En el contexto de la inminente sentencia a Genaro García Luna, ex secretario de Seguridad de Calderón, Sheinbaum señaló que la violencia en el país es consecuencia de la impunidad
La presidenta Claudia Sheinbaum Pardo cuestionó las afirmaciones del expresidente Felipe Calderón, quien se jactó en redes sociales de haber combatido al narcotráfico durante su administración. Este intercambio ocurre a solo dos días de que se dictará sentencia a Genaro García Luna, el ex secretario de Seguridad de Calderón, por sus vínculos con el crimen organizado en Estados Unidos.
Durante “La Mañanera del Pueblo”, Sheinbaum enfatizó que el pueblo de México se siente satisfecho con los avances de la Cuarta Transformación, un proceso que, según ella, muchos de sus adversarios no han logrado entender. “(Felipe) Calderón sale con un tuit reivindicando que él sí combatió al narco cuando dentro de dos días van a dictarle sentencia a su secretario de Seguridad por colusión con el narco. A ver, explíquenme eso. Lo menos es cinismo, ¿no?”, afirmó.
En sus declaraciones, la mandataria destacó que la violencia en el país no proviene de la lucha contra el crimen, sino de la impunidad que permite que los criminales se apoderen de territorios y recursos. “Lo que causa la violencia no es combatir a los criminales, sino dejarlos apoderarse del país”, insistió. Según Sheinbaum, la actual administración se ha comprometido a cumplir con 100 promesas para seguir trabajando por el bienestar de la población.
El tuit de Calderón, en el que defiende su enfoque de combate al narcotráfico, argumenta que la violencia es el resultado de las disputas territoriales entre grupos criminales, exacerbadas por la falta de control estatal. “La violencia se debe a la disputa territorial entre grupos y a la ausencia del Estado que deja a los ciudadanos a merced de los criminales”, escribió. Sin embargo, sus comentarios han sido recibidos con escepticismo, sobre todo considerando la controversia en torno a García Luna y su papel en la estrategia de seguridad de Calderón.
A pesar de las críticas, el exmandatario ha mantenido su postura, afirmando que es deber de cualquier gobierno combatir a la delincuencia. Esta defensa llega en un momento en que Sheinbaum ha propuesto un enfoque distinto a la seguridad, evitando la “guerra contra el narco” y centrándose en medidas más comunitarias y preventivas.
La presidenta también se refirió a una encuesta reciente que muestra que el 90% de los encuestados confía en su gobierno, subrayando que sus adversarios no comprenden que la mayoría de los mexicanos desean que la Cuarta Transformación continúe. “Agradecer al pueblo de México por la confianza siempre. Y decir que no vamos a fallar, que vamos a trabajar hasta lo necesario, triple, cuádruple para poder cumplir con los compromisos”, aseguró.
El contraste entre las visiones de Calderón y Sheinbaum pone de manifiesto las profundas divisiones en el enfoque hacia la seguridad y el crimen organizado en México. Mientras Calderón defiende su legado en un contexto de creciente violencia y narcotráfico, Sheinbaum promete un camino diferente, centrado en los derechos del pueblo y la transformación social.