Ya poco le queda a este año cuyo tránsito y registro muchos quisieran olvidar. Año sangriento, costoso y empobrecido; sin luces ni memoria útil y sin bases reales para la esperanza, al menos si creemos en ella como una virtud y no como una obligación política impuesta por los merolicos y los medios fáciles.
Esperanza, cuántos crímenes se cometen en tu nombre habría dicho Madame Rolland frente a esta degollina interminable; frente a esta voracidad fiscal en cuyo campeonato pelean con fiereza inaudita los gobiernos federal y local –al menos en el DF–, obsesionados por aparentar y requerir para ello fondos interminables a cambio de malos servicios, oportunidades y peores condiciones de vida.
Ya se van los últimos días, ya se deshace el racimo y se desvanece el fracaso en medio de los muchos foquitos titilantes en portones, ventanas y azoteas. Ya nos muestra el poder las últimas sorpresas de este año, todas ellas ruinosas para los ciudadanos quienes todavía no alcanzan a comprender cómo se les beneficia cuando se les sisa el talego; se les mete la mano en el bolsillo, se les escamotea la calidad de la vida a cambio de inicuas reformas fiscales de notoria precariedad, mala factura e inútil cumplimiento.
Ya en las vísperas de la última hoja del calendario falta de nuevo a su palabra el Presidente Felipe Calderón y nos asesta el postrer gasolinazo del 2009 a pesar del congelamiento anunciado apenas en enero cuando nos ofreció 25 acciones dizque salir de una crisis cuya profundidad nunca pudo siquiera ser imaginada.
Los aumentos no pudieron esperar ni el aniversario del pacto unilateralmente anunciado y concebido supuestamente para beneficio general y también unilateralmente incumplido cuando la lumbre les llegó a los aparejos.
Fue este el año de las acciones correctivas, auxiliadoras, preventivas, correctivas, propiciatorias y todo cuanto se quiera decir, pero también cuando el fracaso los tiñó de azul.
Fue el tiempo en el cual las urnas hablaron con mayor elocuencia de cuanto las pantallas de la dócil televisión habían dicho y redicho. Pero así es la democracia; ofrece, pero también quita. Pierde Felipe Calderón la primera minoría en la Cámara de Diputados y su mala gestión económica, sus errores de operación política con Germán Martínez, lo hunden en la derrota mientras la Nación se tiñe de rojo como las cifras de la economía.
Llegamos así a diciembre con los peores índices de desempleo de la historia reciente, con una presión laboral de más de medio millón de mexicanos sumados a aun mercado laboral inexistente o al menos notoriamente insuficiente sin saber bien a bien como hacerle. El empleo no repunta; la crisis no cede y en medio de la devaluación Guillermo Ortiz se marcha del Banco de México.
Casi dos sexenios y una considerable fortuna, son suficiente pago para quién creó el Instituto para la Protección del Ahorro Bancario con lo cual se acabaron los problemas de la insolvente banca mexicana y de paso también la banca mexicana. Muerto el perro se acabó el Fobaproa.
Dos mil nueve; año anterior al fatídico 2010 cuya estela de sangre centenaria lo persigue como un cometa de pronóstico maya o película de Hollywood. El mundo se va a acabar, dicen, o al menos se va a llenar de sangre como si los torrentes actuales no fueran suficientes. Más de doce mil muertitos en el año, mil mensuales en promedio.
Tiempo para preparar los fastos del Bicentenario y el Centenario, de la Independencia a la Revolución y sus consecuencias: la familia revolucionaria y la imaginaria democracia del panismo impresentable; de Vicente Fox a lo de ahora. Escoja usted, ¿para dónde quiere caer?
Época válida para hacer arcos sin arco; árboles de Navidad de enormes dimensiones y colmar con albercas y canchas de futbol, tenis, basquetbol; cuadriláteros para el pugilismo o la lucha libre, el Paseo de la Reforma como si hubiera alguna lógica en la mezcla de los inclementes fracasos deportivos de siempre con los festejos históricos de la nacionalidad.
Pero Bernardo de la Garza, el notoriamente atlético presidente de la CONADE ha hallado en esta ocasión forma de hacerse de algunos billetitos y nos ofrece otra toma del Paseo de la Reforma, la pobre avenida cuyo verdadero nombre debe ser de un tiempo a esta fecha la Vía Dolorosa pues nada más eso nos deja a los ciudadanos: los domingos capturada por los ciclistas y los demás días escenario de mítines políticos, sindicales, futboleros; exhibiciones de Fórmula Uno, tianguis bien vestidos de artesanías y flores; alebrijes, casitas de nacimiento, o clausura por un concierto de Plácido Domingo con botonadura de plata y voz de Tita Ruffo; pero el antiguo paseo de la Emperatriz es el escenario de todas las vanidades públicas.
Cuando no lo usa Marcelo como ahora con en el ya dicho concierto para promoverse después del obediente “brugadazo” iztapalapeño, se lo apropia la CONADE como va a ocurrir en pocos meses. Ya de la ocupación absoluta estilo Andrés López, en el distante año 2006, mpues ni hablamos.
