Al más puro estilo de la teoría del “complot”, desarrollada por Andrés Manuel López Obrador, ahora el dirigente del PAN, Gustavo Madero, ve “moros con tranchete” y pide reprogramar el encuentro pactado entre México y Brasil para el próximo 7 de junio, pues podría alejar al ciudadano de las urnas.

Nada más disparatado y alejado de la realidad, si la gente no acude a votar es porque no encuentra motivos para hacerlo. ¿Acaso la caída de Acción Nacional al tercer lugar de las preferencias electorales en los pasados comicios del 2012, no le dicen algo al líder panista? ¿Prevé otra derrota y por ello se cura en salud?

Bien harían todos los partidos políticos en revisar sus estrategias de campaña y de gobierno para despertar el interés del pueblo, en lugar de tratar al electorado como menores de edad a los que se debe supervisar y si fuera el caso obligarlos a cumplir con su responsabilidad ciudadana de sufragar. El gran enemigo a vencer en esta contienda no es el entretenimiento, es la apatía que deriva en abstencionismo.

El hartazgo, la inconformidad y decepción hacia la clase política se manifiesta de diferentes maneras, ahí están los focos rojos en el norte (San Quintín ) y sur del país (Guerrero y Oaxaca). Descontento que se factura en las urnas, vía el abstencionismo o el voto nulo durante los comicios o la más reciente amenaza de boicotear la realización de éstos.

Los números no mienten, un estudio del Centro de Estudios Sociales y de Opinión Pública (CESOP) de la Cámara de Diputados, realizado en 2012, ubica a México entre las naciones latinoamericanas con mayor desconfianza para ir a las urnas con 41 por ciento, abajo de Colombia y Honduras que oscilan entre el 56 y 47 por ciento, respectivamente.

También destaca que en tres lustros se duplicó el abstencionismo en nuestro país, pues entre 1994 y 2009 se llevaron a cabo tres elecciones presidenciales en las que la falta de asistencia a las urnas pasó de 23% a 41%, en tanto los comicios para renovar la Cámara de Diputados la inasistencia a las casillas electorales registró un ascenso de 24% a 55%.

Al respecto el Instituto Nacional Electoral (INE), en su Informe País sobre la Calidad de la Ciudadanía en México, elaborado en 2014, señala: “En México, desde que se inició la alternancia presidencial, es decir, desde la fecha canónica del 2 de julio del 2000, todas las elecciones locales posteriores tuvieron un crecimiento de la abstención alto; y se esperaba que la elección intermedia modificara la tendencia, pero presentó un cuadro de una abstención muy alta, casi 60% a nivel nacional”.

De modo que, el reto para los 10 partidos políticos que competirán el próximo 7 de junio y el INE, es vencer al abstencionismo y recuperar la confianza y credibilidad ciudadana. Tienen abril y mayo para realizar campañas atractivas con spots inteligentes donde presenten sus propuestas de gobierno y motiven al ciudadano a votar. Nuestros impuestos financian las millonarias prerrogativas asignadas a los partidos y sus candidatos.

El proceso democrático al que todos aspiramos debe estar sustentando en la inclusión de todos los mexicanos, sin menospreciar ninguna variable económica, social y de pensamiento. Sólo así podremos evolucionar y construir una mejor calidad de vida que no dependa completamente de la partidocracia y en la que la sociedad civil juegue un rol más activo en la toma de decisiones.

Vericuentos

IFT – Senado

Momentos de suspicacia se registraron en el Senado durante la comparecencia de los comisionados del Instituto Federal de Telecomunicaciones (IFT), encabezados por su presidente, Gabriel Contreras, al eludir los cuestionamientos de los legisladores, en especial de Javier Lozano, sobre la alianza no notificada del gigante de la telefonía con la televisión vía satélite. Los comisionados del IFT hicieron caso omiso a las preguntas aludiendo temas como los derechos de las audiencias y explicaciones confusas sobre la investigación en torno a la concentración indebida. La duda persiste y esperan que alguien explique si hay violación al título de concesiones para beneficiarse del uso del must offer.

Barbosa: viajero frecuente

Luis Miguel Barbosa, presidente del Senado, suma millas a su tarjeta, el perredista tiene lista su maleta para visitar durante Semana Santa, Brasil y Bolivia, busca saludar a Dilma Rousseff y Evo Morales. Asegura que no es turismo legislativo pues el paga de su bolsillo los traslados y hospedaje “son paseos privados con agenda pública”, dice. El pasado puente lo aprovechó para ir a Cuba.

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