A falta del conteo de votos por el Congreso, podría alcanzar la mayoría, lo que de confirmarse se convertiría en el primer presidente de El Salvador en reelegirse y continuar con su guerra contra las pandillas con un régimen de excepción
El presidente de El Salvador, Nayib Bukele, arrasó en las elecciones presidenciales de este domingo y con 31 por ciento de los votos contados alcanzaba 82.9 por ciento de las preferencias, muy por encima de los tradicionales partidos Alianza Republicana Nacionalista (Arena, derecha) y Frente Farabundo Martí para la Liberación Nacional (FMLN, izquierda).
Hacia las 23:30 horas locales, Bukele estaba muy por encima del 7% de su más cercano perseguidor, el candidato del FMLN, Manuel Flores.
Pasadas las 22:00 horas Bukele alcanzaba 1,662,313 votos con el 70,25 por ciento de las actas procesadas hasta ese momento en el escrutinio preliminar del Tribunal Supremo Electoral (TSE), que reconoció dificultades en la transmisión de resultados desde las juntas de votación en los colegios electorales.
Con estos resultados, que deben ser ratificados en un escrutinio final con las actas físicas, un proceso que tarda varios días, Bukele obtendría una ventaja aplastante sobre sus contrincantes.
Por detrás de Bukele, del partido oficialista Nuevas Ideas (NI), se coloca el Frente Farabundo Martí para la Liberación Nacional(FMLN, izquierda) con 139.025 votos y la Alianza Republicana Nacionales (Arena, derecha), con 122.926 votos.
El plan de seguridad de Bukele, que ha logrado reducir a mínimos históricos los homicidios, también ha levantado acusaciones por excesos y violaciones a los derechos humanos y su participación en los comicios fue cuestionada porque la Constitución prohíbe la reelección inmediata.
Pero los votantes, hartos de décadas de inseguridad, dejaron de lado las críticas y premiaron al mandatario con una avalancha de votos que él calificó como un “récord en la historia democrática del mundo”.
ELECTORES
“El pueblo salvadoreño habló y dijo: ‘queremos continuar el camino que llevamos’”, sostuvo Bukele en un discurso frente a sus simpatizantes desde el Palacio Nacional, un edificio neoclásico que fue sede del Congreso décadas atrás.
“Estamos a punto de ganar la guerra contra las pandillas“, agregó ante la algarabía de miles se simpatizantes que ondeaban las banderas azul y blanco de El Salvador y cian del partido oficialista Nuevas Ideas. “Seguiremos haciendo lo imposible y seguiremos demostrándole al mundo el ejemplo de El Salvador”.
INCERTIDUMBRE
El ente electoral aún no brinda las estadísticas preliminares sobre el total de votantes y del abstencionismo.
El ente colegiado reconoció la madrugada de este lunes múltiples acciones que han dificultado el desarrollo de las actividades de transmisión de los resultados preliminares desde los centros de votación, por lo que acordó la emisión manuales de las actas preliminares.
Usuarios en redes sociales han denunciado irregularidades en la transmisión de las papeletas de votación durante el recuento que en muchos colegios de votación se ha extendido hasta las primeras horas de este lunes.
INCAPACIDAD
Celia Medrano, candidata a la vicepresidencia de El Salvador por el partido Nuestro Tiempo, dijo este lunes a periodistas que el Tribunal Electoral «no es capaz» de «poder verificar ningún dato que se ha anunciado públicamente sobre la base de corroboración de papeletas versus el sistema electrónico que ha fallado en todas partes».
Bukele se autoproclamó la noche del domingo ganador de la Presidencia con más del 85 % de votos y adelantó, aún sin datos oficiales, que Nuevas Ideas seguiría dominando la Asamblea Legislativa con 58 diputados de un total de 60.
No obstante, el Tribunal Electoral lleva procesado únicamente el 5 % de las actas de los votos legislativos.
VOTOS
Tener mayoría en el Congreso permitirá a Bukele, que de confirmarse los datos se convertiría en el primer presidente de El Salvador en reelegirse, continuar con su guerra contra las pandillas por medio de un régimen de excepción, implementado desde marzo de 2022.
La popularidad alcanzada por esta medida, que redujo el número de homicidios en el país considerado por muchos años como uno de los más violentos del mundo, le sirvió a Bukele para arrasar en las elecciones presidenciales y legislativas celebradas el domingo.