La agencia independiente con sede en Nueva York y la televisora alemana, revelan que el Cártel de Sinaloa entregó 2 millones de dólares en 2006 para la campaña del populista mandatario y establecieron acuerdos una vez que llegara al Ejecutivo
Las acusaciones contra el populista presidente Andrés Manuel López Obrador de encubrir a líderes del crimen organizado y expresadas por William Barr, exfiscal de Estados Unidos durante el gobierno de Donald Trump en un artículo de opinión que escribió en marzo del 2023 en el periódico “Wall Street Journal” vuelven a apuntar el dedo acusador contra el mandatario y sus presuntos vínculos con el narco, luego de que dos reportajes publicados este 30 de enero por la agencia de noticias independiente y con sede en Manhattan, Nueva York, ProPublica y el canal alemán de noticias DW, revelan que el Cártel de Sinaloa entregó 2 millones de dólares para la campaña presidencial de López Obrador en el 2006.
De acuerdo con la información de ambos medios, que ponen en evidencia los presuntos vínculos del mandatario mexicano con el Cártel de la droga del que fue líder Joaquín “Chapo” Guzmán, a cambio del dinero, los narcos buscaban que el eventual gobierno de AMLO facilitara sus operaciones y realizara nombramientos a modo, sin molestar a la gente de este Cártel.
La información que se hizo viral en los primeros minutos en que salió a la luz, subraya que una investigación realizada entre 2010 y 2011 por la Fiscalía Federal del Distrito Sur de Nueva York y la agencia antidrogas de Estados Unidos DEA, hasta ahora secreta, obtuvo pruebas sólidas de que el Cártel de Sinaloa aportó entre 2 y 4 millones de dólares a la campaña de López Obrador cuando fue candidato a la Presidencia en 2006.
Durante la indagatoria la Fiscalía elaboró reportes confidenciales y obtuvo grabaciones de audio donde testigos del Cártel de Sinaloa y del círculo cercano de AMLO que participaron directamente en la entrega, recepción y canalización del dinero confirman que hubo el financiamiento ilícito.
Los trabajos independientes, firmados por Anabel Hernández y Tim Golden, exhiben que el gobierno de Estados Unidos investigó el tema con testigos protegidos y diversas indagatorias en ambos lados de la frontera, incluyendo una operación encubierta para contactar con personas cercanos al actual presidente de México.
Los reportes apuntan que Nicolás Mollinedo, el exchofer de López Obrador, y Mauricio Soto, actual miembro del Congreso nacional de Morena, fueron el enlace, recibieron el dinero y se comprometieron a hacer realidad las exigencias del crimen organizado ya con el populista López Obrador en la presidencia.
«LA BARBIE”
La publicación de ProPublica afirma que López Obrador habló por teléfono con Édgar Valdez Villarreal, “La Barbie” para agradecerle el apoyo.
“(AMLO) dijo que cuando llegara a la presidencia quería que disminuyera la violencia para lo cual le pidió ayuda al narcotraficante”.
Por su parte, el periodista Tim Golden señala que la investigación no concluyó si López Obrador conoció de las donaciones reportadas por los narcotraficantes, aunque sí hay evidencia de que “uno de los colaboradores más cercanos a él (López Obrador) había aceptado el acuerdo propuesto”.
El vínculo entre los narcos y allegados a López Obrador se llevó a cabo en una reunión en Puerto Vallarta, Jalisco, en enero de 2006.
EL ACUERDO
El encuentro supuestamente fue convocado por Francisco León García, un empresario minero de Durango que se postuló al Senado con la alianza de López Obrador, y quien tenía contacto con Sergio Villarreal, cabecilla del cártel de Los Beltrán Leyva.
El reporte de la televisora alemana DW, asegura que León y otro empresario acudieron con el apoyo y conocimiento de López Obrador y en ese encuentro se acordó que “a cambio de una inyección de efectivo a la campaña, prometió que un futuro gobierno de López Obrador seleccionaría funcionarios encargados de hacer cumplir la ley que ayudaran a los traficantes”.
Según estas versiones, se hicieron tres entregas de dinero en una casa de la colonia Polanco, donde Mollinedo y Soto Caballero tenían una oficina.
TESTIGOS PROTEGIDOS
La investigación apunta que el dinero fue entregado por Roberto López Nájera, operador de los Beltrán Leyva, quien posteriormente se entregó a la agencia antidrogas de Estados Unidos (DEA) y se convirtió en testigo protegido.
Las versiones apuntan que el gobierno de Estados Unidos comenzó a investigar el tema; después de superar barreras políticas internas lograron armar una operación encubierta en la que el testigo protegido contactó a Soto, uno de los allegados de AMLO que supuestamente participó en las reuniones.
Los agentes encubiertos lograron involucrarlo en un esquema para traficar cocaína, por lo que al ser descubierto Soto no tuvo otra opción que convertirse también en testigo protegido.
EL CHOFER
Soto dijo a los agentes que el dinero del crimen organizado fue entregado a Mollinedo, el exchofer de AMLO.
Después de diversas barreras internas, la DEA consiguió el aval para realizar una investigación encubierta en México. Agentes entrenaron a Soto para hablar con Mollinedo con un aparato para grabar la conversación.
Según las fuentes citadas, en una conversación Mollinedo reconoció que sabía de las entregas de dinero de 2006, aunque Soto no lo “presionó” para dar más elementos.
Mollinedo dijo a Propublica que no manejó dinero en efectivo durante esa campaña presidencial.
Los reportes coinciden en que la investigación se canceló por falta de apoyo en las altas esferas del gobierno de Estados Unidos, que no quería intervenir en los comicios presidenciales de 2012 y que recibía críticas continuas por el fracaso de la operación Rápido y Furioso.
Ambas informaciones dejan más claridad sobre las presuntas concesiones de López Obrador con el Cártel de Sinaloa, entre ellas, un acercamiento que tuvo casi en calidad de sumiso con la madre del “Chapo” Guzmán en una visita que realizó a Sinaloa, y también el haber ordenado la liberación, la primera vez, de Ovidio Guzmán, el “Chapito”. A esto se suma el que López Obrador ordenara sacar de toda investigación en México de agentes de la DEA, pues él supuestamente está metido en toda esta basura cuando falsamente pregona paz y «Abrazos, no balazos» para los narcos.
Aunque es un hecho que López Obrador negará esta información en la que se cita a testigos protegidos y gente cercana a él que tuvo vínculos con el crimen organizado, lo que sí es una realidad es que no es la primera vez que se menciona al populista presidente con el crimen organizado ni de haber recibido dinero para su campaña con la que llegó a la presidencia.