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Es un contrasentido que siendo la Ciudad de México corazón económico y político del país, en donde se asientan los tres Poderes de la Unión: Ejecutivo, Legislativo y Judicial, residencia de las embajadas de los países con quienes tenemos relaciones multilaterales, aun no sea reconocido como Estado y carezca de autonomía de gestión. Por ello es urgente que en la Reforma Política del DF la prioridad sea el reconocimiento como Estado 32 o Ciudad Capital, decisión en que los grupos parlamentarios están de acuerdo.

Al inaugurar el Foro “Los retos de la Reforma Política del Distrito Federal; Índice de Capitalidad y Desarrollo Metropolitana”, la Presidenta de la Comisión de Gobierno de la ALDF, Diputada Alejandra Bárrales Magdaleno, sostuvo que el DF requiere de autonomía y de derechos políticos como uno de los 32 estados de la república, pero desde el punto de vista económico la municipalidad no aporta nada, sólo genera grandes distorsiones al interior de la ciudad.

La también Coordinadora del Grupo Parlamentario del PRD en Donceles y Allende, insistió que la capital del país debe lograr estatura política como Paris, Madrid y Berlín, de ahí que la Reforma Política permitirá al DF la posibilidad de tener un trato justo y equitativo en materia económica.

Elevarla constitucionalmente a rango de Estado le dará autonomía financiera, aprobación del techo de endeudamiento y trato equitativo en la distribución de recursos de orden federal. Sólo basta con dimensionar que en la Ciudad de México se ubican 80 embajadas, más de 100 inmuebles de la administración pública federal, 80 edificios de entidades paraestatales, organismos descentralizados, sedes de los partidos políticos y el Aeropuerto Internacional de la Ciudad, si estos elementos no son suficientes para valorar su madurez administrativa, sería incongruente no darle soberanía, libertad de gestión y dimensión de entidad política.

En el Foro participó el Secretario de Finanzas del Gobierno Central, Mario Delgado Carrillo quien destacó que el DF debe funcionar con su propia figura fiscal y económica para que se allegue de recursos que le permitan financiar su costo de capitalidad y registrar una tasa de crecimiento más alta. Obtener su coordinación fiscal le permitirá alcanzar equivalencia en los servicios y una compensación entre las distintas entidades, además de entregarle facultades de recaudación y de uso de recursos propios.

Finalmente Mario Delgado explicó que el trato inequitativo que recibe el DF por parte de la federación se manifiesta al recibir sólo 12 centavos por cada peso que aporta al PIB Nacional. “La ciudad ha perdido por cuestiones políticas de 1998 a la fecha, más de 6 mil millones de pesos del Fondo de Aportaciones para la Infraestructura Social”

“La ALDF debe tener facultades para aprobar el techo de endeudamiento del DF y no depender del capricho y decisión del Gobierno Federal y de la Cámara de Diputados, que no conocen las necesidades de la administración capitalina”.

Author: Rafael Cardona

Rafael Cardona