Lo que no ha dicho el mandatario es que él es el principal promotor de la senadora panista, a quien con sus constantes menciones y ataques machistas la ha levantado como la espuma, opacando incluso todo lo realizado las seis “corcholatas” de la 4T juntas
“¿No te mordiste la lengua?” reza el refrán que aplica a la perfección en el populista presidente Andrés Manuel López obrador, quien no ha dejado de criticar y señalar como farsa la elección de Xóchitl Gálvez como la candidata del opositor Frente Amplio por México, pero el mandatario solo mira en el patio ajeno y lo ataca con la intención de que no se exhiba que en la cancha de la 4T todo también es un engaño, ya que él decidió desde hace más de un año que la “carismática” Claudia Sheinbaum, pese a no contar con el apoyo de la militancia es la abanderada del bloque del gobierno.
La farsa en lo que se han convertido los procesos para elegir a las supuestas candidatas a la presidencia por la oposición y Morena acaparan los reflectores, no por lo competitivo de la contienda, sino por la simulación y distractor en que se han convertido para desviar la atención de asuntos de más interés en México como son la inseguridad que ha rebasado la incapacidad del gobierno, la pobreza que sigue al alza, principalmente en zonas rurales, a donde no llega la verdadera ayuda que pregona la 4T y la salud, con el desabasto de medicamentos que sigue como un vació sin cubrir a pesar de promesas que solo quedan en eso.
Xóchitl Gálvez y Claudia Sheinbaum son las cartas de la oposición y la 4T, aunque en el bloque oficialista es enorme el descarado en el acarreo y apoyo para su candidata, que no ha dejado de presumir que va arriba en las encuestas y de las que sus propios compañeros de partido han denunciado que son pagadas y que hay una instrucción para que la militancia vote a favor de ella pues habrá apoyos para quien se incline a favor de la exmandataria de la CDMX.
El populista mandatario Andrés Manuel López Obrador cada mañana en su talk show no ha dejado de criticar que la designación de Xóchitl es un engaño, pues la panista es la elegida y la participación de la priista Beatriz Paredes es solo para aparentar.
Sin embargo, en la 4T las cosas llevan una tendencia de mayor escándalo, pues desde hace más de un año cuando empezaron a surgir los nombres de los posibles aspirantes, el mandatario decidió que quien va es Claudia, la aspirante más manipulable y quien pese a carecer de carisma y de un real apoyo de los morenistas ya se aprendió los discursos del patrón, por lo que desde antes de iniciar las precampañas (y no la farsa de asambleas como señalan) se lanzó toda la maquinaria del Estado para apoyarla.
López Obrador, a quien le ha ordenado el INE y el Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación (TEPJF) dejar de hablar del proceso rumbo a las elecciones del 2024 y de criticar a Xóchitl, le ha importado un cacahuate y sigue con sus absurdas críticas sin que ninguna autoridad le ponga una sanción ejemplar para que respete las medidas cautelares que se le han dictado.
“Gané la apuesta”, dijo este jueves el populista mandatario, quien el pasado 3 de julio anunció que Xóchitl sería la candidata “elegida previamente por una cúpula opositora”.
Lo que no ha dicho López Obrador es que él es el principal promotor de la senadora panista, a quien con sus constantes menciones y ataques machistas la ha levantado como la espuma, opacando incluso todo lo realizado durante meses por las seis “corcholatas” de la 4T juntas, por lo que si ella fuera la abanderada de la 4T la militancia apoyaría sin necesidad de acarreos ni condicionamiento de la militancia.
“No vayan a decir que no sabía yo de lo que se trataba, lo tienen que reconocer, (…) empezaron a operar en ese sentido y se le llama en el argot de la politiquería, empezaron a bajarlos”, refirió el huésped de Palacio Nacional.
Sin embargo, el mandatario, como buen estratega, se lanza al ataque contra la oposición para evitar que se mencione el “cochinero” que hay en la elección de la candidata de Morena, toda vez que el engaño es fenomenal al existir evidencias y denuncias presentadas por los propios aspirantes ante la cúpula del partido guinda, pero donde, por orden desde Palacio Nacional se instruyó a que el fallo sobre etas denuncias es y será que “no existe ningún acarreo ni apoyo tendencioso” en favor a Claudia.
Marcelo Ebrard fue el primero en denunciar el juego sucio, acarreo condicionado para asistir a los mítines de la exjefa de Gobierno de la CDMX, la entrega de despensas con la imagen de Claudia y el desvío de recursos desde la Secretaría del Bienestar y el sabotaje en las pintas de bardas de propaganda. Sin embargo, las acusaciones han sido descartadas por Alfonso Durazo, quien funge como el simulador responsable del Consejo Nacional de Morena, y quien ha respondido únicamente a las órdenes de López Orador de que se debe ignorar toda acusación de juego sucio, ya que en “todo proceso democrático” eso no existe.
Otras denuncias que no han sido tomadas en cuenta son las realizadas por Ricardo Monreal y Gerardo Fernández Noroña, que acusaron que no había piso parejo y se nitaba la trendencia y apoyo hacia la única aspirante mujer.
La contienda de la 4T no ha dejado también de ser un engaño al estilo del viejo PRI, la escuela de donde ha sacado sus mañas el populista Jefe de Estado, aunque él lo negará y dirá: «nosotros no somo iguales».