Se le puede llamar escándalo, alboroto, rebambaramba, cámara húngara, cena de negros o simplemente ruido mediático en medio de un incipiente proceso electoral, pero si yo fuera priísta estaría verdaderamente preocupado.

No tanto por las palabras del presidente Felipe Calderón a los reporteros del New York Times en cuanto a inminentes arreglos narcóticos entre el PRI y los malos de la película, sino por las intervenciones del secretario de Gobernación, Francisco Blake y los aspirantes Josefina Vásquez Mota y Ernesto Cordero.

Justo es decirlo. La dama mencionada fue prudente y mantuvo su tono de voz en los límites de la prudencia sonora, pero los señores Cordero y Blake, vaya semblante y vaya furia contenida o mejor dicho mal contenida en la enjundiosa defensa de su correligionario, el señor Calderón.

El secretario de Gobernación, trabado de las mandíbulas y por ello poco expedito en su discurso, con todo y don Benito Juárez a la espalda, volvió a explicar lo anteriormente puesto en claro por la presidencia en el documento repentino y oportuno divulgado en las primeras horas del lunes.

Pero el señor Cordero, válganos el altísimo, cuánta furia contenida, cuánta vehemente indignación. Bueno, si hasta se le atoraba la saliva en las comisuras y le brillaban los ojos con chispas de indignación. Eso si es para dar miedo.

Pero algo más allá de todos estos duelos de florida palabra nos debería de ocupar. Deberíamos tener memoria o al menos papeles guardados para analizar este asunto.

A fin de cuentas al PRI se le ha acusado por la palabrería de algunos de sus integrantes, como el tal Sócrates Rizzo, quien a nadie representa pues en Nuevo León ni siquiera concluyó su periodo de gobierno, pero nadie ha sabido o querido analizar cómo el Partido Acción Nacional o al menos un presidente en funciones y un ex presidente salidos de sus filas, han propuesto pactar con los delincuentes.

–¿Cuándo dijo el presidente Calderón algo en torno de los arreglos con narcotraficantes?

Lo dijo el día luctuoso cuando decenas de personas había sido asesinada s en Monterrey en el incendio provocado del Casino Royale (Apro):

“El mandatario exigió al gobierno de Estados Unidos poner fin a la venta indiscriminada de armas, regular el consumo de drogas y reducir las ganancias derivadas del narcotráfico.

“El mandatario sugirió que la legalización de drogas en Estados Unidos podría ser una solución:

“Si están decididos y resignados a consumir drogas, busquen, entonces, alternativas de mercado que cancelen las estratosféricas ganancias de los criminales, o establezcan puntos de acceso claros, distintos a la frontera con México. Pero esa situación ya no puede seguir igual”.

Establecer puntos claros de acceso “distintos a la frontera con México” no es posible si no se hace un arreglo con quienes importan las drogas a Estados Unidos cuyo mercado de consumo es enorme, como todos sabemos. Eso, en bueno romance se llama pactar con los delincuentes.

¿Hay una diferencia moral entre pactar allá y negarse a hacerlo aquí? Pues depende de quién lo mire, cómo lo vea y desde dónde contemple el fenómeno interdependiente.

Además el presidente les ha dicho a los americanos, “Si están decididos y resignados a consumir drogas, busquen, entonces, alternativas de mercado que cancelen las estratosféricas ganancias de los criminales…”

–¿Alternativas de mercado? Pues eso nada más significa (al menos para el mermado caletre de este redactor) legalizar y controlar el mercado.

Pero no es únicamente el señor Calderón quien se mete en estas honduras de proponer allá y negar aquí.

Vicente Fox ha ido más lejos. En esa misma ocasión luctuosa, Vicente Fox intervino en el debate a sabiendas de la discordancia de sus palabras:

“ (AFP) El ex presidente de México Vicente Fox, sugirió proponer una tregua a los grupos criminales e incluso estudiar la posibilidad de una ley de amnistía… lamento mucho tener que ser una voz discordante. Los hechos nos dicen que no es con violencia como se combate la violencia…

“… afirmó el ex mandatario durante la clausura de un curso sobre seguridad en el Centro Fox, que dirige en el municipio de San Francisco del Rincón.

“Fox propuso convocar a «un grupo de enlace de expertos en el tema en el contexto internacional que aporte ideas y soluciones y, por qué no, convoque a los grupos violentos a una tregua».

Ese grupo también podría «valorar la conveniencia de una ley de amnistía», afirmó el antecesor y compañero de partido del presidente Felipe Calderón”.

¿Es entonces el PRI quien busca los pactos?

Pues lo mejor para ellos, supongo, será hacerle caso a Manlio Fabio y a Enrique Peña Nieto: no caer en provocaciones.

SOBRERREACCIÓN

No sobrerreaccionen, les dice Francisco Blake a los priístas como si la avalancha declarativa de aspirantes, militantes y funcionarios; comunicados, boletines y entrevistas del gobierno no fuera también una reacción exagerada.

Author: Rafael Cardona

Rafael Cardona

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