La grosera campaña de desprestigio de las instituciones de la república, entre ellas los gobiernos municipales –no importa si se forma parte de ellos—orquestada por los grupos religioso -financieros agrupados en diferentes confesiones, algunas de larga data, como la iglesia romana y otras derivadas o desprendidas de ella, en abierta competencia por su importancia en los procesos políticos “civiles”, ha sido interpretada por algunos lectores de esta columna, entre ellos Rodolfo Echeverría, quien me recuerda el triunfo de un grupo de ciudadanos cuya gestión logró hace un año la inclusión del término “laica” en el definitorio artículo 40 de la Constitución.

Pero vayamos a las palabras de otros:

Dice Rodolfo Echeverría:

“Incubada y dirigida desde las oscuras madrigueras en cuyo seno acechan las camadas más radicales e integristas de la burocrática derecha clerical, está en marcha la enésima embestida, aviesa y galopante, contra las leyes laicas de la república en pleno siglo XXI.

“Intentan –y los vergonzosos hechos recientes así lo confirman en Chihuahua o en Veracruz, en Nuevo León o en la Ciudad de México– burlar al Estado laico. Y lo hacen con arrogancia y desplantes retadores y altivos.

“No se trata de un asunto de cuantía menor o de segundo o tercer orden: es un tema ligado de manera medular al proceso democrático y a la convivencia civilizada entre los mexicanos, sea cual sea su modo de creer o de no creer.

“Las fuerzas partidistas integrantes del “Pacto por México” deberían elaborar y difundir de manera profusa un pronunciamiento, inequívoco y unánime, acerca de la naturaleza laica de la vida social y política, jurídica y legislativa del país.

“La Secretaria de Gobernación, instancia responsable de cumplir y hacer cumplir las leyes laicas de la república, está obligada a formular cuanto antes un comunicado específico, dirigido a las autoridades organizadas en los tres órdenes de gobierno, con el objeto de refrendar ante ellas –y para ellas– el carácter laico del Estado y de la Constitución, de la república, del gobierno y de las leyes.

“La historia nacional nos ha dejado amargas experiencias, inolvidables episodios de sangre, cuando se ha perdido la brújula de la convivencia laica. La democracia y la política integran un binomio instrumental capaz de mover al país hacia estadios superiores del desarrollo humano.

“El año pasado el Congreso de la Unión y las legislaturas de los estados –Poder Revisor de la Constitución– adicionaron el artículo 40 de la ley fundamental. Los legisladores decidieron remarcar y robustecer el carácter laico de la república, aunque, como sabemos, nuestra Constitución –su letra, su espíritu– es laica por completo, de principio a fin. En axiomática frase dice: “Es voluntad del pueblo mexicano constituirse en una república representativa, democrática, laica y federal.”

“El artículo 40 debe ser complementado ahora con una Ley General Reglamentaria. Tan inaplazable decisión legislativa desarrollaría las múltiples facetas contenidas en la esencia de la república laica. Las más de ellas se relacionan con los derechos de las minorías étnicas, sexuales y religiosas, las reivindicaciones y las libertades de las mujeres, el desarrollo libre de la investigación científica, el continuo proceso secularizador de la vida mexicana…

Pero hay más. “L”, cuyo nombre entero me reservo, dice:

“…los evangélicos hoy garantizan votos, pero no de a gratis. Lo vivimos con Calderón y su alianza con la pareja de delincuentes de los Orosco (sic), vendedores de seguros hasta el 1998 en Tijuana y enlace con la “Casa sobre la Roca”, su infiltración y las recompensas y poder para la institución, el matrimonio, puestos, desvíos de recursos, regalo de la propiedad en las Lomas del caserón decomisado a Amado Carrillo y a la Rosi Orozco que debemos de seguir soportando.

