No se trata ahora de hablar del filósofo de Estagira en cuya lúcida mente algunos hallan la máxima inteligencia de la humanidad conocida y pretérita; no, se trata de hablar ahora de otro Aristóteles, más cercano a nosotros y cuyo acendrado sentido del deber y la precisión, lo ha lanzado a una guerra contra la deshonestidad en el estado de Sonora, cuyas potencias y participaciones fiscales han quedado suspendidas, tanto como exhibidas las trapacerías de un distinguidísimo miembro del Partido Acción Nacional, el ex gobernador Guillermo Padrés, quien de seguro piensa cómo se cierra en torno suyo el inminente cerco cuyo férreo anillo podría llevarlo a la cárcel.

Dos cosas hay en la vida absolutamente inevitables: el fisco y la muerte. Y en el caso del ex gobernador Padrés, el primero ya le ha puesto las peras a veinticinco, el panorama color de hormiga y de seguro los pies en polvorosa, para usar frases de reciente cuño y cuya novedad alguien debería incorporar al diccionario de la crónica periodística.

Pero mientras alguien lo hace revisemos la edición de ayer del Diario Oficial. Es de pavor.

“…El Servicio de Administración Tributaria, a través de la Administración General de Auditoría Fiscal Federal, tomará a su cargo exclusivo el ejercicio de las facultades de comprobación en los términos de las cláusulas Novena y Décima del Convenio de Colaboración Administrativa en Materia Fiscal Federal celebrado por el Gobierno Federal por conducto de la Secretaría de Hacienda y Crédito Público y el Gobierno del Estado de Sonora, suscrito con fecha 14 de mayo de 2009 y publicado en el Diario Oficial de la Federación el 17 de junio de 2009, a partir del día en que surta efectos legales la publicación del presente aviso en el Diario Oficial de la Federación y hasta el 31 de diciembre de 2015.

“En virtud de lo señalado, el Gobierno del Estado de Sonora, durante dicho periodo, dejará de ejercer las facultades de comprobación, y no tendrá derecho a recibir los incentivos correspondientes.

“A partir del 1 de enero del año 2016, el Gobierno del Estado de Sonora, retomará a su cargo las atribuciones, facultades, derechos y obligaciones derivadas del ejercicio de las facultades de comprobación, establecidas en el Convenio de Colaboración Administrativa en Materia Fiscal Federal…”

Lo anterior significa solamente una cosa: el gobierno de Sonora ha sido intervenido por la Secretaría de Hacienda a través del Servicio de Administración Tributaria, debido a las violaciones al Convenio de Colaboración Administrativa en Materia Fiscal Federal, por las cuales el fisco federal dejó de percibir más de mil millones de pesos gracias a las dispensas o malas prácticas ejercidas por el gobierno de Sonora de las cuales se van a derivar ..es obvio—acusaciones muy serias.

Y ya sabemos, ni Al Capone pudo librarse de auditores enfadosos, minuciosos e implacables, como sólo puede serlo un actuario con el lápiz en la mano y los ojos en los números infinitos, como sin los colaboradores del director del SAT, Aristóteles Núñez cuyo rigor y firmeza son materia conocida.

Si aquel Aristóteles concebía la guerra como un intermedio en la paz en contra de aquella máxima latina del “si vis pacem parta bellum”; este fiscalista mayor no prepara la guerra; la hace sin declaratoria previa y pone contra la pared las finanzas de Sonora; lo cual no quiere decir meter en honduras a la gobernadora Claudia Pavlovich, pues ella es la más interesada en limpiar la casa del estercolero ahí dejado por Padrés cuya deshonestidad va más allá de cualquier calificativo.

Por lo pronto ese recurso de “inhabilitación fiscal” a un gobierno, es una novedad; pero muchas cosas vienen siendo desde hace tiempo novedades ante las cuales nos debemos ir acostumbrando.

CICLISTAS

Hoy todo mundo habla del respeto al ciclista, especialmente después de la desafortunada muerte de una muchacha en las inmediaciones del bosque de Chapultepec.

Triste y horrible el asunto. Ojalá sirva para meter a la reflexión a los cientos de idiotas con “bicis” en sentido contrario; de noche, sin luces y en zigzagueante viboreo por todas las avenidas de la capital cuya imprudencia se cobija en el capote de una actitud reivindicadora del derecho al pedaleo insensato.

Y todavía se enojan si alguien les dice algo.

Author: Rafael Cardona

Rafael Cardona

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