El populista mandatario sigue dolido tras el revés que sufrió ante la Máxima cortte del país que declaró inconstitucional que la Guardia Nacional (GN) siga bajo control y administración de la Secretaría de la Defensa Nacional
Acostumbrado a que no contradigan sus órdenes y tras el revés que sufrió ante la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN) que declaró inconstitucional que la Guardia Nacional (GN) siga bajo control y administración de la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena), el populista presidente Andrés Manuel López Obrador ordenó a su gabinete no tener ningún diálogo ni acercamiento con los ministros de la Corte, e incluso les exigió que “no les contesten ni las llamadas telefónicas”.
El mandatario quien acostumbra hacer declaraciones sin presentar pruebas de sus dichos, señaló que los ministros de la SCJN buscaron negociar el periodo para la desincorporación de la Guardia Nacional (GN) de la Secretaría de la Defensa Nacional, tan solo por el hecho de una reunión que tuvo la titular de la Secretaría de Seguridad Pública Ciudadana (SSPC) con la ministra presidenta de la corte,
Desde Veracruz, el mandatario llamó “corruptos” y los acusó de querer destruir todo lo que se ha construido en la Guardia Nacional desde su creación en el año 2019, incluso, que querían provocar una deserción masiva de elementos de dicha institución. Asimismo, reclamó que en la SCJN dijeran, entre los argumentos, que “la ley es la ley”.
López Obrador dijo que “ayer tuvo un desayuno la secretaria de Seguridad con la presidenta de la Corte, le dije (a Rosa Icela) ‘no quiero ningún enjuague’. Quiero que sea el pueblo el que decida, no puede ser que una élite corrupta decida un asunto muy delicado como es la seguridad de la gente, ahora el pueblo manda. Entonces, no hay negociaciones como se acostumbraba antes”, dijo sin ocultar su molestia tras recibir un duro revés en sus intenciones de que la GN siguiera bajo control del Ejército Mexicano.
“Ahí (durante el desayuno) empezaron. Le dijo la (ministra) presidenta de la Suprema Corte a la secretaria, ‘oye, pero cómo te quejas si tú vas a manejar la Guardia Nacional‘. Politiquería ramplona, abriéndole el apetito, para que ambicionara ser ella quien manejara la Guardia Nacional. Qué le contestó (Rosa Icela) ‘no, no es un asunto mío’. Pero lamentable el nivel, cuando deberían estar dando ejemplos de rectitud, de moralidad”, señaló el mandatario al dar a entender que él es quien realmente estará dando las órdenes a la Guardia Nacional.
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