¿Cuáles son los tres principales atributos del jefe de Gobierno, Marcelo Ebrard?
Obviamente su habilidad financiera en primer lugar. Su talento político para determinar mediante actos de gobierno o faraónicas obras de alto impacto social y fuerte repercusión económica el destino del dinero y su capacidad para disfrazarse con las causas más sentidas del populacho.
La combinación es tan productiva en todos sentidos, empezando con el dinero (por eso se llama Capital en movimiento) como para ponerle buena cara al tiempo sin resentir los coletazos del ridículo. París vale una misa y la opulencia también.
Una misa, una pista, una ciclo vía o un tranvía; un pastel de quince años, un desfile de crinolinas, una playa artificial.
No importa si los niños confianzudos y “llevados” lo empapan con aguas meadas en las albercas del DF o si le llueve en la fiesta de las quinceañeras. Marcelo sonríe.
Tampoco si cada promoción del ciclismo urbano viene acompañada del desastre de sus colaboradores rodando por el suelo con el sonoro batacazo de las bicis, como le ocurrió el viernes de la semana pasada casi como réplica de aquella tarde cuando echó a andar a sus empleados por el Paseo de la Reforma, en pos de la conquista del ecologismo en dos ruedas, y dos se le fueron de nariz contra el piso.
Ahora la afectada por los empellones en el pelotón de lambiscones
–se inauguraban 4.6 kilómetros de ciclopista en Azcapotzalco para “recuperar áreas marginadas”–, fue precisamente la creadora de esta nueva forma de hacer política, Marta Delgado, secretaria de Ecología del DF.
Hace un par de semanas en el programa “Tiempo extra” de Radio Fórmula hablé con Marta Delgado sobre el programa de las “Ecobicis” el cual señalé como inviable, innecesario, inútil y falto de seriedad.
La secretaria me explicó cómo estos planes de uso masivo de la bicicleta en una ciudad sin costumbre para desarrollarlos necesitan paciencia y gradualismo. Poco a poco, me dijo.
Después comentó al aire, ufana y segura de sus apalabras, cómo ella va a su oficina en bicicleta y los provechos para la salud y la importante de preocuparse por un método de transporte alternativo. Me echó un rollo, pues.
–A mi me parece, Martha, le dije, un aprovechamiento populachero de la bicicleta cuyo uso ya tiene en algunos sectores de la población una connotación casi ideológica. Se acabaron los “zapatistas marquianos” pero nos quedan los “bicitekos”.
–Martha solamente se rió. Siguió con la alabanza de la bicicleta y no deja de ser cómico, con el paso de los días y las fotos de su percance, el extremo de su defensa.
Es como si les lloviera en el “Turibús” de las quinceañeras o se abrieran las albercas el día exacto cuando se cierra el sistema Cutzamala y se anuncia el irremediable destino de una ciudad bajo racionamiento de agua potable.
Entre el ridículo y el desperdicio.
EL GATO NEGRO
Algunos medios de información han emprendido una campaña para nombrar a la más reciente especie del zoológico de Chapultepec, un hermoso jaguar azabache.
Hubo quien dijo, si es negro, poderoso y bello, se podría llamar Obama. Alguien le respondido, no marches, mejor Michele, pues estaba por llegar a México la Primera Dama de Estados Unidos. Pero ponerle a los animales nombres de personas, puede ser una ofensa, a veces para aquellos.
Humildemente yo presento mi propuesta. Si es tan negro como lo vemos en las fotografías, le podemos llamar “Futuro”.
PAREJERA
Dos candidatos paralizaron la vida de Culiacán el sábado por la tarde. En el parque de béisbol, con toda la clientela vestida de verde, Jesús Vizcarra a todo pulmón y con todo el respaldo del partidos. Diputados, gobernadores, la plana mayor del Revolucionario; Beatriz Paredes, Murillo Karam, Emilio Gamboa, Oscar Levín, Enrique Jackson, David López, lleno de aplausos como representante de Enrique Peña Nieto; quien usted quiera y mande.
En la otra esquina, en la calle, a ras del suelo, Mario López Valdez, bajo la sombra de César Nava, sin el cobijo del panismo tradicional.
El domingo por la tarde Juan Millán, el ex gobernador de Sinaloa señalado como autor, promotor y tutor de “Malova” (raíz de la división interna en el PRI); espera muy serio un vuelo a la ciudad de México.
–Hola, Juan, cómo estuvieron las cosas, le pregunto.
–Aquí, enterándome por los medios de lo que sucede, ¿cómo lo vieron. ustedes? Dicen que parece una carrera “parejera”, ¿no?”
Ojala y no. Las competencias rancheras de ese tipo muchas veces acaban a balazos.