“La sociedad con ellos, para saqueo ,de la Zavala con los centros “Nueva Vida”, uno de los curros mas graves en un tema tan sensible como las adicciones, que recibían presupuesto oficial, 423 en total y de los cuales, resultados, profesionales, etc, nada sabemos. Otra que buscó el apoyo de los evangélicos fue JVM para su campaña y el ungido y bendecido cáncer de México, AMLO, también. Recordar la estupidez en el hotel de la Alameda. Por ende no es un chiste, ni mucho menos. La historia latinoamericana nos lo muestra, pasaron de la marginación política, cómo debería ser con todas las religiones, a una participación activa hacia los años 90, en Perú los evangélicos y el partido “Cambio 90” llevaron a Fujimori al poder.

“En 1998 en el Salvador tres candidatos evangélicos compitieron por la presidencia. Con tres partidos diferentes, situaciones similares se han vivido en Venezuela, Bolivia y Brasil. En Guatemala en un cambio abrupto la euforia evangélica llevo en 1982 a Ríos Montt a la presidencia. Nunca en ese país un evangélico había alcanzado ese puesto. Dicen que para muestra basta un botón, acá hay varios y uno peor que el otro”.

Y para completar me escribe Alfonso Hernández, “tepitòlogo” y me plan tea estas preguntas en relación con el barrio. No lo comparto todo pero todo lo reproduzco.

“¿Por qué temer a Tepito?

“Porque es uno de los epicentros de esta ciudad caótica. Porque en esta ciudad, un barrio sin sombra no infunde respeto. Porque con su fuerza, bravura y resistencia ha pasado todas las pruebas del urbanismo depredador de los barrios originarios…

“¿Por qué la mala percepción de Tepito?

“Por el estigma delincuencial con el que lo etiquetan sin dejar entrever su carisma barrial, su creatividad y productividad local, y su capacidad de
resistencia a todos los embates contra sus formas de trabajo y vida…

“¿Tepito es solo crimen?

“No, Tepito es mas que un solar nativo cuya escala urbana integra: arraigo, identidad y cultura. Ya que es uno de los pocos barrios citadinos que en la historia de la ciudad lo ha sido todo: modesto barrio indígena, miserable enclave colonial, arrabal de la ciudad de los palacios, atracadero urbano, tianguis y tendajón de sobrinas, laboratorio socioeconómico contra los procesos arruinadores del sistema, abrevadero cultural de los chilangos y tendedero existencias de propios y extraños…

“¿Por qué destacar solo lo malo de Tepito?

“Porque son noticias que se venden como flor de un día y aunque al siguiente sean periódicos de ayer. Porque se recrea el morbo de un barrio supuestamente marginal que desde siempre forma parte del tianguis global…

“¿Qué más es Tepito?

“Un barrio que preserva la savia de su nopal genealógico. Un rizoma urbano policéntrico. Un mecanismo automático de relojería barrial donde la economía informal es una modesta fábrica social contra la poderosa industria del crimen y su fordismo delincuencial…

“¿Es válido, parcial y limitado el prejuicio sobre Tepito?

“Al barrio le pasa lo mismo que a los chilangos con el resto del país: con el desprestigio bien y mal ganado. Solo el carisma se sobrepone al estigma…

“¿Qué, qué sentimos…?

“Nos sirve para calibrar el grado de ingenuidad de quienes no se atreven a valorar lo que es, lo que representa y lo que significa un barrio que siempre se la ha rifado por defender su esencia cultural….

“¿Tepito es malo o bueno o normal?

“Tepito dejó de ser un barrio miserable ejerciendo la cultura de la pobreza, con la que ha aprendido a resistir todos los embates del urbanismo depredador, del afán expansivo de la Slim Village, de la especulación inmobiliaria por estar en el segundo perímetro del centro histórico, de estar dejado a su suerte para que se criminalice, de bloquear sus deportivos para que no vuelva a ser semillero de campeones, de la corrupción imperante y de que sean mas noticia unos cuantos que los miles que trabajamos en lo que deja mientras a otros pocos los dejan que surtan lo que apendeja….”

Servido, mi buen.

AMPUDIA

Bien se recupera Ricardo Ampudia, el Director General de Comunicación Social de la Secretaría de Gobernación, donde se ha convertido en parte indispensable de la exitosa estructura administrativo política del secretario Miguel Ángel Osorio Chong.

Author: Rafael Cardona

Rafael Cardona

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