Instituto Mexicano del Seguro Social. Es una magna labor de ocupación para lograr fines políticos.
La estrategia, plenamente electoral, no deja zonas vacías: el reforzamiento mediático es abrumador.
La hipócrita propaganda (ahora al aire) de Morena, contamina políticamente el tema de la inmunización: ofrece la mitad de sus prerrogativas para las vacunas, no por afán filantrópico o sanitario, sino electorero.
La perversión (y hasta la perversidad), es evidente e impune: el Instituto Electoral nada puede hacer ante estas transgresiones cuya habilidad consiste en saltarse la ley sin violar la norma.
Cuando quiere intervenir recibe una felpa y múltiples amenazas e insultos, desde el púlpito de la mañana
Así fue anunciado:
“(LJ).- Con la llegada de más de 400 mil dosis de vacunas Pfizer este martes, a partir de mañana comenzarán a operar las primeras mil brigadas de vacunación, de las 10 mil que se pretenden integrar,para aplicarlas en el personal de salud que atienden en los hospitales Covid-19, anunció hoy el presidente.
“Pidió al personal vinculado denunciar posibles excesos de quienes quieran colarse en la fila
“Por otro lado, al conocerse que el coordinador Nacional de Comunicación Social de la Presidencia, Jesús Ramírez Cuevas, dio positivo al Covid, anunció que mañana el secretario de Salud, Jorge Alcocer presentará en la reunión de gabinete de seguridad, previa a la conferencia matutina, un protocolo para la seguridad de los funcionarios que participan en estos encuentros diarios en Palacio Nacional.
“…es muy dolorosa la pandemia de Covid, hay que acabar con la peste de la corrupción que es peor que la malaria. Hay que tener la vacuna pero hay que terminar la fase 3 de vacuna contra la corrupción en México.
“…sobre la reserva gubernamental en torno a una solicitud de acceso a la información sobre los contratos para las vacunas, dijo que mañana (…) se darán a conocer estos contratos. Reiteró que se han entregado ya adelantos de 7 mil millones de pesos”.
La opacidad en la adquisición de vacunas se mantendrá, en parte por conveniencia y en parte por los acuerdos de confidencialidad con los laboratorios. Pero el hecho es simple: México pagará las vacuna al mismo precio de los países desarrollados por su pertenencia a un bloque llamado Temec.
La vacunación abre ahora un nuevo campo para la polarización social. Se crea una innecesaria brecha entre la medicina privada y la medicina pública al servicio de los intereses del gobierno y su partido.
Y eso nada más significa desperdiciar capacidades, encarecer la gran campaña de la cual todos deberían tomar parte, pero la insidia contra todo cuanto parezca adversario, no sólo divide sino propicia enemistades en el peor momento.
TRUMP
Si el gobierno de México quiere crear su propio servicio de comunicación como Facebook o Tuiter, bien podría asociarse con el repudiado mayor de estas grandes plataformas digitales.
Construir el enorme servidor de “Tuitcalipoca” o “Feisbucóatl” podría ser la continuación de una hermosa amistad, como le dijo Humphrey Bogart a Claude Raines.
También será un linimento para el gran demagogo del norte, cuyo populismo causó la división más horrible de su país en muchos años y su viaje personal –sin retorno–, a la bonita finca de Palenque.
Todo derrumbe es cosa del tiempo. En este caso cuatro años le bastaron a EU para echarlo a la calle.
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