El desastre en la recaudación de los datos personales de propietarios de teléfonos celulares reviste una doble gravedad. Es, en sí mismo una prueba de ineptitud administrativa, pero por desgracia se inscribe en el amplio conjunto de medidas fracasadas en la lucha contra la delincuencia por la cual todo en México corre peligro, hasta las elecciones federales de este año.
Prueba además cómo el gobierno se sabotea paso a paso, sin necesidad de la nociva colaboración de los “malos”, como los llaman Janet Napolitano o el secretario Poiré.
La captura de información de dueños de celulares y usuarios de las líneas correspondientes tenía un sustento. Había una razón (la cual desde mi punto de vista sigue siendo absurda), detectar quién es responsable por las llamadas recibidas, desde cual teléfono se hicieron y quien es el emisor, sobre todo para ubicar a los criminales en comunicación desde las cárceles con sus cómplices.
A cualquiera le resultaría más fácil impedir el uso de teléfonos celulares en las prisiones. Pero en el mundo carcelario no hay control ni gobierno (excepto por el dominio de una mafia sobre otras), resulta pedir demasiado.
Y ahí reside el primer error: como no pueden con las prisiones (son un negocio demasiado grande para renunciar a él), entonces simulan fortaleza de autoridad con los de fuera. No controlan a los presos y quieren controlar a los libres. Terminan en ceros.
Todo este asunto de haber llevado hasta el Congreso el registro de los usuarios de la telefonía celular y haber fracasado en su aprovechamiento; la intervención del IFAI dizque para proteger los datos personales y la orden para destruir la dicha base de información, es un asunto de carcajada.
Si nos atenemos a los hechos previos al RENAUT (acrónimo del frustrado registro) lo podemos decir de manera sencilla: los criminales ganaron esta partida. Siguen usando los teléfonos, no les pudieron establecer perímetros de bloqueo; los teléfonos se siguen rentando y vendiendo en las cárceles y el dinero por su ingreso sigue llenando los bolsillos de alcaides y jefes superiores.
Pero el asunto se agrava cuando nos damos cuenta de cómo el engrudo se hizo bolas sin la intervención maligna. Todo fue, como en la reciente reunión del Consejo de Seguridad Pública les dijo Alejandro Martí en cuanto a la geo-localización, incumplimiento-
La detección telefónica habría ayudado a disminuir los casos de extorsión. Es cierto, pero más hubieran disminuido si los celulares no ingresaran a las prisiones, por ejemplo. Pero eso es demasiado pedir. Si ingresan la heroína, todas las demás drogas y las putas (os); el alcohol y las armas, cómo no van a entrar los inocentes teléfonos.
En este fracaso no fue necesaria la intervención de los narcos. No bloquearon calles ni asesinaron a nadie para impediré el Renaut. En todo caso su intervención habría sido a través de la colusión con quienes deciden cuanto en México se decide.
Total, un ridículo más. Otra raya en el pelaje del tigrillo en retirada. Ya pronto sabremos cómo se mal usaron los datos suyos, míos y de cualquiera. Así como el priismo vergonzante del doctor Zedillo hizo un sainete pavoroso con aquel Renave, ahora el panismo de los indignados (después diré el motivo) se exhibe en cueros y muestra sus miserias. No pueden ni siquiera hacer eso para lo cual ni oposición tuvieron.
AZULES Y FURIOSOS
Fernando Larrazábal, a quien en paladina actitud Gustavo Madero, gerente del CEN panista, le pidió separarse de la alcaldía de Monterrey para una mejor investigación del incendio terrorista (así lo llamó FCH) del Casino Royal, se ha convertido en símbolo y motivo.
Símbolo de la impunidad dentro del Partido Acción Nacional cuya condición de cofradía protectora ha quedado muy clara, al menos en este caso. Y motivo de una desbandada de notables miembros del PAN quienes en otro tiempo, lograron hasta quitarle el gobierno al Partido Revolucionario Institucional.
Ahora tiran el arpa Rogelio Sada Zambrano y otros notables como el ex Edil de San Pedro Garza García, Alejandro Páez y a las de Fernando Canales Stelzer y Mauricio Sada, quienes nada más no entienden la protección la Larrazábal como si se la mereciera.
Y sus méritos son obvios, pero ellos los desconocen. En este mundo si no suena lógico, suena metálico.
TY en Veracruz, por diferentes motivos, han puesto el grito en el cielo por la candidatura de Fernando Yunes Márquez para el Senado de la República.
La Comisión Electoral del PAN se quema en la tahona.
CASTILLO
Por lo pronto uno de los senderos de zancadilla contra Enrique Peña ha sido clausurado. En cinco días el procurador del Estado de México, Alfredo Castillo, recapturó al fugitivo y “coqueto” Armando Librado Legorreta para quien pedirá prisión vitalicia.
La TV ha perdido uno de sus “trending topics”. Ya hallarán otro para golpear al candidato puntero.