EL gobierno de Coahuila, acusado de sostener relaciones de proveeduría con empresas fantasmales, ofreció llevar a los contratistas y empresarios con quienes guarda tratos mercantiles al Congreso del Estado para dar testimonio fehaciente de su existencia y legitimidad.

–Todo mundo habla de esto, pero nosotros responderemos con la presentación física de las personas relacionadas con tan falaces acusaciones, dijo una fuente del gobierno estatal consultada por esta columna.

El gobernador del Estado, Rubén Moreira Valdez ofreció  solicitar información a la Secretaría de Finanzas para determinar si, en su caso, es necesaria la intervención de la Secretaría de Fiscalización y Rendición de Cuentas para aclarar la situación.

Las acusaciones fueron publicadas en días recientes por los diarios del Grupo Reforma.

En entrevistas concedidas en los municipios de Matamoros y Viesca, donde fue abordado en torno de este tema, el Mandatario estatal dijo conocer el caso por las versiones periodísticas.

“Leí con mucha atención la nota” señaló el Gobernador, “la información que tengo es la de ahí (de la nota) hablé con la gente de la secretaría de Finanzas para que den un reporte de esto, también hablé con la Contraloría del Estado (Secretaría de Fiscalización y Rendición de Cuentas), para que en su caso se haga algún tipo de supervisión y de revisión de lo que ahí se señala”.

“Los veo con mucho respeto (los señalamientos) y le pondremos –ofreció–, mucha atención a eso, tenemos un padrón público de proveedores; son públicas nuestras licitaciones y en el caso concreto (de la nota) pedí una explicación a la Secretaría de Finanzas y en su caso una revisión por parte de la Contraloría (SeFiR)”.

Cuestionado sobre si esta nota periodística afecta al Gobierno estatal, Rubén Moreira contestó que por el contrario, para eso existe transparencia y se encuentra abierta la información, para ser sometida al escrutinio.

“También tenemos público las ubicaciones de las obras, por ejemplo, para que si alguien cree que no está la obra o no se ubica donde viene en el mapa, pues nos lo haga saber”, dijo.

IGUALA

Para entender lo ocurrido en estos últimos dos años en relación con los hechos de iguala, deberíamos  hacer divisiones y subdivisiones del tema.

Por un lado, están los delitos ahí cometidos.  ¿Cuántos?, Todos. Delitos del orden federal, delitos del orden común, delitos de complicidad; delitos políticos, delitos contra la integridad de las personas, secuestros, homicidios, inhumaciones clandestinas, todo, de veras, el catálogo es brutal. Pero más brutal todavía es lo ocurrido por  la búsqueda de esas personas en la historia reciente de México.

Porque mientras se estaba buscando a 43 personas cuyo secuestro se sabía, con toda precisión, cuándo, en dónde y a la hora hora cuando fueron retenidos, se fueron encontrando los restos de decenas, o de centenares, de otras personas de quienes  nadie había advertido y  cuya desaparición nadie  había tomado en cuenta para denunciarla ni para condolerse por su suerte.

De pronto nos dimos cuenta: buscabas a 43, primero secuestrados y después, ya en la segunda clasificación de los hechos, en el delito de secuestro transformado en desaparición forzada, encontraste a otros 200 personas con la misma gravedad de los inicialmente buscados, lo cual nos pone frente a un situación gravísima generalizada por toda la geografía del país, porque seguimos encontrando por todas partes fosas clandestinas, entierros misteriosos sin saber de quién, ni cómo, ni cuándo.

Y entonces, ahora, lo único visible es esta preocupación por la violación de los derechos humanos de esos 43 jóvenes estudiantes de la Escuela Normal de Aytozinapa, sin tomar en cuenta  de  cuántas decenas, centenares, o quizás miles de personas han desaparecido en México.

La desaparición no igual al  secuestro, ya se ha querido explicar en muchas ocasiones. La diferencia es un secuestro tiene temporalidad y se comete por un delincuente con una finalidad muy clara para llevarse a una persona y después pedir por ella un rescate o cometer una venganza, o simplemente asesinarlo porque lo odia, pero la violación de los derechos humanos es cuando una autoridad, del nivel que sea, secuestra a una persona, se la lleva, la esconde y después oculta la evidencia de su crimen inicial, la desaparece, y esa desaparición forzada no tiene prescripción.

Por ejemplo, un delito de secuestro tiene prescripción lógica, 99 años después de secuestrada una persona sería inútil seguirla buscando porque ya pasó el tiempo, pero en el caso de una desaparición forzada, así pasen mil años, teóricamente en el lenguaje de los derechos humanos, el Estado sigue siendo responsable si no ha aparecido, ya no solamente es responsable de haberlo desaparecido, habérselo llevado, es responsable de que no aparezca.

Entonces, en el caso de estos jóvenes cuyo segundo aniversario ahora se cumple vamos a seguir viendo esto durante cinco, durante diez, durante 15, durante 20 o los años

Cada año se seguirá diciendo lo mismo. Nunca van a aparecer sus cadáveres y la petición de presentarlos vivos es un hermoso lema político, pero es un despropósito frente a la vigencia y a la realidad de los hechos.

Author: Rafael Cardona

Rafael Cardona

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