La falta de grúas en las terminales y la eliminación del Patio Regulador de Camiones han provocado una congestión masiva de tráileres
La ciudad de Manzanillo enfrenta una crisis vial sin precedentes que ha mantenido colapsadas las vías de acceso al puerto por casi 24 horas. Este bloqueo ha trastocado tanto la actividad portuaria como la vida diaria de miles de residentes que dependen de estas rutas para llegar a sus trabajos.
El caos se originó cuando operadores de carga pesada reportaron la falta de grúas disponibles para realizar las maniobras de carga en las terminales de SSA México y CONTECON, ubicadas en la zona norte del puerto. Esta deficiencia logística obligó a los camiones a acumularse en las vías externas, provocando un colapso en la movilidad urbana que se ha extendido hasta las primeras horas de este jueves.
La Administración del Sistema Portuario Nacional (ASIPONA) Manzanillo ha reconocido la gravedad de la situación, destacando la inoperatividad de la Puerta 15 por una falla técnica y señalando problemas para acceder tanto al puerto como a la ciudad. Las principales arterias de acceso, como las carreteras Puerto Jalipa y Jalipa-Puerto, así como el libramiento El Naranjo y el acceso por Pez Vela, se encuentran completamente saturadas.
El problema se agravó por la eliminación del Patio Regulador de Camiones, un espacio de 170 hectáreas que servía para estacionar y regular el flujo de más de 5,000 tractocamiones que ingresan diariamente al puerto. La falta de este sistema ha desorganizado el ingreso al puerto, generando largas esperas y retrasos que alcanzan hasta las 12 horas.
La congestión vial ha tenido consecuencias trágicas. Un conductor falleció al no poder recibir atención médica a tiempo debido al tráfico. Además, varias empresas de autobuses foráneos, como Autovías La Línea y Primera Plus, han suspendido temporalmente sus operaciones hacia y desde Manzanillo, complicando aún más la situación para los viajeros.
Ante esta crisis, la ASIPONA ha implementado medidas de emergencia para intentar descongestionar las vialidades, instando a los patios externos a agilizar sus procesos de ingreso y pidiendo la colaboración de los transportistas con las autoridades viales. No obstante, hasta el momento, los esfuerzos no han logrado restablecer la fluidez vehicular.
Este colapso pone en evidencia la urgente necesidad de mejorar la infraestructura logística y de transporte en uno de los puertos más importantes del país. Mientras tanto, la actividad económica y la vida cotidiana en Manzanillo permanecen gravemente afectadas, con miles de personas esperando una pronta solución a esta crítica situación.