El jueves y viernes la Comisión Nacional de Ayuda a Refugiados, COMAR, cerrará sus puertas por la Pasión de Cristo. Y allí en las calles de la Colonia Juárez quedarán varados entre 600 y mil haitianos que se aglomeran en la Plaza Giordano Bruno, a un lado del Museo de Cera, y que verán transcurrir cuatro días sin que su situación migratoria avance un ápice.

La alcaldesa local, Sandra Cuevas, se metió en este lío sin ser convocada (algo que suele hacer) y prometió resolver la situación con un albergue a cargo de su administración, Cada día hay movimientos en la Plaza Giordano, la llamada Paqueña Haití, que ya no es tan pequeña y que empieza a hacerse multinacional. Llegan unos y se van otros, pero el saldo siempre deja más gente en este sitio cercano a las oficinas de COMAR.

Como Comar se va de vacaciones, los migrantes tendrán que seguir durmiendo en la calle y habrá cuatro días continuos en los que se juntarán más personas y no se irá prácticamente nadie, ya que la partida depende de contar con la tarjeta de refugiado.