Y por si fuera poco un trozo de camellón permanentemente vedado a los mexicanos pues ahí la embajada no permite a nadie frente a su edificio. Una vez, cuando el gobierno de la ciudad quiso abrir las calles aledañas –ahora convertidas en antesala de solicitantes de visa–, y recuperar el frente del Paseo de la Reforma, el propio presidente Clinton le llamó a nuestro embajador en Washington y le dijo: “What´s the fucking matter with you”, cosa cuya traducción es innecesaria.
Pero no tenía esta columna deseos de irse tan lejos. Nada relacionado con Washington donde apenas anteayer celebraron la instauración de un sistema de salud avanzadísimo, sin llegar claro está a la excelsitud de nuestro Seguro Popular ni cosa semejante.
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Llega diciembre y con él el verdadero rostro del gobierno de la Revolución Democrática cuya mano izquierda jamás sabe los quehaceres de la derecha y le regala a la ciudad las uniones conyugales homosexuales para alegría de quien por ese motivo halle gozo y dictamina la legalización de las adopciones por parte de las parejas más parejas de todas, pues ambas partes son iguales.
Quizá uno lleve la parte activa y otro la pasiva (ya sabe usted la cosa de la almohada y el soplido), pero ese es asunto de alcobas, posturas y papeles por desempeñar, mientras la adopción de los niños abandonados es cosa de otra naturaleza (por aquello del ejemplo como condena y destino) frente a la cual la Iglesia Católica ya ha puesto el grito en el cielo, sin hallar respuesta de las alturas.
Por otra parte el gobierno de la izquierda, cuya voz se alzó tonante y rotunda cuando el gobierno federal panista y reaccionario (así le dijeron) subió el IVA y el IETU, muestra cómo ha aprendido la lección y con el pretexto de la merma de las participaciones federales en su opimo presupuesto, apuñala sin misericordia a la gente del DF, esa a la cual han jurado defender de los otros abusos.
Las pensiones de ancianos, por ejemplo parte sustantiva de su compra anticipada de votos, se mantienen iguales, tanto como las medicinas, útiles escolares y demás espejitos con los cuales subyugan a los chilangos de su claque, pero los impuestos y derechos se alzan de manera estratosférica.
Suben el Metro, el agua, las placas, las alzas, las bajas; las licencias de conducir y hasta las actas de nacimiento y defunción; los prediales (si usted creía satisfecha la voracidad dispendiosa con el “predialazo” de hace dos años); se alzan los gravámenes por la nómina y la hospedería; el Metrobús se aumentará pronto y en general todo va para arriba (menos el mínimo salario) como si las otras alzas no fueran suficientes.
¡Ah!, pero nos regala el señor Ebrard — quien ya se ufana de haberse ido a Copenhague a lograr la presidencia de la asociación de alcaldes por el cambio climático (como si eso nos sirviera para algo)–, las pistas de hielo, los toboganes y las albercas con playa artificial (casi todo aquí es artificial) de la Semana Santa. Muy poco necesita este pueblo para sucumbir ante los espejismos y hacerse de la vista gorda ante la crónica ineficiencia en los servicios públicos.
Como ya pavimentamos o encementamos el Circuito Interior de Bicentenario nombre (por eso CEMEX pagó parte del reformista arbolote navideño), hallamos motivo suficiente para subir el predial. Y de paso reunimos dinero para las campaña de Andrés y Marcelo, cada quien por un partido, con el fácil mecanismo de la declinación en el momento oportuno. Otra vez Juanito y Clara.
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Este fue el año de la desgracia más triste de la historia reciente: cincuenta y dos niños asesinados por la negligencia en una guardería de Hermosillo cuyos concesionarios llevan apellidos tan ilustres como para no repetirlos, no vayamos a distraer el ocio de su impunidad presente. Un caso igual de vida sin castigo les toca a los criminales protegidos en el caso News Divine, pero esa harina va a otro costal.
Ni un solo culpable en Hermosillo, ni un solo reo, ni un preso a pesar de las faramallas de los gobiernos estatal; federal y hasta de la Suprema Corte de Justicia. Nada de nada, excepto un peritaje medio año más tarde y un señor multado con un milloncito; inhabilitado para el servicio público de por vida y un jalón de oreja. ¡Uy! cuánto miedo. Mientras tanto la incompetente señorita Rochin, ex directora de Guarderías con Juan Molinar, se pasea por el mundo.
Y la tradición impune llega a estos extremos: en las últimas semanas de diciembre grupos de concesionarios de guarderías, gritan frente a las oficinas de Daniel Karam en el Instituto Mexicano del Seguro Social (otra vez en Reforma) para protestar ¡por las medidas de seguridad! recientemente implantadas.
De las mil trescientas guarderías concesionadas unas cuantas (aproximadamente 75) se rehúsan a poner sensores de humo y equipos de respaldo; alarmas con acumuladores y corriente alterna para asegurar su funcionamiento aun en los apagones; no quieren acondicionar dobles salidas de emergencia ni someterse a la vigilancia ciudadana por parte de los padres quines hallarán línea directa con el IMSS cuando vean irregularidades en la protección de sus hijos. Y como no lo admiten (pues según ellos merma sus ganancias), le meten bulla al director quien se afirma en su postura.
–No me importan mil manifestaciones no quiero lesionados ni accidentes ni mucho menos un niño muerto sobre mi conciencia. No voy a dar marcha atrás en asuntos de extrema seguridad para las guarderías, ha dicho “en corto” el señor Daniel Karam quien sufrió las consecuencias de la hornaza sonorense cuando apenas llevaba unos días en el cargo.
Sin dobles medidas de seguridad en instalaciones y operaciones, no se renovarán los permisos, es el compromiso. Cosa en trámite para enero del cercano 2010.
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Pero ya nadie esta seguro en este mundo. Cuando todos nos disponíamos (aquí y en Toluca) a cenar en santa paz llegó este mensaje de la Santa Sede:
“Una mujer saltó las barreras en la Basílica de San Pedro y derribó al papa Benedicto XVI mientras él caminaba por el pasillo principal para dar inicio a la misa de Nochebuena, informó el portavoz de El Vaticano, el padre Ciro Benedettini.
“… el pontífice rápidamente se puso de pie y resultó ileso. Benedicto XVI, de 82 años, reanudó tranquilamente sus pasos rumbo al principal altar de la basílica y comenzó la misa el jueves por la noche”.
Notable falla en la Seguridad del Vaticano cuya fachada más turística son los Guardias Suizos (verdaderas botargas carnavalescas) y donde se ha registrado los errores más notables en la relación de los magnicidios, como ocurrió cuando Ali Agka tiroteó a Juan Pablo II en plena Plaza de San Pedro frente a la columnata de Bernini. Fallas de seguridad, errores de inteligencia, dice el teorema.
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Pero si ya ahora hablamos de esa circunstancia revisemos la última de las sorpresas anuales.
Jorge Tello Peón, de cuya trayectoria en el Centro de Investigaciones en Seguridad Nacional no es necesario hacer mayores abundamientos, había sido retirado del frío, como si fuera un espía de John Le Carré, para hacerse cargo de una entidad ectoplásmica llamada Sistema Nacional de Seguridad Pública, el cual además de sus escenográficas reuniones no le ha ofrecido mayores resultados a la sociedad, especialmente cuando vivimos en la peor de las inseguridades de la historia.
Pues el señor Tello Peón se hace de lado a pocos días de haberse registrado el mayor éxito cinegético en la lucha contra el narcotráfico, gracias al cual la cabeza de Arturo Beltrán Leyva, el “Jefe de jefes” podrá ser exhibida en la sala de trofeos de quien crea merecer la gloria de orejas y rabo, pero antes se le dio a la gente una probadita de cómo puede el gobierno incurrir en la leperada propia de mafiosos con un paquete de fotografías infamantes y vejatorias del célebre difunto, lo cual abrió varios frentes.
Uno, la oficialización de la pugna entre marinos (confiables) y militares de tierra (sospechosos); la otra, la venganza misma por la cacería lograda y una más en el campo internacional.
El 21 de diciembre, poco antes de saludar en el Elíseo a Papa Nöel quiso Nicolás Sarkozy hablar nuevamente con Florence Cassez quien ya se sabe, se muestra en el mundo civilizado como víctima de una injusticia y para ello exhibe el montaje de Genaro García, Luna en la televisión. Con ese elemento y otros cuyo relato ahora resulta complejo, el presidente de Francia vio como se integraba una comisión binacional para determinar si México podía ceder a sus pretensiones de llevarse a la reclusa y dotarla años después de una piadosa clemencia.
Quien encabezaba la parte mexicana de esa comisión cuyos resultados no pusieron a nadie a cantar La Marsellesa, se llama Juan Miguel Alcántara Soria, y ha sido retirado de la sub procuraduría donde se atienden los asuntos internacionales (extradiciones y cosas de esas) para ocupar el cargo de Tello Peón en el Sistema de Seguridad Nacional.
Además ya casi para la llegada del Niño Jesús quiso don Felipe de Jesús acordarse de la existencia de la Comisión para la Atención de los Pueblos Indígenas y de quien gozaba ahí de una beca (seguramente en náhuatl) y retiró al muy longevo (sobre todo en las nóminas) Luis Álvarez quien es como un gato en Acción Nacional: se tire como se tire y hacia donde lo haga, siempre cae parado.
Ahora lo mandan a dormir la siesta a una entelequia para los grupos vulnerables. ¿Y estos cuáles son? La mayor vulnerabilidad en la vida es la miseria y en estas condiciones vive la mitad de los mexicanos. Puro cuento.
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Quizá solo por cumplir el trámite y satisfacer la costumbre, pero esta dubitativa columna y su redactor le desean a usted un feliz Año 2010. Ojalá y en el Bicentenario reúna usted muchos Centenarios.